"Trampas del Destino" es una cautivadora historia de amor, odio y redención que sigue los tumultuosos caminos de Eduardo y Camila, dos almas destinadas a encontrarse en medio de un juego retorcido del destino.
Eduardo, un CEO frío y arrogante, se ve atrapado en las redes de un matrimonio forzado por las expectativas implacables de sus padres. Determinado a mantener su control sobre su vida y su corazón, se sumerge en su mundo de poder y prestigio, cerrando las puertas al amor y la conexión emocional.
Por otro lado, Camila, una joven encantadora y bondadosa, es arrastrada por las corrientes de la vida hacia el mismo destino que Eduardo. Obligada a casarse con un hombre que apenas conoce, se enfrenta al desafío de encontrar la felicidad en medio de la adversidad, incluso cuando su corazón anhela algo más.
A medida que sus mundos colisionan y se entrelazan en un baile de orgullo y prejuicio, secretos oscuros emergen a la superficie, desatando una tormenta de odio y venganza que amenaz
NovelToon tiene autorización de Norbelys Ruiz para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
el pacto impuesto
**Capítulo 1: El Pacto Impuesto**
El sol se ocultaba lentamente en el horizonte, pintando el cielo con tonos de naranja y rojo mientras las sombras se alargaban sobre la ciudad. En el lujoso penthouse de un rascacielos en el corazón de la metrópolis, Eduardo Martínez, CEO de Martínez Enterprises, observaba el espectáculo desde la terraza, con una copa de whisky en la mano y una expresión impasible en su rostro.
Era una figura imponente, con una altura que superaba fácilmente los seis pies, y una presencia que dejaba claro que estaba acostumbrado a ser obedecido. Su cabello oscuro estaba peinado hacia atrás con precisión, y sus ojos grises brillaban con una determinación fría mientras observaba el bullicio de la ciudad a sus pies.
Detrás de él, en el interior del lujoso apartamento, el sonido de tacones resonaba en el suelo de mármol mientras una joven mujer entraba en la habitación. Era Camila, una mujer de belleza serena y porte elegante, con cabello castaño suelto y ojos color avellana llenos de curiosidad.
"Eduardo", llamó suavemente, acercándose a él con cautela. "¿Puedo hablar contigo?"
Eduardo se giró hacia ella, arqueando una ceja con indiferencia. "¿Qué sucede Camila?No tengo todo el día."
Camila se detuvo frente a él, sintiendo la frialdad de su mirada sobre ella. Respiró hondo, reuniendo su coraje antes de hablar. "Se acerca la fecha límite que acordaron nuestros padres para el compromiso. Creo que deberíamos hablar sobre lo que esto significa para ambos."
Una sombra fugaz cruzó el rostro de Eduardo antes de desaparecer detrás de su máscara impasible. "¿Por qué? Ya sabes lo que significa. Te casarás conmigo, como se esperaba desde el principio."
La expresión de Camila se endureció ante sus palabras, pero mantuvo la compostura. "Eduardo, entiendo que esto sea un acuerdo entre nuestras familias, pero eso no significa que no podamos intentar encontrar algún tipo de entendimiento mutuo."
Eduardo soltó una risa cortante, girándose para mirar de nuevo la ciudad. "Entendimiento mutuo. Eso es lo último que necesito en mi vida, Camila. Este matrimonio es solo un acuerdo de conveniencia, y espero que lo entiendas."
Internamente, Camila luchaba contra las lágrimas que amenazaban con emerger. Sabía que nunca podría ganarse el corazón de Eduardo, pero sí, había esperado que pudieran encontrar algún tipo de conexión. Ahora, cualquier esperanza de eso se desvanecía frente a ella.
Con una última mirada hacia Eduardo, Camila se dio la vuelta y salió de la terraza, sintiendo el peso del mundo sobre sus hombros. Mientras cerraba la puerta detrás de ella, se prometió a sí misma que encontraría una manera de sobrevivir a este matrimonio impuesto, incluso si eso significaba dejar atrás cualquier sueño de amor y felicidad.
El sol se había hundido completamente en el horizonte, dejando a Eduardo solo en la terraza, con el eco de las palabras de Camila resonando en su mente. Por un momento, una sombra de duda cruzó su rostro, pero la reprimió rápidamente, endureciendo su corazón una vez más.
"No hay lugar para el amor en mi vida", murmuró para sí mismo, levantando la copa de whisky a sus labios. "Solo el poder y el control. Eso es todo lo que importa."
Y con eso, se sumió de nuevo en sus pensamientos, dejando que la oscuridad de la noche lo envolviera en su abrazo frío y solitario.