En Las Sombras

Como has dicho?, esa pregunta va a acompañada de un golpe que dio justo en su rostro.

Aarón, con varios golpes en su rostro y cuerpo, vuelve a decirle a su padre: no me casaré con Lisandra, soy gay padre.

Richard Salvatore un hombre frío, acostumbrado a que todo sea a su manera, no podía aceptar esas palabras de la boca de su hijo menor.

Richard: en esta familia las reglas las pongo yo, si no te vuelves hombre, te vas a la calle, pero solo con lo puesto, ni pienses usar mi dinero o mi nombre. En esta familia no hay lugar para mariposones.

Estala su esposa con un rostro triste, le suplica a su hijo con la mirada, pero Aarón no piensa retractarse, mucho le había costado aceptarse a sí mismo, para retroceder ahora.

Aarón: si así lo quieres me iré padre

Richard: una vez que salgas de esta casa no pienses en volver a entrar

Las palabras de su padre fueron lo que más le dolió a Aarón, en el fondo de su corazón aún tenía la esperanza de que su padre aceptara su sexualidad, pero solo se había engañado así mismo, como el gran CEO Richard Salvatore aceptaría que su hijo fuera un mariposón como le había dicho, mientras lo golpeaba sin piedad.

Una vez que se aburrió de golpearlo, hizo que los guardias de seguridad lo sacaran de la casa como si fuera un paria, la lluvia era fuerte, por las calles corría el agua, Aarón fue arrojado como un simple muñeco desechado a la basura por los hombres de su padre.

Al estar en la acera levanta su cabeza al cielo como suplicando un rayo de esperanza o una palabra de aliento, pero en la oscuridad de la noche, la soledad era su compañía, la lluvia moja su rostro ocultando las lágrimas que sin cesar corren por sus mejillas, como puede se levanta caminando con dificultad.

El joven de unos 19 años camina por las desoladas calles, era un largo camino hasta llegar a casa de su amigo Efraín, en un vecindario modesto.

Efraín es un joven alegre que vive solo, se habían conocido en un grupo de lectura, los chicos enseguida comenzaron a intercambiar opiniones de un libro, el joven de su misma edad era muy diferente a Aarón, provenía de una familia humilde, donde todos se apoyaban, el joven es el hijo del medio, ayuda con lo que puede a sus padres, trabaja en un bar tocando la guitarra, y estudia en la universidad del estado.

Los golpes en su puerta sobresaltan a Efraín, quien dormía en su cama plácidamente, al abrir sus ojos se abren con asombro, al ver el delicado rostro de su amigo lleno de moretones, su labio partido, todo mojado, su ropa se podía ver manchas de sangre.

Efraín: que te paso?

Aarón: podría quedarme contigo?

Con la cabeza agachada, Aarón pronuncio esas palabras, con la voz entrecortada.

Efraín: claro pasa, ve a darte un baño, iré por toalla y ropa seca

Las palabras de su amigo son un aliento para Aarón, que paso directo a la ducha, al quitarse la ropa ve los moretones en su cuerpo causados por los golpes que su padre le dio, un suspiro salió de su boca, entra a la ducha. Efraín le trajo toallas y ropa seca, no hizo preguntas, le preparo una taza de té.

Aarón se bañó, se puso la ropa seca y fue al pequeño sillón que tenía su amigo en la sala, Efraín le alcanza la tasa de té caliente.

Efraín: te puedes quedar el tiempo que quieras

Aarón: gracias, amigo

Efraín: ve a dormir, es tarde, mañana será otro día

Aarón no vas a preguntar?

Efraín: no, cuando tú quieras me contarás

Aarón agradece a su amigo por darle su espacio, va a la pequeña habitación extra que tiene el apartamento de su amigo, se acuesta en la pequeña cama, pero su mente está en las palabras de su padre, no puede dormir hasta casi el amanecer.