Escucho la fastidiosa alarma, trato de levantarme pero me duele mucho la cabeza. Anoche me acosté súper tarde porque miles de cosas me invadían la mente. ¿Quiénes son mis padres verdaderos?, ¿dónde están?, ¿por qué no están conmigo?, ¿a que se referían con que traicionaron a sus amigos y qué amigos?.
No quiero pensar mal de mis padres, los cuales me han criado con amor todos estos años, sin embargo, con todo lo que escuché ya no se ni que creer. ¡Ay! a este paso me volveré loca.
Me logro levantar y me dirijo al baño, al mirarme en el espejo veo unas horrendas ojeras y mis ojos hinchados, ayer no pude evitar derramar lágrimas por lo sucedido, me dolió y me sigue doliendo que las personas en quienes mas confiaba me hayan mentido toda mi vida. Aunque no puedo dejar que mis emociones estropeen la única pista que tengo, por ahora actuaré normal y trataré de investigar acerca de todo.
-¡Lia! -grita mi mamá o mas bien Elena, no se como llamarla-. ¿Donde estás? -expresa preocupada entrando al cuarto.
Respiro profundo tratando de calmarme, eso de actuar normal ya lo estoy viendo muy difícil.
-¡Estoy en el baño! -le grito en respuesta. Intento arreglarme para que no se de cuenta de mi mal aspecto.
-¿Por qué no te has bañado? -pregunta al verme salir del baño aún en pijama-. ¿Te sientes mal, estas enferma? -articula al ver mi rostro, al parecer no pude ocultarlo bien.
-Estoy bien, solo tengo un pequeño resfriado -miento.
-Por que no te quedas y descansas, justamente hoy me tomé el día libre, puedo estar pendiente de ti y de paso pasar un tiempo de calidad contigo.
Aguanto una cara de horror, lo último que quiero ahora es estar con ella, además, tengo que hablar urgentemente con Liam, necesito desahogarme con alguien.
-No, no. En serio estoy bien, hoy tengo un examen muy importante, no me lo puedo perder -le sigo mintiendo y voy a mi armario esquivando su mirada, saco lo primero que veo, no tengo ánimos para buscar detenidamente la ropa que me pondré.
-Ah bueno, antes de irte a la escuela te tomas una pastilla por si las moscas.
-Bueno.
Entro a la ducha y me baño rápidamente, me pongo la ropa que saqué y observo que no está nada mal. Es un jean negro y una blusa sencilla de color rosado con estampado de flores, me calzo unas sandalias sin tacón y bajo corriendo.
No desayuno principalmente porque no tenía hambre y segundo ya era muy tarde.
Me dirijo inmediatamente al garaje y espero a que llegue Dylan. Ya me está molestando que siempre tenga que esperarlo, preciso rápidamente de mi permiso de conducir, antes no tenía apuro pero ahora las cosas cambiaron y necesito de mi independencia.
Al momento se aproxima Dylan tatareando una canción, al parecer está muy contento.
-Apurate idiota o sino vamos a llegar tarde -le regaño malhumorada.
-Vaya, vaya, al parecer alguien amaneció con el pie izquierdo -se burla.
-No me molestes que no respondo, hoy no estoy para juegos. -Alza las manos en señal de rendición.
-Bueno enana, hoy no te molesto. -Me guiña el ojo y luego se pone serio-. Ayer llegaste tarde -me recuerda y bufo de impaciencia.
-La tarea estaba muy larga y no te metas en mis asuntos -le advierto con brusquedad-. Mejor dejemos de hablar y vámonos para la escuela -expongo cortando la conversación y entro al carro, al rato también entra y pasamos todo el camino en total silencio. Entiendo que exagere un poco mi reacción, yo sé que solo se preocupa por mi pero hoy no estoy de humor.
Casi que no alcanzamos la primera clase, nos tocó correr pero gracias a Dios logramos llegar antes que el profesor.
Las tres horas de clases las pase pérdida en mis pensamientos, no tengo ni idea de lo que explicaron los profesores.
Tocan el timbre para el descanso y recojo mis cosas velozmente para salir en busca de Liam. Llego a la cafetería y me saluda de lejos Kelly y me hace señas para que me siente con ella, le devuelvo el saludo, sin embargo, rechazo su invitación negando con la cabeza.
Logro ver a Liam, quien está sentado en la mesa de los populares. Me da un poco de pena acercarme con tanta gente pero la situación lo amerita. Cuando ya estoy en la mesa veo a mi hermano, me lanza una expresión confundida, nunca me había acercado a él en el almuerzo. Lo ignoro y me dirijo a donde está Liam.
-Tengo que hablar contigo de algo importante -le susurro en el oído. Me da una expresión interrogante pero me hace caso y se para.
Muchos de sus amigos lanzan expresiones pícaras. Hago oídos sordos y nos vamos a un lugar apartado.
-¿Qué ocurre? -expresa Liam mirándome preocupado.
-Ni te imaginas lo que descubrí ayer. -Se me aguan los ojos-. Cuando llegué a mi casa escuché una conversación de mis padres, o más bien de las personas que me criaron. -No aguanté más y me puse a llorar aunque soy de esas persona que no les sucede a menudo, tantas emociones me pasaron factura.
Siempre me he considerado fuerte y que esté ahora vulnerable en presencia de alguien no me agrada para nada y menos que ocurriera en presencia de Liam
Enseguida él me abraza para consolarme, al principio me dolió su contacto pero después la sensación se hizo más soportable. La corriente ya no era tan fuerte, ahora se sentía más bien como pequeñas cosquillas por todo el cuerpo.
Duramos un buen tiempo en esa posición hasta que me calmé. Me ayuda a secarme mis lágrimas y nos separamos, luego le cuento sobre todo lo que escuché a escondidas y se queda callado analizando todo.
-Espera, dime si entendí. Tus padres no son tus padres biológicos, traicionaron a sus amigos dizque por el bien de la humanidad, y no sabemos de sus identidades. ¿Voy bien?. -Asiento con la cabeza-. Al principio me hablaste que tu mamá quería contactarse con una persona, ¿Cómo fue que dijiste que se llama?.
-Ena. ¡No, no!, es Emma, se me había olvidado -al mencionar ese nombre sus ojos se abren de la sorpresa-. ¿Te suena ese nombre?.
-M-mi mamá se llama así.
-¡Pero que coincidencia!. No, ya en este punto no existen las coincidencias.
-¿Por que razón se querrían contactar con mi mamá?
-No lo se, pero debemos averiguarlo pronto.
-Si.. Oye, no te distes cuenta que pudimos tocarnos por bastante tiempo.
Lo cierto es que no le presté atención, estaba más concentrada en mi dolor psicológico que no me di cuenta del físico.
-La verdad es que no.
-Bueno, te lo recuerdo. Aunque todavía se siente una corriente pero es pequeña, hasta es placentera. Entonces desde ahora ya podemos tocarnos sin problemas -expone coqueto. Se me acerca y junta nuestras frentes, al instante siento unas cosquillas y me da una mirada penetrante, me pongo nerviosa y me sonrojo.
-Idiota pervertido -le recrimino y le golpeo el hombro con mi puño separándonos.
-¡Auch! si que pegas duro -se queja-. La pervertida eres tú que piensas cosas malas, yo no dije nada.
-Deja las payasadas que no te pegué duro. Y no te hagas el loco, eres un gran pervertido.
-Si lo hiciste. Y no lo soy.
-Olvidalo eres un caso perdido -expreso molesta y se ríe.
-Cambiando de tema, ¿no tienes ninguna idea de quiénes pueden ser tus verdaderos padres?.
-No, me tocará investigar entre las cosas de mis papás y ver si logro encontrar algo.
-Bueno, yo también investigaré en mi casa.
-Excelente.
Tocan el timbre y nos dirigimos a nuestras respectivas clases. Las personas me miraban raro, supongo por lo de la cafetería, espero que no me inventen una relación con Liam.
Medito sobre lo de investigar y creo que el mejor día es mañana, hoy mi mamá está en casa así que necesito que ellos no estén presentes.
No sé, pero tengo un buen presentimiento con esta búsqueda, siento que pronto encontraré todas las respuestas a mis preguntas.
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