CAPÍTULO 19

Ya han pasado varios días desde las confesiones con Dylan y de la peculiar experiencia. Hasta ahora todo ha sido normal, voy a la escuela, hablo con Liam y después ceno con mis papás.

Hoy es miércoles y me toca a primera hora química con Liam y Kelly. Me siento junto a ella, hablamos de cualquier cosa hasta que llega el maestro.

Luego que pasan unos minutos tocan la puerta y entra una chica y un chico. Se presentan como Raúl y Romina, explican que son mellizos y que vienen de intercambio desde España. Se parecen bastante, ambos tienen el cabello rojizo y tienen el cuerpo delgado y tonificado. La diferencia está en sus ojos, el chico los tiene azules y la chica verdes. Son muy simpáticos.

El muchacho me mira fijamente sin disimulo, lo que hace que me incomode y vea para todos lados para no encontrarme con su mirada.

Me doy cuenta que su hermana también mira alguien con coquetería y mi corazón se acelera. No sé porqué me inquieta tanto que esa mirada se la dirija a Liam, a mi no debería importante con quién salga él. ¡Por Dios, es mi hermano!. Aparto mi atención de ella y me concentro en la explicación del profesor.

Se acaba a clase y se me acerca el chico nuevo.

-Hola, mucho gusto mi nombre es Raúl.

-Hola, si, ya lo escuché.

-Ah pues si -se acuerda y luce apenado, que tierno se ve-. ¿Cómo te llamas tú?.

-Lia.

-Que lindo nombre, hace honor a su portadora. -Me río de su comentario, apenas me conoce y ya está coqueteando-. ¿Me puedes mostrar la escuela? -me pregunta pero me distraigo viendo como la chica se le insinúa a Liam. ¡Ash! me da una rabia verlos, ni siquiera disimula lo mucho que le gusta. Mejor no le presto atención y dejo aun lado estos sentimientos sin sentido.

-Lo haría pero soy nueva aunque ya llevo varias semanas todavía no conozco bien el lugar. Además, ahora tengo clases -respondo luego de unos segundos.

-Ah no importa, en el descanso me puedes mostrar la cafetería.

-Lo siento amigo pero ella ya tiene planes para el receso. -No me di cuenta que se acercaba Liam hasta que siento su brazo en mi hombro. Pareciera como si estuviera marcando territorio, y no sé porqué acaba de decir eso, que yo sepa nosotros no teníamos planes-. Estoy seguro de que muchas pueden hacerte ese tour.

No hablo nada por la sorpresa, ¿es mi impresión o Liam está actuando como alguien celoso?. Sacudo la cabeza desistiendo de ese pensamiento, es imposible que esté celoso, entre nosotros solo existe y debe existir una relación de hermanos.

-Bueno, si es así puede ser para la próxima -insiste Raúl, el chico nuevo.

Como veo que Liam tiene la intención de replicarle me le adelanto.

-Eh, ya veremos. -expongo y salgo del salón para mi siguiente clase, ya se me hizo tarde.

Me separo de Liam ya que no nos toca la misma materia. No tuve la oportunidad de preguntarle por su extraño comportamiento pero lo haré después porque no puedo quedarme con la intriga.

...****************...

Me encontraba un poco inquieto por la mirada que le lanzaba el chico nuevo a Lia, en serio traté de relajarme pero la gota que derramó el vaso fue ver como se acercaba a ella. ¡Ash! no me pude controlar, con sólo ver como ese man coqueteaba con Lia la sangre me hervía de la rabia.

¡¿Pero por qué?!, ¡por qué tenemos que ser hermanos!. Cada vez que la veo no puedo controlar a mi corazón, estoy loca por ella y veo muy difícil que eso cambie.

Aunque yo sé que debo hacer lo posible para que esto no se me salga de las manos. Necesito urgentemente parar todos estos sentimientos por el bien de ambos.

Tocan el timbre para el almuerzo y voy en busca de Lia, ya que dije que íbamos juntos a la cafetería debería cumplirlo. La encuentro y me recibe con una cara sería. Espero que no se haya molestado por mi interrupción en su conversación con el chico nuevo.

-Hablemos donde siempre -ordena Lia.

Caminamos hasta llegar a nuestra banca y nos sentamos.

-Se puede saber ¿por qué te comportaste así? -pregunta Lia.

-E-eh. -No sé que contestarle, no quiero que sepa como me siento en realidad, sería muy embarazoso-. Es que tengo una mala sensación con ese chico, creo que deberías alejarte de él -respondo con una verdad a medias, es cierto que me da mala espina pero también me dio rabia como le coqueteaba.

-No tienes el derecho de decidir con quien hablo o no, ¡que seas mi hermano no significa que tengas algún poder sobre mi! -expresa alzando su voz y parándose. Escuchar eso fue como si me hubieran dado una bofetada, no me duele el echo de que me recrimine sino que me recuerde que entre nosotros solo hay una relación sanguínea-. Además, tú si puedes hablar libremente con la chica nueva pero yo no soy como tú que anda haciendo escenitas por eso -me grita y me detengo ahí, el tono de su voz se siente raro, ¿acaso está celosa?. No, no. No lo creo, debo estar equivocado.

Y la verdad es que ni siquiera le presté atención a esa chica, mis ojos estaban centrados en Lia y el chico nuevo.

-¡Yo sé que soy tu hermano, carajo!. No me lo recuerdes que cada vez es más doloroso -grito y también me levanto. No aguanto más y estallo, ya no soporto esta carga solo, necesito desahogarme-. ¡¿Sabes por qué actué así?!. Desde que supe que eramos hermanos algo se rompió en mi, sé que teníamos poquito tiempo de conocernos pero sentía y siento cosas por ti que no debería. -Hago una pausa intentado tranquilizarme y me queda mirando boquiabierta, seguro no se esperaba que tuviera esos sentimientos-. Lo siento, yo sé que no puedo controlar tu vida solo te pido que tengas cuidado con él y también te aclaro que haré lo mismo con su hermana. -recojo mi bolso y me voy, no quiero empeorar la vaina. Tampoco quiero ver su reacción a todo lo que dije.

...****************...

-Hola. Si, ya estamos en posición, los objetivos lo identificados sin problema -anuncia mi secuaz.

-¿Lograron acercarse a ellos?

-Si, aunque todavía no hay una cercanía de confianza pronto cambiará eso.

-Ok, espero que sea así. -Cuelgo la llamada y me recuesto en mi silla relajadamente.

Se acerca el momento de mi preciada venganza. Lastima que ya estén muertos y no lo puedan ver, pero bueno, pronto veré el sufrimiento de sus hijos lo cual es igual de gratificante.

Sólo tengo que ser paciente y muy pronto me pagarán con creces todo el daño que me hicieron.

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