-¿hasta cuándo vas a estar aquí? – me preguntó Román
-¿de qué hablas? Dijiste que podía quedarme el tiempo que yo quisiera – le respondí
-haber Vania, una cosa es tenerte aquí, a ti, a tu madre y al niño, y otra muy diferente es tener que seguir manteniéndolos –
-Dionisio es tu hijo, no lo olvides – le respondí
-biológicamente lo es, legalmente no, el es un Villegas – fue su respuesta
-¿De dónde viene esto tan repentino? No entiendo –
-no puedo seguir manteniéndolas, tu madre se quiere dar la gran vida –
-puedo hablar con ella, sabes que no tenemos a donde ir –
-puede que no te guste lo que te voy a decir, pero ¿Por qué no te entregas a los Villegas? Me puedes dejar aquí a tu hijo, digo después de todo es mío –
-haber Román, ¿a qué viene todo esto? Hace un momento dijiste que no lo era, por que no lleva tú apellido –
-para empezar tu me usaste, y cuando me dijiste que estabas embarazada, te dije que me haría cargo, pero te fuiste a montarle el drama a Dimitri, cuando te corrió negando que Dionisio fuera suyo –Román se quedo callado un momento -¿Por qué diablos lo llamaste así? No entiendo –
-ya hablamos de eso, era el nombre de mi abuelo – respondí molesta
-como sea, yo te di una segunda oportunidad, debiste haberte divorciado en ese entonces para venirte conmigo, yo ya te podía dar una mejor vida, si te acogí cuando llegaste fue por el niño, y porque te veías miserable, además me dijiste que tu ex suegra estaría de tu lado, no sé por qué te creí, ella me a echo la vida imposible porque estás aquí, y lo siento mucho pero tú sabes que aquí cada quien se rasca con sus propias uñas –
-¿Qué hiciste Román? – le pregunte, pero no tuvo que responderme, Giovanna entro en la sala, venia seguida de Linda, la tipa con la que Román se venía acostando desde hace un buen rato
-¿Dónde está mi hijo? –pregunte
-no seas dramática está afuera en el jardín jugando con mi hija, le pedí que lo entretenga mientras los adultos charlan, siéntate querida –
Sin más opciones me senté, ella se sentó frente a mi - ¿Qué te trae por aquí? – pregunte tratando de que mi voz no temblara, esa mujer tuvo la sangre fría para hacer que su hijo matara a su segundo marido y quedarse con todo, me podría eliminar sin pestañear
-sabes, hubo un tiempo en el que tú y yo podríamos haber sido buenas amigas, hasta aliadas, pero cometiste varias estupideces, la ultima la peor, secuestraste a mi nuera –
-yo también soy tu nuera, te recuerdo que sigo casada con tu hijo mayor –
-no por mucho tiempo querida –
-me imagino que a eso se debe tu visita –
-imaginas bien, mi hijo mayor recurrió a mí para encontrarte, ¿y quieres saber por qué intervine? –
-¿Por qué? - pregunte
– quiero acercarme de nuevo a mis hijos, Damián tendrá su boda religiosa y yo como su madre que soy debo estar ahí – saco un sobre de su bolsa y lo dejo en la mesa –las cosas se pueden arreglar por las buenas o por las malas Vania tú decides, después de todo a nadie le conviene que tu hijo ande por ahí con el apellido Villegas, que tal le da por reclamar herencia en un futuro –
En cuanto menciono a mi hijo me levante – no toques a mi hijo, no te atrevas Giovanna –
Ella también se levantó -¿o qué? Querida tú ya no tienes nada, no puedes amenazarme, puedo hacer que salgas viva de todo esto, no te conviene hacerme enojar, después de todo mi ex marido sigue molesto porque te metiste con su preciada nuera –
En cuanto Giovanna se fue enfrente a Román -¿Qué carajos hiciste? ¿Me vendiste, cuanto te está dando? ¿No te importa tu hijo? –
-cálmate, de hecho lo hago por él, lo mejor es que se deslinde de esa familia y lo sabes, pronto Braulio tendrá nietos legítimos, un bastardo sale sobrando, pero si me lo entregas, yo puedo darle mi apellido y hacerme cargo de él, Linda también está dispuesta a cuidarlo – dijo Román
-nunca, escúchame bien nunca, te voy a dar a mi hijo, primero muerta – le respondí y salí al jardín a buscarlo
...****************...
Una semana después…
-estoy demasiado estresada Ivana, no puedo creer que haya tantas cosas que hacer para una boda, y para colmo, mi dama de honor esta en reposo – me deje caer en la cama exhausta
-su madre quiere muchas cosas – me dijo ella
-ya lo sé, se está aprovechando de que mi suegro le dio libertad de hacer lo quiera, debió haberle puesto un límite –
- ¿y si se lo pone usted? –
Me senté y vi a Ivana – ya viste que es la mujer más terca que existe, creo que por eso papá se fue, ya quería descansar de ella –
De repente me sentí con el estomago revuelto - ¿todo bien? – Ivana me miro extrañada
-creo que comí demasiado, ya se me pasara – me quite un mechón de la cara y lo puse detrás de mi oreja, ahí note que me faltaba un pendiente – Ivana ¿recuerdas si traía ambos pendientes?
-los traía, tal vez se le cayó uno en el baño ahorita que se recogió el cabello – respondió ella
-ayúdame a buscarlo, fue un regalo de Damián, me va a preguntar por ellos – ella asintió y ambas fuimos al baño, estuvimos en el baño buscando en el piso.
-no hay nada aquí – dijo Ivana un rato después
-hay no, ¿y si se me fue por el lavabo? – le dije ya un tanto preocupada
-no lo creo – Ivana tomo la toalla para secarse las manos, que estaba hecha bola, para volver a doblarla, y el pendiente cayó al piso , ambas nos echamos a reír – esta toalla ya está algo sucia, voy a poner una nueva – me dijo ella mientras yo recogía el pendiente del piso, para desinfectarlo.
Ivana abrió el gabinete que estaba debajo del lavabo para sacar una toalla para manos limpia, un paquete de toallas sanitarias salió rodando y termino en mis pies, ahí caí en cuenta en una cosa, el mes pasado no me había bajado, yo era muy regular, y ahora estaba con un retraso evidente. Ahí comencé a preocuparme, desde que nos casamos Damián y yo tuvimos varios sustos de embarazo, así que yo debía tener alguna prueba por ahí, la última vez el compro varias.
-Ivana ¿me puedes dar un momento? Quisiera estar sola –ella asintió y se salió
En cuanto me dejo sola comencé a buscar en los cajones hasta que encontré una, la caja estaba un poco apachurrada, pero aun servía. No era que Damián y yo no quisiéramos hijos, pero queríamos esperar unos años más, por eso aparte del preservativo yo también me cuidaba.
No podía estar embarazada ahora con una boda encima, mi madre no estaría feliz, además yo quería avanzar en mi carrera antes de ser mamá, recién me estaba graduando, di varias vueltas en el baño, mientras que pasaba el tiempo de la prueba, una vez que vi el resultado, me senté en el piso, y me puse a contemplarla. ¿Qué iba a hacer ahora? Sentí que todos mis planes para los próximos meses se vinieron abajo en un instante.
...****************...
Ya habían pasado más de veinte minutos y Valentina seguía en el baño, estaba comenzando a preocuparme, yo tenía la misma sospecha que ella, cada mes yo le hacía un té para sus cólicos, o ella me pedía las toallas, estábamos tan ocupadas con el asunto de la boda, y la graduación, que ninguna se dio cuenta de lo rápido que pasaron los días, el mes pasado no le había bajado.
Decidí buscar a su marido, para que hablara con ella, pero también lo que me detenía era que Joshua estaba con él, y yo lo estaba evitando desde que me dijo que yo también le gustaba.
Vi la puerta del baño que seguía cerrada, y tome la decisión, salí de la habitación para buscar a Damián, el cual estaba en su despacho, toque la puerta y entre, Joshua estaba sentado en una silla a lado del escritorio revisando un documento.
-dime Ivana, ¿Qué necesitas? –
-no sé si debería decirlo o no –
-¿Qué pasa? –
-Valentina lleva casi media hora encerrada en el baño, y ya me estoy preocupando por ella, dijo que la dejara sola un momento, pero ya paso mucho –
Damián se puso de pie, sin decir nada y salió de la oficina, quise ir tras él, pero Joshua me detuvo
-¿hasta cuándo, me vas a evitar Ana? –
-yo, no te estoy evitando, estoy muy ocupada, además tú fuiste el que se fue a su casa de un día para otro –
-quería darte un espacio, pero tú te estás escondiendo de mi –me dijo poniéndose de pie
Yo retrocedí pero me tropecé con mis propios pies y casi me caigo, el me sostuvo de la cintura y me dio un beso en la mejilla, yo me puse roja como tomate, en momento como este odiaba tener una piel tan blanca –vez como no puedes negar que te gusto – puse mis manos sobre su pecho y lo empuje un poco, pero no me soltó.
Un golpe súper fuerte afuera nos hizo separarnos – digamos que si me gustas, pero yo sigo siendo una empleada, y tu eres de la familia Villegas – me salí y fui a ver de dónde venía el ruido.
Llegue a la habitación de Valentina y entre la puerta del baño estaba rota, y vi Damián abrazándola, sentí que era algo muy intimo así que los deje solos.
Una vez afuera de la habitación cerré la puerta Joshua me estaba mirando –tenemos que hablar – la seriedad en su voz me hizo ir tras él, mientras me arrepentía de haber admitido lo que por mucho tiempo estuve ocultando.
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