Seducción Y Pecado.

Me obligaron a casarme con un hombre que no amaba ni el a mi, habia aprendido a vivir como la esposa del segundo principe de Cassttle. Hasta que llego el, estaba segura que no volveria a verlo nunca en mi vida, que nuestros caminos jamas volverían a cruzarse y ahora resulta que esta aqui y que es el hermano mayor de mi ahora esposo. El principe heredero de Cassttle.

Me llamo Alicia Louis, hija menor de el Márquez de Louis. Nunca fui muy querida por mi padre ni ninguna de mis 5 hermanas, fui criada toda mi vida para ser una esposa devota, a mis 8 años me comprometieron con el segundo principe de Casstle Remus Xion, el me llevaba 7 años, ya era un adolescente maduro cuando nos conocimos y obviamente no le agradaba para nada.

- Bienvenido su alteza real, me presento soy...

- No me interesa saber quien eres, que sepas que estoy aqui porque mi padre me a obligado.

El me tomo fuerte de mi barbilla, acerco su cara a la mia y susurro.- Ten esto presente yo jamas te querre, no jugare a la casita de muñecas contigo y aunque este estupido matrimonio llegue a concertarse, oyeme bien tu jamas seras mi mujer.

El solto mi barbilla y siguió de largo, despues de ese dia supe que mi matrimonio seria un tormento, que el jamás me querría. Cada año tenía que hacerme visitas obligatorias, en donde solo lo oia desprotricar de lo mucho que odiaba tener que casarse conmigo, de lo mucho que me odiaba, yo solo hacia oidos sordos, siendo la hija menor del marquez y la mas odiada por la familia habia aprendido a desconectarme de las conversaciones fácilmente.

Cuando cumplí 12 años y mis clases para princesa comenzaron, al fin tenía una excusa para no tener que ver a ese odioso principe y no tener que pasar las tardes escuchando a mis hermanas alardear de los hermosos vestidos y joyas que mi padre les compraban y el maravilloso futuro que tendrían, escuchar a mi hermana mayor Eloise alucinar con que algun dia sería la esposa del principe heredero, cuando la verdad era que nadie lo conocia, nadie sabia nisiquiera cual era su nombre o como lucia, segun decían era para protegerlo a que intentarán matarlo antes de que pudiera ocupar la corona, la verdad eran cosas que no me importaban, no habia conocido a ningun niño que llamara mi atención, hasta que lo conoci a el.

A mis 14 años comence a recibir clases de espada y magia, se descubrio que tenia magia Hielo, practicarla se habia vuelto uno de mis mayores placeres, asi que cuando todos dormían me escapaba de mi habitacion y corria hacia el bosque. Practicaba mi magia sin restricciones, obviamente nadie queria que la esposa del segundo principe tuviera mejores dones que el, asi que mi entrenamiento era solo basico, porque era un insulto hacia mi futuro esposo que fuera mejor maga que el. Pfff puras tonterias.

Una de esas noches mientras practicaba como congelar el bosque, las lanzas de hielo que lance no fueron lo suficientemente fuertes y solo chocaron y se devolvieron hacia mi, el panico se apodero de mi y solo me quede estatica esperando a ver qué sucedería, cuando de repente un fuego abrazador apareció y derritió todo el hielo. Estaba temblando cuando alguien me tomo de los brazos, iba a pegar un grito cuando taparon mi boca

- Shh no grites o vendran los guardias del marquesado y tendremos problemas.

Esa voz jamas la habia escuchado, era la voz de un hombre. Comence a sentir miedo de estar a solas en el bosque con un hombre que no conocia.

- Tranquila no te haré nada, como puedes ver te salve de quedar congelada para siempre. Esa es una magia muy avanzada no deberias de hacer uso de ella sin un maestro acompañándote.

El quito su mano de mi boca e inmediatamente me volteé. El era precioso, Alto cabello rojizo sus ojos eran Verdes tan claros que no se podia distinguir fácilmente, tenia un traje negro de montar y se veia como de mas de 20 años.

- Quien eres tu? Porque estabas aqui?

- Calma fiera, Siempre paseo por aqui en las noches, Me relaja la soledad que ahí en el bosque y tu porque estas aqui mi lady, una señorita sola en un bosque y practicando magia muy avanzada, demasiado peligroso para ti, acaso no tienes escoltas.

- Si los tengo mi lord pero como comprenderá ninguno me acompañaria a altas horas de la noche al bosque, ademas se cuidarme sola.

- Oh y no lo dudo es usted una excelente maga, pero esa técnica que usabas es de un nivel muy avanzado no deberias hacerlo sola, porque no esta tu maestro contigo.

- Mi maestro asi como mi padre y el resto del mundo cree que no debo aprender mas de lo necesario porque podria deshonrar la posición de mi futuro esposo.

- oh esta usted comprometida.

- Si así es mi lord

- al parecer con un patan

- Ja un patán es poco, es un cobarde un estupido engreído egoista niño de papi.

- Wow al parecer no es de tu agrado.

- Si pues es mutuo.

- Y entonces porque te casaras con el.

- Bueno...

- oh ya dejame adivinar, su familia la obliga a hacerlo.

- Es usted un exelente adivina mi lord.

- bueno que tal si yo la enseño a usar su magia, podemos vernos aqui todas las noches y yo sere su maestro, si su esposo es tan malo como parece usted debe saber defenderse de cualquier cosa.

- de verdad mi lord yo se lo agradecería inmensamente, pero como puedo pagarle?

- Saber que pude ayudar a una dama a cuidarse de un matrimonio forzado es mas que suficiente para mi.

Despues de esa noche nos vimos en el bosque todos los dias sin falta, por un año fue asi hasta que los dos tuvimos que irnos, el tenía que volver lejos con su familia y yo debía mudarme al palacio para casarme con el segundo principe.

Despues de la boda mi vida se baso en cumplir con mis deberes de princesa, como bien lo dijo mi esposo nunca fui su mujer, el dia de nuestra unión el no apareció ni las semanas siguientes y eso en vez de preocuparme me alegro. Mi esposo habia tomado dos concubinas y eran nada mas y nada menos que dos de mis hermanas, Patricia y Flora, me importaba poco lo que el hiciera con ellas o con cualquier otra mujer, siempre y cuando el no se acercara a mi, No queria que mi primera vez se viera empañada con el recuerdo de alguien a quien no amaba, porque cuando pensaba en entregarme a alguien solo pensaba en el, en esos preciosos ojos Verdes, nunca supe su nombre ni el el mio y era mejor asi, mi vida ya estaba escrita y estaba condenada a ser la esposa de alguien a quien no amaba para toda la vida.

O eso creia yo.