Capítulo 11 Una muerte anunciada

Después de buscar por toda la casa, encontré a Román que venía llegando - ¿Dónde está mi hijo? ¿Qué le hiciste? – lo enfrente, estaba comenzando a desesperarme 

-no tengo la menor idea, pues por si no lo notaste vengo llegando – 

-dios como haces escándalo – me dijo la tal Linda 

-¿viste a mi hijo? –

-no soy su niñera – me respondió – pero vi a tu madre salir con el más temprano – tenía un sonrisa burlona en su cara, me daban ganas de borrársela de una bofetada 

Eso no podía ser posible, a mi madre no le gustaba estar con mi hijo, tenía que ser una mentira, me di la vuelta y salí al jardín llamándolo, debía estar escondido en alguna parte, le encantaba jugar a las escondidas. 

Un taxi se detuvo en la entrada y mi madre se bajo de él, pero venia sola - ¿dónde está mi hijo? Me dijeron que te vieron salir con el –

-lo lleve a donde debería estar, olvídate de el – 

-¿has perdido la cabeza? El lugar de Dionisio es conmigo, su madre – 

-te recuerdo que el aun sea apellida Villegas, tiene derecho a todo eso – 

Tome a mi madre de la solapa de su camisa y la sacudí - ¿A dónde lo llevaste? – Ella se zafo de mi aterrada – se lo lleve a Giovanna – me respondió 

Furiosa la empuje, y me subí al taxi, le di la dirección y salí en su búsqueda, si algo le pasaba a mi hijo, jamás se lo iba a perdonar.

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Dimitri

-¿Qué hace ese niño aquí? – le pregunte a mi madre al ver al hijo de Vania 

-te dije que te ayudaría, pues bueno hace unos días hice una visita y digamos que convencí a tu ex suegra de que este niño que aun lleva tu apellido, y que podía obtener una pensión o algo por estilo –

-no es mi hijo, no tengo por qué darle nada – 

-pues se nota que no tienes hijos, porque de lo contrario sabrías que este niño es la debilidad de Vania, ella vendrá aquí por él, y por fin podrás verla, debe venir en camino, me costó solo algo de dinero que la abuela de este niño lo dejara aquí, esa mujer está desesperada por tener dinero para irse –

-no sé si debería felicitarte, o asustarme por tus ideas un tanto retorcidas – le respondí a mi madre 

-¿quieres vengarte de Vania? Sabes cuál es la mejor manera, quédate con su hijo – 

-¿quieres que crie al hijo de otro solo por venganza? – 

-este niño podría convertirse en un dolor de cabeza algún día, si crece con el rencor de su madre querrá venganza, si lo dejas vivo, en unos años llegara a tu puerta y causara problemas, en cambio si lo llevas contigo, su madre nunca moverá un dedo en tu contra para hacerte daño por miedo a que te desquites con el- 

Vania entro haciendo un escándalo y se paró en seco al verme, tal vez mi madre tenía razón esta mujer me debe muchas, y nunca se las cobre como se debe, yo iba a dejarla ir, cuando anuláramos el matrimonio, pero ahora la tenía enfrente y todo lo que hizo en el pasado, lo que le hizo Dana, aun no se lo había perdonado.

-¿Qué… haces aquí? –logro decir 

-hola Vania, cuánto tiempo – 

-Giovanna ¿Dónde está mi hijo? – 

-ya no es tu hijo, al menos no legalmente, tu madre me trajo el documento en donde tu cedes la patria potestad al padre, esta firmado por ti, te recuerdo que legalmente su padre es mi hijo –

-yo no he hecho tal cosa, no puedes quitarme a mi hijo –

-antes de verte la verdad no me importaba lo que pasara con tu hijo, pero ahora que te veo solo quiero vengarme por todas las que me debes –

-cóbrate conmigo lo quieras, pero devuélveme a mi hijo –

-por dios Vania, no hay nada que tu le puedas ofrecer a ese niño – le respondió mi madre 

Vania se jalaba el cabello e iba de un lado a otro – esto es ridículo Dimitri tú no quieres a mi hijo, nunca lo quisiste, y menos cuando supiste que de verdad no era tuyo, su padre puede hacerse cargo de él –

-pero él no quiere hacerse cargo de ti, tiene una nueva mujer – mi madre por lo visto estaba bien informada 

En un acto desesperado vi a Vania ponerse de rodillas – te juro que si me lo devuelves, nunca en tu vida nos vas a volver a ver a ninguno de los dos, será como si hubiera muerto –

-sabes, cualquier otro día te habría dicho que si, pero ahora me gustaría ver como la pasas mal, así como yo la pase por años, por tu culpa, sigo pagando las consecuencias de haberme casado contigo, así que como venganza debería llevarme a tu hijo, para que crezca a la sombra de los futuros hijos de Damián, sabiendo siempre que no pertenece por completo a la familia, ¿debería hacer eso, eso te haría sufrir? – 

Ella no tuvo tiempo de responder, caundo fuimos interrumpidos

-mírate que ridícula te vez – una mujer que trabajaba para mi madre entro, parecía estar disfrutando la escena, yo me sentía asqueado, por todo esto, me arrepentía de haberme dejado llevar por las ideas de mi madre.

Vania se puso de pie al verla entrar -¿vienes a regodearte de mi miseria? –

-me encantaría, pero más bien vengo a decirte que tu madre parece estar planeando fugarse, con todas las joyas de tu familia que aún les quedan, ella fue la que entrego a tu hijo por dinero, si yo fuera tú le reclamaría –

Vania salió antes de que la mujer terminara de hablar, todo este enredo me estaba haciendo doler la cabeza, así que me salí al jardín a tomar aire un momento, el hijo de Vania jugaba ajeno a todo lo que sucedía adentro, entre mas crecía más obvio era, que yo no era su padre, cuando levantó la vista y me vio, vino hacia a mí.

-papá, por fin viniste por mi – me dijo bastante serio 

-¿papá? – pregunte confundido, como es que Vania nunca le había dicho que yo no era su verdadero padre, hasta donde yo sabía ellos Vivian con el padre biológico del niño 

-sí, mi abuela dijo, que esa señora era mi otra abuela, y que tu vendrías a buscarme aquí, creí que era mentira – me sorprendió que hablara muy bien para un niño de alrededor de seis años -¿me vas a llevar de regreso a la casa donde están mis tíos, y mi abuelo? –

-tú debes vivir con tu madre, eso es lo correcto – fue lo único que atine a decir 

-pero yo no quiero vivir ahí, no me gusta, además yo quiero ir la escuela – 

-lo siento, pero yo puedo llevarte conmigo, tu mamá no lo permitiría –

-que venga con nosotros –

-ella no puede venir conmigo, y tu tampoco – le dije de una manera más firme esta vez, necesitaba alejarme de este niño, esto me hacia recordar a cuando mamá se fue de la casa, y Dominic quería ir con ella.

Me di la vuelta, para alejare, pero vino detrás de mi – entonces es verdad que no nos quieres ni a mi mamá ni a mí, pero yo te quiero porque eres mi papá –

Estaba a punto decirle que yo no era su papá cuando la mujer antes salió corriendo del interior de la casa, y vino hacia a mi – algo paso, ven conmigo – 

Deje al niño, esperando que no me siguiera, y fui tras la mujer ella parecía asustada.

-¿Qué sucede? – 

-es Vania, ella podría estar muerta – dijo la mujer 

-¿Qué? Acabamos de verla –

-fue a casa y discutió con su madre, no sé qué paso, pero ella cayó por las escaleras o algo por el estilo, el punto es que podría estar muerta –

-¿podría? –

-la casa esta a diez minutos de aquí, podemos ir a corroborarlo –dijo la mujer 

Cada momento que pasaba mi cabeza dolía mas, fuimos a la casa donde Vania se había estado quedando y una ambulancia iba de salida, la casa era un caos.

-¿Qué paso aquí Román? – le pregunto la mujer a un hombre que supuse era el verdadero padre del niño que me seguía diciendo papá

-no tengo la menor idea, yo estaba en la oficina, de repente escuche un grito, y salí a ver, Vania ya estaba en el piso, su madre estaba arriba, no sé qué paso entre ellas, y ni quiero saberlo, solo me han traído problemas estas mujeres, si se muere tendré que dar demasiadas explicaciones, o soltar mucho dinero para que no haya más averiguaciones –

-¿Qué diablos paso? – le pregunte a la madre de Vania 

-ella se negaba a dejarme ir, discutimos, ella jalo mi bolso este se rompió y ella rodo por las escaleras, no creerán que ya la empuje, es mi hija –

-pues yo no te crearía mucho teniendo en cuenta que cambiaste a tu nieto por algo de dinero- le respondió mi madre, se dio la vuelta y se dirigió a la salida, no me quedo más que ir tras ella 

-¿Qué carajos voy a hacer ahora? – mi madre mi miro con cara de ¿no se dé que hablas? – si Vania se muere ese niño va a quedar a mi cargo –

-lo mejor que te puede pasar es que se muera, porque si no lo hace, ella también va a quedar a tu cargo, sigue siendo tu esposa – 

-maldita la hora en la que te hice caso – 

-no seas tan dramático, ¿quieres? Mejor vamos al hospital a ver qué paso –

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Más tarde, ese mismo día…

Traumatismo craneoencefálico, esa palabra resonaba en mi mente una y otra vez, Vania había muerto camino al hospital, ella usaba documentación falsa para vivir en esta isla, pero mi madre termino dándoles su nombre real, según ella era lo mejor, como ella y yo no estábamos divorciados, ahora yo era viudo, y con un hijo, que ni siquiera era mío. 

 A esas alturas mi dolor de cabeza era insoportable, menos mal el doctor me había dado un analgésico, tuve que llamar a mi padre, pues mi estadía en esta isla seria más larga de lo esperado, además no tenía ni la menor idea de lo que haría con ese niño que seguía creyendo que yo era su padre.

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