CAPÍTULO 15

Que cueva tan impresionante.

Liam tiene la linterna del celular prendida aunque prácticamente es innecesaria, todo está iluminado por luces de diferentes colores. Pareciera que el lugar tuviera vida propia, hasta juraría sentir que respira. No puedo creer que exista algo tan hermoso.

Avanzo lentamente procesando lo que veo. La cueva no es muy grande aunque eso no le quita lo majestuosa que es, toco las paredes y a pesar de que las piedras son duras y rugosas, al tacto se siente suave.

Es bastante alta, aunque no lo aparenta. Es semi redonda, al fondo se ve un angosto camino y me dirijo hacia allá. Liam va detrás de mi. No hemos dicho ni una palabra desde que estamos aquí, será que también está sorprendido con lo que descubrimos.

Cuando llego al final del camino mis ojos se abren más de lo que estaban y me paralizo cortando el paso a Liam ocasionando que se choque con mi espalda. Pensé que nada podía superar el paisaje anterior, pero esto es otro nivel.

Esta parte es un poquito más grande que la de la entrada. En el centro hay un estanque con agua cristalina, se ve tan fresca. Las paredes están llenas de pinturas rupestres, los dibujos son un poco extraños pero se alcanza a entender, hay un árbol y dos personas al lado, una mujer y un hombre. En otra escena aparece un barco gigante, varios animales y ocho personas.

Miro a todos lados y no logro ver la piedra elemental, al parecer ya no está. No sé porqué, pero eso no me deprime, siento que tenía que estar en este lugar.

Reparo más los dibujos y de pronto escucho unos susurros que hacen que me acerque a la pared, la toco con mi mano y escucho las voces más fuertes pero no entiendo que dicen. Me abruma tanto que retiro mis manos.

No me di cuenta de que Liam está a mi lado, y también estaba tocando la pared.

-Escuchaste eso, ¿verdad? -le pregunto acercándome a él.

-Si, oía varias voces aunque no entendía que decían.

-Me pasó lo mismo.

Por un impulso que salió de no sé donde tomo la mano de Liam y toco la pared de los dibujos. Enseguida siento como si estuviera en un elevador a máxima velocidad y cierro los ojos tratando de amortiguar la intensa sensación.

Cuando ya no siento nada los abro lentamente esperando adaptarme a la luz y espero un momento a que se me pase el mareo que me dejó. Luego quedo estupefacta.

Hoy ha sido el día en que he visto los lugares más hermosos y he vivido cosas irreales, pero bueno, tengo poderes, que más irreal que eso.

-Estas viendo lo mismo que yo, o ya me volví loco. Pellizcame para ver si esto no es un sueño. -Le hago caso y le pellizco bien fuerte en el brazo-. ¡Auch!, no tenías que hacerlo tan duro, que brusca eres.

-Tu no especificaste si era duro o suave. Y si, veo lo mismo que tu, no estás loco y ni es un sueño.

-Pero como es posible que estemos en este lugar, mira todos estos árboles y animales. Si te fijaste en esas dos personas desnuda, ¿no?.

-Si. -Lo halo para escondernos detrás de un arbusto-. No dejemos que nos vean. Esta escena se parece a la de Adán y Eva -menciono obviando todo lo que vemos en el panorama.

-Si, como el dibujo de la cueva.

-Entonces al tocar la pared juntos nos trasportó aquí.

-Así es... ¿Será que nos podrán ver?.

-No sé, pero tampoco debemos ponernos en evidencia, más vale prevenir que lamentar.

-Tienes razón -expresa Liam y nos quedamos callados porque se acercaban las dos personas desnudas.

-Adán, me encantan nuestros poderes, es un gran regalo por parte de Dios, él ha sido bueno con nosotros.

-Así es Eva, con esto podemos vivir más fácil.

-Me gustó que me haya tocado el agua y la tierra, el fuego no es lo mio. -Alza su mano y hace figuras con el agua.

Miro a Liam y está igual de atónito que yo. ¡¿Ellos tenían poderes?!, pero por qué no aparece en la biblia. No me considero una experta en el tema, sin embargo, casi todo el mundo sabe de esa historia y claramente jamás había escuchado de eso.

-Adán, ya no aguanto el deseo de comer esta fruta, yo sé que Dios no los prohibió pero se ve tan apetitosa. La serpiente me aseguró que no nos matará. -Camina hacia un árbol gigante y arranca un fruto muy extraño aunque no por eso menos exquisito a la vista. Le da un mordisco y jadea de lo rico, después le ofrece a Adán y también come.

Después de unos cuantos segundos ambos se observan asombrados y corren buscando hojas para cubrir su desnudes.

Luego se escucha una poderosa voz y Adán y Eva se esconden.

-¿Donde están? -pregunta la fuerte voz.

-Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí -respondió Adán.

-¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé que no comieras?

No puedo creer lo que mis ojos están viendo. Como es posible que estemos mirando una historia que pasó hace mucho tiempo.

Aprieto la mano de Liam tratando de no ponerme histérica, lo cierto es que en ningún momento las hemos separado y tampoco tengo la intención de hacerlo. Ese pequeño contacto me recuerda que no estoy sola.

Me aturdo y no escucho lo que hablan, respiro hondo intentado serenarme y lo logro después de unos segundos.

-Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti -le dijo a Eva-. Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida -declaró a Adán-. A causa de su desobediencia les quito el gran regalo que les di antes, desde ahora tendrán que trabajar con su sudor y sangre.

Se eleva una piedra. Y de ellos salen unas luces, de Adán verde y naranja, de Eva azul y café.

Las luces se dirigen a la piedra y se forma una luz cegadora que poco a poco se va desvaneciendo y la piedra queda con los cuatros colores.

¡Oh por Dios!, ¿Así se creo la piedra que encontraron mis papás?. Jamás me lo hubiera imaginado.

Después vuelvo a sentir que estoy en un elevador a máxima velocidad y se que la aventura no se ha acabado. Miro a Liam con terror y me da una mirada reconfortante. Aprieto su mano con demasiada fuerza y solo espero a que pase esta horrible sensación.

Cuando siento que ya estoy en tierra firme abro los ojos y quedo en shock.

¡Y ahora que!.

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