Novela finalizada. Escribo con amor, por lo que espero lo mismo de ustedes.
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Cap 19
Revelaciones p 2 (Cortito pero potente)
Derek ya no sentía el mismo amor por su ex esposa, ese sentimiento había disminuido un poco después del divorcio y el dolor de tenerla lejos, y las imposiciones de su madre. Sin embargo, la posibilidad de que Samantha estuviera embarazada de él encendía una llama de rabia que amenazaba con consumirlo. Si ese bebé era suyo y ella había tenido la osadía de ocultárselo, se aseguraría de hacerle la vida un infierno, especialmente sabiendo que otro hombre estaba ocupando su lugar.
Mientras observaba a Eliot, Derek sentía su ira crecer. ¿Quién era el hombre que se atrevía a tocar lo que una vez había sido suyo? La idea de que alguien más estuviera cerca de Samantha, tomando el lugar que él había dejado vacío, lo carcomía por dentro. La duda, el odio, la culpa y una obsesiva necesidad de saber la verdad lo impulsaban a seguir adelante, a sacar toda la información que pudiera de su amigo.
Derek llenó nuevamente el vaso de Eliot, observando cómo este, ya visiblemente afectado por el alcohol, se lo llevaba a los labios sin dudar. Sabía que Eliot no era de los que resistían mucho el alcohol, y esa noche, eso jugaría a su favor.
—Cuéntame, Eliot —dijo Derek con una voz que intentaba sonar relajada, pero que estaba cargada de una intensidad que no podía ocultar—. ¿Quién es el tipo que ahora está con Samantha? ¿Ese bebé es mío?
Eliot parpadeó, tratando de enfocar la mirada en su amigo, pero el alcohol había enturbiado sus pensamientos. Cada palabra de Derek se sentía como un golpe en su conciencia, un recordatorio del secreto que intentaba proteger.
—No lo sé... un tipo, olvídala —balbuceó Eliot, pero Derek no se dejaba engañar.
—Vamos, Eliot. Sabes algo, lo veo en tus ojos. —Derek inclinó la cabeza, manteniendo su tono persuasivo—. No puedes ocultarlo de mí. Somos como hermanos, hemos pasado por todo juntos. ¿Quién es el hombre que la hizo olvidar todo? ¿Quién va a ser el padre de ese bebé ¿El o yo?
Eliot sintió cómo las palabras lo atrapaban, la presión de la situación era demasiado, y la culpa combinada con el alcohol hacía que su lengua se soltara más de lo que quería.
—No... no es así... —intentó decir, pero las palabras se le escapaban—. Ella... está feliz, Derek. Conoció a un buen hombre... y pronto van a ser padres, ya te lo dije.
Eliot se detuvo, dándose cuenta demasiado tarde de lo que acababa de decir. La mirada de Derek se oscureció, su expresión pasó de la sorpresa a la furia en un instante.
—¿Qué dijiste? ¿Entonces es cierto? —preguntó Derek, su voz ahora fría, casi peligrosa—. ¿Estás diciendo que el bebé es de él? ¿Qué ella ya se ha entregado a otro hombre? ¡¿Quién es?!
Eliot sintió el peso de su error. La situación estaba fuera de control, y el hombre frente a él no era el Derek que conocía. Este Derek estaba consumido por el rencor y la posesión, y cualquier palabra equivocada podía desencadenar una tormenta que no sabía cómo detener.
La atmósfera en el bar estaba cargada de tensión, un ambiente que reflejaba el estado emocional de los dos amigos.
Eliot intentó calmar a Derek, quien lo miraba con una mezcla de desesperación y furia contenida. La sombra de su barba crecida y el cabello desordenado le daban un aspecto aún más sombrío, como si el peso de los últimos meses hubiera dejado marcas imborrables en su rostro. Pero Eliot, a pesar de arrastrar las palabras debido al alcohol, sabía que ya era demasiado tarde para calmarlo. Derek había llegado al límite, y el daño ya estaba hecho.
—Déjala ser feliz, ella lo merece después de la vida de mierda que le diste por tres años —murmuró Eliot, intentando mantener la compostura, aunque sus ojos se nublaban por el alcohol y la culpa.
Derek, sintiendo un estallido de ira mezclado con un dolor profundo, observaba a su amigo tambalearse frente a él. Sabía que Eliot estaba guardando un secreto, y él estaba dispuesto a todo para arrancárselo.
—Emilie me lo dirá entonces —Derek pronunció cada palabra con frialdad, sus ojos oscuros clavándose en los de Eliot, buscando cualquier rastro de duda o temor—. Y tendrás problemas después por habérmelo dicho. ¿Me lo dices tú o quieres que le pregunte a tu dulce mujercita?
Eliot, sintiendo cómo el peligro aumentaba, frunció el ceño. Su mente, nublada por el alcohol, intentaba procesar lo que estaba ocurriendo. Sabía que si Derek iba con Emilie, todo podría desmoronarse. Pero antes de poder articular una respuesta coherente, Derek lo sostuvo firmemente del brazo, evitando que cayera al suelo. La mano de Derek estaba fría, una sensación que lo devolvió momentáneamente a la realidad.
—Es la última vez que te lo pregunto, hermano. ¿De quién es ese bebé? —La voz de Derek sonó como un eco en la cabeza de Eliot, haciéndole sentir que estaba atrapado en una encrucijada de la que no había salida fácil.
Eliot intentó apartar su vaso, buscando una manera de escapar de la situación, pero al levantarse, sus piernas flaquearon y estuvo a punto de caer de no ser por Derek. A pesar de todo, Derek seguía siendo su amigo, y ese gesto, aunque pequeño, lo recordó.
—Bien, vayamos a mi casa y pregúntaselo a Emilie —dijo Eliot, con un tono de voz que pretendía ser firme, pero que apenas lograba ocultar su pánico. Cada palabra era como una daga que se clavaba más profundamente en su conciencia —. Que te diga ella sobre Klaus y el hijo que no verás crecer por ser un imbécil.
Las palabras salieron de su boca antes de que pudiera detenerse. Derek lo observó en silencio, su expresión cambiando mientras procesaba la información. Eliot, ahora completamente consciente del desastre que acababa de desatar, sintió un vacío en el estómago, como si algo se rompiera dentro de él.
De repente, la culpa, el alcohol y el pánico se combinaron en una oleada abrumadora, y Eliot se agachó, vomitando todo el contenido de su estómago a los pies de Derek. El ambiente se llenó del sonido de su agonía, mientras Derek lo miraba, paralizado entre el shock y la furia.
La revelación acababa de cambiarlo todo. Derek ya no era el mismo hombre que había entrado en ese bar, y Eliot sabía que la próxima vez que se vieran, ya no sería como antes, había traicionado a ambos amigos.
—Si alguna vez valoraste mi amistad, me dirás dónde está Sam y mi hijo.
Eliot la había cagado en grande, pero jamás le diría a Derek donde esta Sam, aunque perdiera su amistad para siempre.
En Santorini, Sam y Klaus pasean por el inmenso jardín de la villa y se sientan en el césped a observar las estrellas, en la observa como si su más grande anhelo estuviera delante suyo y ella sentía que él era el chico más dulce que había conocido jamás, se sentía perdida en esos ojos tan oscuros como la noche y por fin tomo una decisión. Le dará la oportunidad de ser algo más.
—Sam, sé que es pronto, que puede que me esté apurando en pedirte esto, pero ¿Me dejas besarte? He estado muriendo por probar esos labios desde que nos encontramos en ese ascensor.
Sam le sonríe pero es ella quien se acerca lentamente y prueba sus labios suavemente.
—Yo también he querido hacerlo y puedes besarme las veces que quieras.
La alegría de Klaus por obtener lo que quería no tiene forma de explicarse, beso nuevamente los labios de Sam y saboreo a su gusto, tomo su rostro y bajo las manos a su cuello y luego enterró los dedos en su cabello. Sam probo unos labios dulces y cálidos, está conociendo un nuevo corazón y se está dando la oportunidad de empezar de nuevo y construir una vida más bonita.
—Si me dejas besarte cuando yo quiera quiere decir una cosa. ¿Vas a ser mi novia, Sam?
—Así es, solo tienes que pedírmelo bonito. —Le respondió sonriente y el volvió a besarla.
—¿Quieres ser mi novia, Sam? Prometo ser el hombre que te cuide, te mime y te proteja de todo y de todos.
—Sí, pero si me lastimas le diré a Eliot que te golpee.
—Bueno chicas, al fin tienen el placer de que yo mismo les presente a mi novia, ya pueden dejar de espiar por la ventana, desde afuera se ve todo aunqueestén detrás de las cortinas.
Las cuatro mujeres que son parte de la vida de Klaus los abrazaron y les daban buenos deseos para su relacion de ahora en adelante.
Por un lado, Sam disfrutaba de un buen momento, de sentirse segura por primera vez en mucho tiempo al darse una oportunidad y recibir amor real de Klaus y de su familia. Y por otro lado, Derek destruye su habitación y sale de su casa en plena madrugada para decirle a su madre que no habrá boda, que su ex esposa está embarazada y que hará todo lo posible para recuperarla, sea por las buenas o por las malas.
se pi co...
espero les haya gustado estos dos capitulos, me pase todo el dia sentada escribiendoles esta bomba que esta a punto de explotar.
Ahora diganme...
¿Que piensan de Derek?
¿De Sam?
¿De Klaus?
¿Y estamos todas de acuerdo de que beber sin moderacion puede crear catastrofes?
y ELIOT, COMO LA CAGASTE.... PATO CRIOLLO!!!!