CAPÍTULO 10

Me siento un poco inquieto pero a la misma vez feliz. Estar con Lia es lo más lindo que me pasó en el día, su sola presencia me trae paz. Por otro lado, todo el tema de los poderes me tiene en tensión.

Nunca esperé que me pasaran estas cosas a mi y menos con alguien que acabo de conocer. Es ahora y todavía no me creo todo lo que nos está sucediendo, pero bueno, tendré que acostumbrarme.

Llegamos a mi casa. Guardo el carro en el garaje y entramos. Dejo las llaves en una mesita de la sala y caminamos hasta llegar a la puerta del patio.

La abro y espero a que pase primero Lia. Su cara es de asombro, lo cierto es que el patio de mi casa es bastante lindo. A mi mamá le gusta mucho decorar cosas y le apasionan las plantas.

El lugar es amplio. El piso es de césped natural, tiene alrededor un muro de madera más alto que yo, por lo que nadie puede vernos. Hay unos sillones y unas plantas organizadas simétricamente.

-Verdad que es grande, también es muy lindo y está muy ordenado -expresa Lia admirando todo.

-Si, gracias. A mi mamá le encantará escuchar eso, se esmeró mucho en decorarlo.

-¡Wuao! es impresionante que ella lo haya echo.

-Así es. Bueno a lo que vinimos, si quieres deja tu mochila en el sillón para que estés mas cómoda -le propongo señalando donde dejé la mía.

-Si, claro. -Camina y la coloca donde le señalé.

-¿Y ahora cómo practicamos?. No hay un libro con instrucciones para aprender a controlar poderes -menciono con ironía.

-Pues no existe ese libro pero nosotros podemos solos -articula con determinación-. O eso creo -susurra.

- Si, si, tienes razón, nosotros podemos con esto -le devuelvo el animo. Luego le toco el brazo con mi mano y la retiro rápidamente-. Perdón se me olvidó que no te puedo tocar. ¿Será que alguna vez podamos tocarnos sin sentir esa corriente?

-Tranquilo, te entiendo. Y respondiendo a tu pregunta no sé, tendremos que intentarlo varias veces y si no hay cambios es porque definitamente no hay solución.

-Lo practicaremos luego, primero aprendamos a controlar nuestros poderes... Entonces empecemos, ¿nos centramos en uno solo o lo practicamos al mismo tiempo?.

-Es mejor uno por uno. Iniciemos contigo.

-Ok -respondo nervioso, no quiero perder el control como la última vez.

-Tus poderes son bastantes peligrosos, necesitas urgentemente aprender a controlarlos. Primero intenta practicar el aire.

-Bueno. -Estiro mi cuerpo tratando de relajarme. Pienso en lo que sentí el día de la fiesta, esa energía rodeándome era tan placentera.

Me enfoco en el aire. En esa brisa fresca que ahora está pegando.

-Cuando dominé el agua el día del incidente, me concentré en la energía que se siente y que te conecta con el elemento. Imagina y convéncete de que puedes manejarlo a tu antojo -me explica Lia con voz serena. Y me distraigo.

-¡Vaya! ya eres todo una experta. Y que, desde ahora tendré que llamarte mi sensei -bromeo.

-No seas bobo. No soy experta, sólo te cuento como fue que controlé el agua ese día para ver si te ayuda. Todo eso fue un chiripazo causado por la adrenalina, todavía no lo manejo muy bien.

-Bueno, bueno. Si tu lo dices.

-Dejemos de hablar de mi y concentrate en practicar -me regaña.

-Ok sensei -respondo con tono divertido y hago una referencia juntando las manos. Gruñe de frustración y me río de ella. Luego vuelvo a entrenar.

Ya llevo una hora ensayando y sólo he logrado hacer un mini remolino, si bien, peor es nada.

No quise intentar con el fuego porque me da miedo a descontrolarme, yo se que en algún momento me tocará pero por ahora me centraré en el aire.

Le toca el turno a Lia y se defiende bastante con el manejo del agua, puede elevarla y hacer figuras sencillas como un corazón. Fue un espectáculo digno de admirar. El control de la tierra se le complicó un poco, sin embargo, con la práctica todo mejorará.

El tiempo pasó volando que ya era de noche, miro mi celular y son las 6:10. ¡Vaya! llevábamos mucho tiempo practicando, ni lo sentí.

-Mierda -alcanzo a escuchar que susurra Lia-. Ya es tarde y tengo varías llamadas perdidas de mi hermano. -Gruñe de irritación-. Ese imbécil es tan sobreprotector. Él si puede salir las horas que quiera y yo no.

-Entiendelo, estás con alguien que no conoce muy bien. Además, que es muy guapo, de pronto piensa que no puedes resistirte a este hermosura -expreso señalándome con arrogancia-. Si supiera que ni siquiera podemos tocarnos -articulo con cara de sufrimiento.

-Que engreído eres. Suerte mía que sea así. Más bien llevame rápido a mi casa, ya me está dando hambre.

-Te iba a invitar la cena pero si tienes que te irte ya, será para la próxima.

-Si, si. Para la próxima. -Recoge su mochila y nos dirigimos al garaje. Tardamos 15 minutos en llegar, no queda muy lejos.

-Chao, nos vemos mañana -se despide agitando la mano y hago lo mismo. Espero a que entre a su casa, la cual es gigantesca, y me devuelvo a mi hogar, a espera de mi mamá.

...****************...

Abro con mis llaves y hay un gran silencio. Supongo que mi hermano está en su cuarto, no creo que salió hoy, y mis papás todavía deben estar en el trabajo.

Subo las escaleras para dirigirme a mi cuarto, me detengo al ver que la habitación de mis padres tiene la puerta medio abierta y la luz encendida. Que milagro que ya estén en casa, aprovecharé para decirles que ya llegué.

Cuando ya estoy en la puerta escucho la voz preocupada de mi mamá, menciona mi nombre y me pongo en alerta. Me acerco sigilosamente y presto mayor atención.

-En estos días he tenido un mal presentimiento. Debemos contactarnos con Emma para ver si todo está bajo control.

-Cariño, desde hace mucho tiempo que no nos contactamos con ella, seguro esta bien, así como nosotros también lo estamos. Debe ser la mudanza que te tiene afectada -le tranquiliza mi papá.

-No lo creo, en estos días no me he podido sacar de la mente lo que pasó hace años. Eso de hacernos cargo de Lia cuando era bebé y lo que hicimos por el bien de la humanidad, aunque eso no justifica que obramos bien, traicionamos a nuestros amigos.

Dejo de escuchar y me voy a mi cuarto atónita. Miles de preguntas se formulan en mi mente. ¿Soy adoptada?. ¿Traicionaron a sus amigos?. ¿Por el bien de la humanidad?.

No soy capaz de pensar razonadamente. Todo lo que he vivido hasta ahora ha sido una mentira, mis padres que tanto he querido me han ocultado información relevante, siento que ya no los conozco.

Seguro que ellos deben tener alguna idea de lo que me está pasando, lo de los poderes y Liam. Pero ahora que sé que me ocultan cosas no puedo confiar en ellos, la única persona en quién debo confiar por ahora es en Liam.

Aunque me duela todo lo que descubrí esto es un gran paso para saber toda la verdad.

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