Joshua
Cuando por fin volví a casa, la primera persona que encontré fue a una chica que parecía no haber cambiado físicamente, desde la última vez que la vi, ella me vio llegar y sonrió.
-aquí estas – la manera en la que se dirigió a mí, me confundió mucho, yo no la había visto en años, y ella me hablaba como si me hubiera visto ayer – te estaba buscando-
-¿a mí? – respondí confundido
-si, a ti, me llamaste esta mañana, y me dijiste que querías que viniera, ¿ya se te olvido? – ahí caí en cuenta, ella aun me confundía con Caleb
-creo que me estas confundiendo Rachel – le respondí, y la cara de ella cambio al darse cuenta
-lo siento, hace mucho que no te veía, y como Caleb me dijo que tú estabas fuera de la ciudad, creí que eras el –
-tú lo has dicho estaba – respondí y comencé a alejarme, no quería encontrarme con mi madre por accidente
-¿tanto odiabas la idea de casarte conmigo, que te estabas escondiendo de mi? –
-¿Cuál es la diferencia para ti, de casarte conmigo o con Caleb, si ni quiera puedes saber quién es, quien? – respondí
-eras tú quien me gustaba – respondió
-eso crees tú, si de verdad te hubiera gustado en ese entonces, sabrías quien es quien, pero nunca pudiste diferenciarme de Caleb, por eso terminaste acostándote con él en esa fiesta, después de que dijiste que yo te gustaba, fue tanta tu vergüenza al saber que no era yo, que desapareciste –
-¿aun recuerdas eso? – Caleb salió de no sé donde, y nos interrumpió
-¿tú no? digo después de todo se acostó contigo, no conmigo, ¿o tan malo fue, que preferiste olvidarlo? – Respondí – pero bueno al menos ya saben que en el sexo se van a llevar bien, ¿o no? –
Estaba a punto de irme otra vez, pues de quien me escondía, era de mi madre – espera – me detuvo Caleb
-¿ahora qué? –
-necesito hablar contigo, pero también con Damián, así que hay que volver a casa de mi tío –
-como quieras, pero al menos déjame cambiarme la ropa –
...****************...
Cuando llegamos a casa de mi tío, y nos encontramos a Valentina sentada en el Jardín, ella estaba con Ivana, esta nos miro a ambos, y por un momento me pregunte si ella podría diferenciarnos juntos, lo hacía por separado, pero si no podía saber quién era quien, cuando ambos estábamos en el mismo lugar, si no era así, me sentiría un poco decepcionado, eso tenía que admitirlo.
Pero ella no miro a mi hermano, me vio a mí, se disculpo y se retiro, pues Valentina le pido buscar a Damián, cuando paso a mi lado, ella roso mi mano, con la suya, y despejo cualquier duda que yo pudiera haber tenido.
-Caleb, que bueno que viniste, hace mucho que no te veía, te estás volviendo un gruñón, ¿Cuándo invirtieron los papeles ustedes dos? – comento Valentina, quien estaba de muy humor al parecer.
-tenia cosas que hacer – le dijo de mala gana
-pero que hacen ahí parados, siéntense, ni que fueran extraños – ella estaba comiendo algo de fruta, a pesar de que hacia algo de frio, ella estaba disfrutando del poco sol que hacia hoy.
Yo me senté, Caleb también lo hizo, y Rachel se quedo de pie, ahí fue cuando Val la noto.
-¿y tú eres? – le pregunto, y yo me quise reír, porque ella siendo una mujer que parecía tan segura de sí misma, y que muchas veces sentía incluso superior a los demás, no supo que decir.
-es mi prometida – respondió Caleb por ella, y esta se sentó a su lado
-¿de cuándo acá tu estas comprometido? – Intervino Damián, que venía llegando – cariño, ¿no tienes frio? – le pregunto a su esposa, y le acomodo la manta que traía sobre los hombros.
A Rachel casi se le salen los ojos, y ahí si yo no pude aguantar la risa, no todo mundo conocía ese lado de Damián, ella lo recordaba muy diferente, y se sorprendió verlo ahora siendo amable, y hasta cariñoso. Caleb me fulmino con la mirada por reírme de su prometida en su cara, pero yo lo ignore.
-¿tú eres Rachel, la que era presidenta de la clase, en la preparatoria? – hasta que Damián dijo eso, recordé que había sido presidenta de la clase, y la tenía tan poco presente en mi vida que no recordaba eso, ademas, ahora tenía en mente a alguien más.
-entonces ¿ustedes estudiaron juntos? – pregunto Val señalándonos, Damián le tomo la mano, y la puso entre las suyas
-tienes las manos frías ¿segura que no quieres otra manta? –
-ya Villegas, concéntrate, deja de querer abrigarme cada que me vez, estamos tratando algo importante aquí, y me gustaría que primero nos presentaran formalmente –
-como usted mande y ordene señora mía – fue la respuesta de mi primo, yo no me perdía las reacciones de Rachel, ya que para quienes conocieron Damián antes, era raro verlo como era con su esposa, el no era así con otras personas.
-bien, Rachel – comenzó Damián – esta hermosa mujer de aquí, es mi esposa Valentina – ella le dio un manotazo por presentarla así – ahora cariño, ella es Rachel, la disque prometida de este bruto – dijo señalando a Caleb – ah, y es nuestra ex compañera de la preparatoria -
-mucho gusto Valentina – le dijo Rachel – no sabía que estabas casado – le comento a Damián
-¿y así quieres casarte con mi hermano? Ya No sabes nada de esta familia – intervine yo
-¿podrían tomar esta reunión en serio? – nos dijo Caleb. Ya molesto
Damián se cruzo de brazos, y eso fue una mala señal – como tomarte en serio cuando has estado eludiendo tus responsabilidades mucho en estos días, ¿estás seguro de que quiere casarte? ¿Crees que estas casado es fácil o un juego? –
-no lo sé dímelo tu, que te cásate sin haberte graduado, lo haces parecer fácil –
-¿me estas jodiendo verdad? ¿Ahora quiere compararnos con ustedes? Tú mejor que nadie sabes todo lo que paso, no puedes comparar un matrimonio por amor, con uno por interés –
-¿Qué yo mejor que nadie lo sé? – Respondió Caleb – fui el ultimo en entérame que ustedes iban a casarse –
-¿alguna vez superaras eso? – le respondí – si yo me entere fue porque estaba ahí, cuando este idiota, le propuso matrimonio, mientras se desangraba, si no tampoco lo hubiera sabido –
-eso suena tan poco romántico, ahora que lo pienso – intervino Valentina, mientras se comía una fresa, y le quito seriedad a la conversación, que ya mas bien parecía discusión.
Rachel seguía la conversación como quien sigue un partido de tenis
-pero… -siguió hablando Valentina – tengo una pregunta para ambos –
-¿para mí? – dijeron ese par al unisonó
-sí, para los dos, sean honestos con nosotros, ¿de verdad quieren casarte sin amor? –Pregunto – no tengo nada contra ti, ya que ni te conozco – le dijo a Rachel, y después prosiguió – a lo que voy es, el matrimonio no es fácil, se los digo por experiencia, no tiene ni idea de la de veces, que me he dicho ¿hice bien en casarme tan joven? ¿Y con un hombre con un carácter tan difícil? Y déjame decirte una cosa Rachel, el carácter, de los Villegas es algo casi similar en todos los hombres de esta familia, ¿crees poder con ello? –
-auch – dijo Damián – un golpe con el puño cerrado en la cara, me habría dolido menos que eso, ¿sabes? También tengo sentimientos, aunque no lo parezca -
Valentina lo miro – sabes que te amo, pero tienes que admitir, que puedes ser todo un dictador cuando te lo propones –
Damián ladeo la cabeza y la miro, si alguien podía decirle sus verdades era ella, le tomo la mano y se la estrecho – gracias por haberte quedado conmigo, apesar de todo – le dijo y después le beso la palma, ahí me di cuenta de que eso era a lo que yo aspiraba con Ivana, una relación que superara las expectativas de todos, y que si tenía el apoyo de Valentina podía lograrlo.
-ya paren ustedes dos, cuando se ponen así me empalagan – intervino Caleb
-mira, Val tienen razón, si ustedes dos no ponen de su parte, al final ese teatro que están armando se va a derrumbar como castillo de naipes, así que tienen que plantearse muy bien si quieren seguir con esto, si es así, adelante, tienen mi apoyo, si no mejor, ni le busquen – les respondió Damián, bastante serio.
Ambos se quedaron en silencio, y Valentina estornudo, y Damián se puso de pie – vamos adentro no quiero que vayas a resfriarte –
-por Dios Villegas como exageras, solo estornude una vez, no voy a resfriarme por eso – respondió, pero se puso de pie, para irse con el – solo me voy porque esa silla es incomoda y ya me canse –
-consigamos sillas nuevas, y hay que tirarar esas tan incómodas a la basura –
-para ya por favor, solo aléjate de mí me estas hostigando – Valentina se quiso echar a correr, pero Damián la alcanzo, la cargo, y se la llevo al interior, mientras ella gritaba que la bajara
-¿siempre son así?- quiso saber Rachel
-¿así como? – pregunte ya que para mi era normal su manera de ser
-bueno, pues parece, que Damián trata de sobreprotegerla mucho, yo no creo que haga tanto frio hoy –
-no lo entenderías, tendrías que pasar más tiempo con ellos, además ahora que Valentina está embarazada, Damián se volvió un poco mas paranoico, con al asunto de protegerla, como sea yo también me voy, me parece que ustedes tiene cosas de que hablar –
-wow, de verdad si me hubieran dicho Damián sería el primero de nuestra generación en casarse y tener hijos, me habría reído en la cara de esa persona –
Me levante y los deje hablando, esta estúpida conversación no iba a ningún lado para mi, quería ver a Ivana, necesitaba hablar con ella, y la encontré en la enorme alacena que estaba anexada a la cocina, ahí se guardaba toda la comida y demás cosas necesarias para mantener esta enorme casa.
-deja eso, lo hago por ti – estaba cargando un paquete de botellas de agua, así que se lo quite y lo puse en su lugar.
-hablemos – le pedí
-¿sobre qué? – me pregunto
-sobre tu madre, Damián quiere que vaya a investigar, y quería preguntarte si irías conmigo, me imagino que ustedes dos tienen mucho que hablar –
Ella se quedo en silencio mirando el piso y después de mucho tiempo, me miro – está bien, ¿Cuándo quieres ir? –
Sé que no sería fácil para ella hablar con su madre ahora que sabía ciertas cosas, pero era necesario, así que me aseguraría que ella cerrara ese capítulo de su vida y pudiera seguir adelante con sus sueños, necesitaba que ella comenzara a pensar en el futuro… un futuro conmigo.
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