Perdiendo El Juicio (Los Morozova III)

Hace doce años

Alexandre sintió que su cabeza iba a estallar, los medicamento siempre le causaban un dolor de cabeza fuerte, era uno de los motivos por los cuales quería dejarlos. Lo estaba intentado con todas sus fuerzas. pero un aroma ligeramente conocido parecía provenir de muy cerca, sintió sus manos extrañas, tenía algo en ellas.

el dolor de cabeza no le dejaba pensar con tranquilidad, el día anterior había hecho el experimento con su novia de dejar de tomar más medicamento psiquiátricos y parecía que todo estaba yendo bien, había podido pasar el día y la noche con ella, sin sentirse alterado por alguna de la personalidades, pero lo ultimo que recordaba era que estaba hablando con Cristen, sobre alguna cosa de la compañía, pero era las tres de la tarde, ahora todas las luces de la casa estaban apagadas, el estaba tirado en el suelo y era de noche.

Luego de respirar un poco reconoció ese aroma a hierro, algo no estaba bien. Se levantó aún sintiéndose atontado y casi se llegó caer pero la silla del comedor lo ayudó, tenía algo en sus manos que no lo hacía sentir cómodo, parecía que se había secado en sus manos y eras costras, camino otro tramo y busco a ciegas el interruptor de la luz.

Se quedó helado al prender la luz de la sala. Había sangre en el piso, se miró y tenía sangre en las manos y sus pies también, el olor a hierro que sentía era sangre. De quien era esa sangre? Su corazón comenzo a latir a millon

-Cristen - dijo con un hilo de voz - Cristen

Camino sobre las huellas de sangre, estás salían del cuarto, se detuvo por un momento y apretó su mandíbula, no estaba preparado para lo que iba a ver.

Entró en la habitación y a los pies de la cama estaba el cuerpo de su Novia, con varias puñaladas en el cuerpo que la habian hecho desangrar, el cuchillo estaba a un lado y sobre el piso también estaban regadas los medicamentos, ella había luchado para dárselos antes de el cometer una locura aun peor conta sigo mismo.

Alexandre grito y se lanzó sobre el cuerpo de Cristen, sin poder creer lo que había hecho, la amaba, ella se había vuelto una persona demasiado especial en su vida, pensaba casarse con ella, ella lo había aceptado con todos sus errores, con todos sus defectos, Alexandre comenzó a llorar con desesperación y abrazaba el cuerpo de Cristen, la había matado, el era el culpable. Se prometió en ese momento nunca dejar que una mujer se acercara a su vida privada, nunca más podría amar.

A lo lejos escucho que abrían las puerta y estaban dos hombres corriendo

-por los mil demonios Alexandre, Jakcson toma el cuerpo de la chica, sabes que hacer - Era la voz de su hermano, como siempredesastre arreglar su desestre

Ese mismo día en otro lugar de Nueva York.

Agatha se termino de arreglar y se coloco un perfume, era noche de comer pizza con su padre, había planeado decirle esa misma noche que quería ser abogada igual que él. Se miró en el espejo, estaba lista, con unos jeans desgastados, una blusa con una flor blanca enfrente y unos tenis combinando

-Mamá, voy a encontrarme con mi padre - Agatha beso la mejilla de su madre que estaba doblando una ropa

-Agatha no crees que es tarde? Tu padre trabajó mucho hoy, parece que tenía un juicio importante con Tom - Su madre la miro y vio el reloj, eran más de las nueve de la noche

-Lo se, pero es noche de pizza y el nunca falla, ya me había avisado que iba a salir más tarde, por eso también estoy yendo tarde - explicó Agatha con una gran sonrisa

-Esperame voy contigo - Su madre ya estaba de pijama

-Mama no tienes de que preocuparte, voy a estar a cuatro calles de aquí, comeremos en al pizzería de siempre, creo que va a estar Tom - Agatha se mordió el labio, era adolescente sentía cierta atracción por Tom el amigo y socio de su padre

-Bueno tienes tu celular cargado? - señaló su madre la cartera que llevaba

-Si, ya papá me mandó un mensaje, ya estaba llegando, me voy, ya vuelvo - Agatha salió corriendo entes que su madre comenzará a hacerle más preguntas

Bajo por el ascensor y salió de edificio, sintió un poco de miedo por la tranquilidad de la calle, pero vivían en un barrio de Nueva York muy seguro, camino rápido, estaba ansiosa como siempre para ver a su padre, siempre habían sido muy unidos, era hija única y su padre la consentía.

A lo lejos diviso la silueta de su padre, siempre estaba con chaqueta formal pesada y un maletín con todos los documentos que necesitaba, él la estaba esperando, comenzó a caminar más fuerte.

Un carro paso por su lado y pudo ver el rostro de dos hombre que la miraron por un momento pero no les importo, lo siguiente que vio Agatha fue como uno de ellos sacaba la mano por la ventana del auto, apuntaba a su padre y disparo unas seis veces, el carro salió corriendo haciendo chirriar los cauchos en el asfalto, Agatha se detuvo por un segundo pero reaccionó y salió corriendo a socorrer a su padre que estaba tirado en el suelo, varias personas comenzaron a detenerse, alguien de la pizzería salió con un celular en la mano, intentando llamar una ambulancia.

-Papá - Agatha grito y abrazo su padre que aún están despierto

-agatha vete, toma el maletín y vete - dijo su padre agonizando

-No, no, no - Agatha negó y se quedó tirada en el suelo con la cabeza de su padre sobre sus piernas.

La sangre salía de su pecho, ella intentó apretar la herida pero eran varias.

-Agatha pueden volver , vete - le ordeno su padre ya con pocos fuerza en su vos

-No me iré, no sin ti. Yo te necesito, quiero ser abogada, te necesito papá - Agatha comenzó s llorar cada vez más desesperada - ayuda! Ayuda!

Lamentablemente la mirada su padre cada vez se fue apagando más y con sus ultimas fuerzas dijo

-Te amo hija

- Papá, papá, papá - Agatha comenzó s gritar como una loca, su padre acaba de morir en sus brazos.