- "el cristal es frágil, tu corazón también lo es, eso quiere decir que sos frágil como el cristal"-
Alma Baez, dueña y chef pastelera , de una de las confiterías más exclusivas de la ciudad, por decisión de ella, y debido a un desafortunado incidente, que la llevó a no creer más en el amor, se habia vuelto una intriga, nadie la conocía personalmente.
Federico Alcaraz, millonario y arrogante, debía casarse en un año, para ser el dueño de las acciones de la empresa familiar, nunca se habia enamorado.
Podrá enamorarse de una mujer que lo rechaza?
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capítulo 18
sabes Alma, que yo sería incapaz de romperte el corazón.
- no, no lo sé, apenas si, estamos comenzando nuestra amistad.
Federico se acerca y la abraza, apoyando su mentón, sobre la cabeza de Alma.
- me duele lo que me decís, creí que hasta este momento vos confiabas en mí.
- estar dentro de mi casa en este momento, significa lo que sos para mi, pero el tiempo, cura y demuestra todo
- el tiempo no lo cura todo, vos sos la razón viviente que no es así.
- algún día vas a saber por qué no.
- mírame Alma.
Ella levanta la cabeza, estaban muy próximos, ambos empezaron a temblar suavemente.
- a tu corazón, yo lo guardo entre mis manos, y lo guardo en esta cajita, (apoya sus manos en su propio corazón), si lastimo el tuyo, lastimo el mío, y no soy tan tonto.
De pronto se armó un ambiente raro, ambos estaban que explotaban de amor por el otro, pero ninguno quería dar el primer paso.
- te creo, y gracias por cuidarlo. ¿Queres café?
Ambos se alejan, eran 2 cobardes, y lo sabían.
- claro, ponemos música?
- dale sabes bailar?
- algo me defiendo, pongo música con mucho ritmo?
- si, pongo a hacer el café y bailamos?
Así hicieron, comenzaron a bailar, ella lo hacía a la perfección, pero él se movía como esos muñecos de aire en las estaciones de combustible, Alma reía a carcajadas, cada tanto, Federico la agarraba de las manos para girarla, eso le valió varios pisotones hacia Alma. Ella estaba muy cansada de reírse, termina tirándose en el sofá, le faltaba el aire, él apaga la musica y hace lo mismo a su lado.
- por dios, algo me defiendo, no puedo respirar de tanto reír…
- sos mala, no lo hice tan mal.
- te quiero mucho Fede.
Le da un ligero beso en la mejilla, y se levanta rápidamente a buscar los cafés. Él se queda mirando el piso.
- aquí tenés tu café, querés azúcar común o un azúcar que hago especial?
- que tiene tu azúcar especial?
- toques de vainilla y pimienta rosa
- me gustaría probarlo.
Alma le coloca 2 terrones, Federico mezcla y lo prueba.
- es distinto, me gusta.
- querés mirar una película?
- con todas las luces apagadas?
- si, recién empieza a irse el día.
- pero aquí ya se ve oscuro. Dale, pero no una de terror.
- cobarde, entonces cuál?
- una comedia romántica, te parece?
- si, me parece.
Alma toma el control, y empieza a buscar en la aplicación, ambos iban a decidir cuál, al fin eligieron una y empiezan a verla. Al rato, Federico la mira, ella estaba muy concentrada.
- puedo apoyar mi cabeza sobre tu falda?
- como, ah, sí.
Federico se tira en el sofá y apoya suavemente su cabeza, sobre las piernas de ella, sigue mirando la pelicula.
A los pocos minutos, Alma comienza a acariciar el cabello de Federico, entrelazando sus dedos en ellos, no se había dado cuenta que lo hacía, fue un reflejo natural. Al principio, Federico cerró sus ojos para disfrutar de sus caricias, pero al cabo de un rato, ya sus sentimientos estaban muy alterados.
- Alma no, por favor, no hagas eso.
Alma cae en la cuenta de sus actos y saca rápidamente su mano.
- discúlpame, no me di cuenta...
Federico se pone boca arriba y mira fijamente a Alma, qué no sabía que decir, ni que hacer.
- Al diablo con todo esto, al diablo con la amistad.
Federico la toma por el cuello y la atrae hacia el, sellando sus labios, Alma correspondió al beso, así que Federico la atrajo más fuerte, abrió la boca de Alma e introdujo su lengua, profundizando aún más el beso. Sus bocas se fundían entre ellas, sus cabezas se movían para acompañar el movimiento de sus labios...
De pronto Alma, alejó sus labios de golpe.
- no, esto no tenía que pasar...
- de que estás hablando Alma?, es evidente que ambos sentimos lo mismo.
- sí, es verdad, pero no tenía que pasar..., hemos arruinado nuestra amistad.
- nuestra amistad, está arruinada desde que comenzó, seamos sinceros Alma.
Ella corre despacio la cabeza de Federico y se levanta del sofá.
- vos no entendés Federico, nos vamos a lastimar.
- no, la verdad que no lo entiendo, años buscando esto que siento, cuando lo encuentro está mal?, que hice mal yo, Alma?
- nada, nada Federico, yo soy la que va a provocar eso.
- sigo sin entender, vos me amas Alma?
- Federico, no, por favor…
- me amas o no Alma?
- siii, si que te amo!, y me duele amarte, porque con solo mi amor no alcanza.
Federico va hacia ella y le toma la cara entre sus manos.
- Alma, te amo, jamás creí en toda mi vida, que iba a sentir todo lo que siento.
- Fede, perdóname, no puedo...
- Alma, no lo hagas, por favor, no te rindas, no te escondas.
- lo siento Federico, no puedo.
Alma cae de rodillas y comienza a llorar. Federico caminaba de un lado a otro, como un león enjaulado, sin dejar de mirarla, logra calmarse, va hacia ella y la levanta. La abraza, le acaricia la cabeza, ella no podía dejar de llorar.
- no llores más, mi amor, no voy a presionarte. Me voy, así te quedas tranquila, prométeme que lo vas a pensar, y cuando lo hagas, acordate que tu corazón, está guardado en el mío, si lastimas el mío, lastimaras el tuyo.
- no te vayas, te necesito, no sé cómo explicarlo, no puedo estar con vos, pero tampoco quiero vivir sin vos.
- que te paso, hace 8 años?
- no es el momento estoy muy sensible y me va a hacer mal contarlo.
- entonces, yo no puedo hacer nada.
- quédate por favor, siento mi alma desnuda y expuesta.
- Alma, mi amor, mi único y más grande amor, sabes lo que quisiera poder quedarme?, me instalaría aquí y nunca más me iría, pero no a medias, eso sí nos va a lastimar a los dos.
- pero..., no se como hacerlo, sé, que lo que me pasa, nos vá a arruinar a los dos.
- yo también dejo aquí mi alma expuesta, pensalo, analizalo, sos la única que sabe que está pasando, si seguís pensando que no vale la pena arriesgarse, entonces sabré entenderlo, y me alejaré de tu vida para siempre.
- tengo un tiempo límite?
- antes del año. Ahora me voy.
Federico se va. Para Alma, ver cerrarse la puerta detrás de él, fue volver a hace 8 años atrás, pero esta vez, la responsabilidad era de ella, y eso le dolía mucho más.