Capítulo 10 Un nuevo capítulo de mi vida

Cuando Ivana me dijo que Valentina se había encerrado en el baño, tuve una ligera idea del porqué, así que sin decir palabra fui a buscarla. Le toque la puerta varias veces y no hubo respuesta. sin esperar más abrí la puerta de una patada.

La encontré sentada en el piso, estaba tan metida en su mundo que apenas se sobre salto cuando abrí la puerta.

-cariño ¿Qué sucede? – pregunte inclinándome a su lado, ella no respondió, solo extendió la mano, y me dio lo que tenía en ella, era una prueba de embarazo, el resultado era positivo, así que me senté también en el piso con ella.

-¿Qué vamos a hacer ahora Damián? – me dijo finalmente 

-¿Cómo que vamos a hacer? Vamos e tenerlo cariño –

Ella me miro con los ojos llorosos –aun no estoy lista para ser mamá, estoy muy asustada – me confeso, yo también lo estaba, pero no podía demostrárselo, así que solo la abrace, y ella comenzó a llorar.

A lo largo de nuestro matrimonio los sustos de posibles embarazos no habían faltado, pero hasta ahora el resultado de las pruebas nunca fue positivo, ambos queríamos esperar para tener hijos, pero al parecer ese bebé ya estaba en camino, y no lo podíamos regresar. Entendía por qué Val estaba llorando, teníamos muchos planes antes de ser padres tanto individuales como en pareja, y ahora tendrían que aplazarse al menos un año.

-¿Qué va a pasar con la boda? – me pregunto 

- podemos posponerla, tranquila –

-¿tú crees? No creo que mi madre reaccione muy bien, ambas familias parecen emocionadas –

-creo que papá se emocionara mas por un  nieto, que por una boda – le respondí 

-esto es ridículo, siento que estoy actuando demasiado infantil, yo sabía  que esto nos podría pasar en cualquier momento, no sé por qué estoy así, las pruebas fallan, deberíamos consultarlo primero con un doctor, aunque creo que esta vez es verdad –

-tranquila, eso haremos okey, aquí estoy yo no es como que estés sola en esto, no soy la mejor persona, pero los voy a proteger a ambos, ahora levántate el piso esta frio –

Ella se levantó cuando le ofrecí mi mano, y se dejo guiar fuera del baño – ¿por qué rompiste la puerta? –

-era la solución más rápida – respondí y la saque de la habitación, para llevarla a la nuestra. Ella me siguió, y en cuanto entramos se dejo caer en el sofá, y abrazo uno de los cojines y encendió la televisión. Para mí eso era señal de que ella no quería seguir hablando por el momento, así que la deje estar.

...****************...

Seguí a Joshua, este bajo las escaleras y entro en la biblioteca, entre tras él y cerré la puerta. 

-¿sabes que es lo que me molesta de todo esto? – 

-no, no lo sé –

-que tú creas que esas tonterías que acabas de decir me importan, me he sentido confundido respecto a lo que siento por ti, desde hace tiempo, y cuando admito lo que siento, me sales con eso –

-¿acaso ya olvidaste mi pasado? ¿Qué va a decir tu familia si te relacionas con una empleada que además fue dama de compañía? –

-soy lo bastante grandecito para decidir lo que quiero hacer con mi vida, y respecto a lo otro eso no fue tu decisión – 

-a la gente no le importa si fue mi decisión o no, ¿acaso no notas? las otras empleadas me tratan un tanto diferente, si comienzo algo contigo seré duramente criticada, por los demás, dirán que yo te seduje, por interés y demás –

- a mi no me importan las criticas, estoy dispuesto a llevarle la contra a mi familia, si es necesario –me respondió 

-pero yo no quiero ser la razón por la cual te lleves mal con tu familia – le respondí 

-demasiado tarde, ya tengo problemas en mi casa, que mas me podrían hacer – 

-¿por mi culpa? – pregunte 

-no, no te preocupes por eso – 

-igual puedes hablar conmigo, si quieres hablar con alguien – 

-no me cambies de tema - me respondió

 -tu cambiaste de tema primero -  respondí mirando a todos lados menos a el 

-entonces cambiemos de tema de nuevo, ya admitiste que si te gusto, ¿puedes al menos intentar darme una oportunidad?-

-¿puedo pensarlo? – 

-está bien solo no lo pienses mucho, mi paciencia es poca – me respondió y se salió de la biblioteca, una vez sola, me deje caer en el sofá, por mucho que me gustara, nunca había fantaseado con ser correspondida, para mi estaba bien que fuera un amor unilateral, mientras no lo viera con alguien más sentía que podía soportarlo.

Ahora me sentía entre la espada y la pared, una parte de mi me decía dile que si, y otra me decía que era demasiado riesgoso, y que no era ético siendo que este era mi lugar de trabajo.

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Algo que no me gustaba de esta casa era el tamaño, quería ver a mi hermana y no sabía por dónde comenzar a buscarla, y no me animaba a subir la escaleras, sentía que esa parte de la casa era más para la familia, que para las visitas, yo me consideraba lo segundo. 

Para mi buena o mala suerte, Dominic venia bajando los escalones, parecía que estaba de salida, y además de buen humor, ya que tarareaba una canción mientras se abrochaba un reloj. 

-oye espera, ¿Dónde está mi hermana? – 

-ella debe estar arriba con Damián – respondió encogiéndose de hombros 

-¿sabes si bajara a cenar? No la he visto en toda la tarde, mamá dice que tiene jaqueca, yo no quiero cenar sola – 

-que mal – me respondió –cenaría contigo, pero ya tengo planes, pero sube a buscarla – 

Dominic no me dejo más opción que subir las escaleras, llegue a la habitación que ella ocupaba, pero la alcoba estaba vacía, y la puerta estaba rota, eso me preocupo, así que me dirigí a la habitación de Damián, toque la puerta y el abrió un momento después.

-¿Qué paso haya? – pregunte señalando hacia la otra habitación 

-se trabo la puerta – me respondió el, pero se hizo a un lado, y me dejo pasar 

Val estaba sentada viendo televisión envuelta en una manta, intentó sonreír cuando me vio, pero esa sonrisa no llego a sus ojos, estaba claro que algo pasaba.

-¿Por qué no te quedas aquí un rato y le haces compañía? – Damián también parece que estar a punto de salir

-pero yo quería cenar, venía a buscarla para eso – 

-puedes traer tu cena aquí – me dijo mi cuñado –es mas voy  a pedir que les traigan de cenar a ambas –

-no tengo hambre – respondió mi hermana 

-tienes que comer algo, no has comido nada en toda la tarde – Damián se acerco a ella y le dio un beso en la frente – ya vuelvo – 

Durante el resto de la noche trate de sacar tema de conversación con Val, pero ella no hablo ni, ni comió mucho tampoco, estamos viendo una serie, eso me recordó a los viejos tiempos, cuando éramos más cercanas y solíamos contarnos secretos.

Val se recostó contra mí, después de mucho tiempo en silencio por fin hablo - ¿crees que yo podría ser buena madre? – 

Su pregunta me tomo desprevenida, y no supe que responder.

-me preocupa tener un hijo y no ser buena madre – 

-¿Por qué no lo serias? Siempre has sido una excelente hermana, me cuidabas cuando mamá debía ir al hospital con papá, creo que cuando tengas hijos será muy buena madre, de eso no tengo la menor duda – le respondí 

-me haces sentir más tranquila de alguna manera – me respondió recostándose en mis piernas, como yo solía hacerlo cuando era niña, así que hice lo que ella hacia conmigo, acaricie su cabeza hasta que se quedo dormida, el sueño me venció a mi también en algún momento desperté cuando alguien me movió.

-Estela, ya puedes ir a descansar – me dijo Damián, al tiempo que se inclinaba para llevarse a Val en sus brazos –si no quieres bajar las escaleras para ir hasta tu habitación, usa la de Val – me dijo, abrió un poco la puerta corrediza con el pie y despareció hacia el interior de la alcoba.

Estaba tan cansada que me deje caer sin más sobre la cama, y no desperté hasta la mañana siguiente, cuando pase al baño, fue que recordé que la puerta estaba rota, había varias cosas tiradas en el piso, pero hubo algo que llamo mi atención, había una prueba de embarazo sobre el lavabo, y era positiva, ahí entendí la actitud de mi hermana la noche anterior, ahora mi pregunta era.

¿Cómo se rompió realmente esa puerta? Salí del baño y fui a buscar a Val, estuve tocando la puerta pero nadie abrió.

-¿no crees que es muy temprano para hacer tanto ruido? – me di la vuelta y vi a Dominic, estaba en la puerta de su habitación mirándome con cara de pocos amigos 

-es que no abren la puerta – 

-ellos no están, ayer Damián dijo algo de ir al doctor temprano hoy, y ya son más de las diez –

Ya no dije nada teniendo en cuenta lo que encontré en el baño, me imagino que lo mejor sería que lo corroborarán con el doctor, a lo lejos oí la voz de mamá, era muy temprano para tratar con ella, me preguntaría por Valentina, y yo no tendria la respuesta, así que sin pensarlo mucho corrí hacia la habitación de Dominic, lo empuje al interior y cerré la puerta. 

-¿Qué haces? – me preguntó confundido, solo ahí caí en la cuenta de que por primera vez en la vida estaba en la habitación de un chico como de mi edad, estábamos solos, y el solo traía el pantalón de su pijama 

-lo siento, lo hice sin pensar – respondí, abriendo un poco la puerta, la voz de mamá se escucho más cerca, pero el volvió a cerrar la puerta, así que cuando me di la vuelta lo tenía frente a mí. 

-parece que te estás escondiendo de tu mamá, puedes quedarte aquí hasta que se vaya – me dijo eso y se metió al baño.

Mi corazón latía con fuerza – cálmate, el no es tu tipo en absoluto - me dije tratando de convencerme a mí misma, de que sentir algo por el cuñado de mi hermana era una tontería.  

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