Capítulo 15 Un secreto por fin revelado

-¿viste a Dimitri, verdad? – me pregunto Val al verme, yo solo asentí 

La madre de Val apareció en escena y ya no tuve que decir más, igual ella lo interpreto por mi cara, que no me fue nada bien. Salimos de la casa de la familia Villegas rumbo a la tienda de vestidos de novia, podía ver el nerviosismo de Val, tendría que decirle en algún momento a su madre porque razón cambiarían la fecha de la boda.

-están demasiado calladas – nos dijo a ambas a medio camino 

-son los nervios Ma – respondió Val, y de nuevo se sumió en su silencio 

-¿Cuáles nervios ya tuviste una boda? –

-pero fue privada, esta tendrá muchos invitados importantes al parecer –

-tan privada que no invitaste a tus padres – 

-ya hablamos de eso, dejémoslo por la paz – 

Yo solo seguía la conversación como quien sigue un partido de tenis de mesa, moviendo mi cabeza de un lado a otro, para mi suerte llegamos al lugar, Estela la hermana de Val ya estaba ahí, pues era la otra dama de honor.

-gracias por venir – le dije al bajarme de la camioneta - no quería estar sola con estas dos –

-quiero ver hasta cuando Val va a ocultarle a mamá su embarazo –

-¿lo sabías también, ella te lo dijo? –

-lo descubrí por casualidad, pero me mantuve callada porque ella no me menciono nada al respecto – respondió, por su voz supe que sentía herida por eso, después de todo ellas solían ser muy unidas. 

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Mientras esperábamos a que nos atendieran nos ofrecieron galletas, estaba nerviosa y tenía algo de hambre, se veían apetitosas, tome una y me estomago la soporto así que sin pensarlo demasiado mientras la mujer hablaba de tipos de vestidos y demás yo seguí comiendo galletas hasta que termine con todas, cuando las dependientas me pasaron al mostrador ya sentía el estomago revuelto, y me sentía arrepentida de habér vaciado el plato yo sola, para mi mala suerte el mezcla de perfume dulzón de una de ella y su aliento a café, estaba comenzando a darme nauseas. Me esforcé tanto por no vomitar, que logre que se me pasara un poco.

-Esta lista – me dijo la chica con un fuerte aliento a café, y yo aguante la respiración, así que solo asentí 

Salí ya con el vestido puesto, me subí sobre la pequeña tarima frente al espejo, al ver mi reflejo, hasta yo me sorprendí cuando me vi con el vestido de novia, me dieron un poco de ganas de casarme.

-divino, me encanta – dijo mi madre 

Estela y Dana parecían de acuerdo con ella por una vez en la vida – sabia que ese modelo le quedaría perfecto – dijo la encargada de la tienda, pero probemos un velo 

Yo solo asentí, mis nauseas eras peor ahora, sentía que si abría la boca y decía algo vomitaría sobre este hermoso vestido, la encargada vino con un velo y se puso a mi lado, mientras me lo ponía estaba demasiado cerca de mí, también olía a perfume y café, pero había algo mas, era aroma a cigarro, Damián había dejado de fumar y se lo agradecía, pero Joshua fumaba de manera ocasional y así descubrí que no soporto ese aroma. 

-esta lista – en cuanto la mujer dijo eso, sentí el vomito subiendo por mi garganta, ralamente no quería ensuciar este precioso vestido, así que me dirigí hacia el bote de basura que estaba en una esquina, apenas alcance a llegar cuando comencé a vaciar el contenido de mi estomago, Dana vino corriendo, me ayudo a levantarme y me comenzó a guiar hacia el baño, Estela venia tras nosotras.

-no debiste haberte comido esas galletas –

-por favor no digas nada mas – le pedí enderezándome, me acerque al lavabo y enjuague mi boca, mi madre estaba tras la puerta exigiendo una explicación –llama a Damián – le pedí a Dana, mi celular está afuera con mis cosas –

-no creo que me responda – 

-inténtalo – le pedí mientras examinaba el vestido en busca de manchas, por fortuna al parecer no tenía ninguna 

-no responde – le quite el celular y le envié un mensaje 

-voy para allá – respondió enseguida 

-no puede decirte que no – me dijo Dana, una vez que le devolví su celular 

-¿le dirás la verdad a mamá, o le inventaras algo? – era lo primero que decía Estela 

-¿lo sabes? – Ella solo asintió, el baño era muy reducido para tener esta conversación -¿Por qué no me habías dicho nada? –

-estaba esperando que tú me lo dijeras –respondió 

-lo siento, debí habértelo dicho, pero ni siquiera yo me hago bien a la idea aun –

-ella lo sabe, y seguro Carlo también – me respondió señalando a Dana

-tú estabas evitándome, y quería decírtelo en persona – 

-hay que salir antes de que mi madre rompa la puerta – fue su respuesta y abriéndola, mi madre estaba ahí y no se veía nada feliz 

 -¿me vas a explicar que acaba de pasar o me vas a dejar con la duda? – me dijo 

Pase a su lado –voy a contarte, pero no aquí, será en casa – 

Cuando Damián llego se detuvo un momento y me vio vestida de novia, estuvo ahi sin decir nada como por un minuto, le gustaba lo que veía, lo sabía. La encargada se aclaro la garganta y nos interrumpió.

-¿Por qué no hablamos en su oficina? – le pidió Damián, la mujer sonrió al saber que esa conversación tendría varios ceros, que pagarían su silencio y el de sus empleadas, mientras salían fui a quitarme el vestido, eso llevaba su tiempo así que una vez que tenía ya mi ropa, y regrese a la parte delantera de la tienda Damián ya había salido.

-vamos a casa – me dijo tomando mi mano 

-¿no van a decir nada? – mi madre estaba cada vez más molesta 

-en casa suegra, hablemos en casa – 

Damián me llevo solo a mí, así que nos le quedo de otra más que esperar.

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Val iba en silencio ni si quiera me dio muchos detalles de lo sucedido – te veías hermosa en ese vestido, hasta me dieron ganas de casarme solo por verte vestida de novia –

-también me encanto el vestido –

-si es lo que quieres tendrás la boda de tus sueños, después de nazca frijolito – le dije tomando su mano 

-hagámoslo, quiero que si en el futuro me pregunta yo pueda mostrarle las fotos, ya que no va a recordarlo –

-primero hay que enfrentar a tu madre – respondí deteniendo el auto, nos habíamos tomado nuestro tiempo en llegar, así que ya la encontramos ahí en la sala, mi padre también estaba presente 

-¿y bien? – Nos dijo mi suegra - ¿Qué paso en la tienda? – 

-comí demasiadas galletas, no me cayeron bien y vomite – 

-¿Por qué vomitaste, estas enferma? – le pregunto mi padre, mostrado preocupación

Val se toco el vientre antes de hablar, yo tome su mano, y la apreté para que recordara que no estaba sola, no éramos un par de adolescentes, estábamos casados.

-estoy embarazada – respondió ella finalmente –así que decidimos cambiar la fecha de la boda hasta que nazca el bebé –

-¿esa era la razón de peso de la que me hablaste? – le pregunto mi padre 

-así es - respondí yo 

Mi suegra se puso de pie – no tengo nada que decir, necesito procesar esto, sabía que pasaría, están casados, pero no se pudieron esperar un año o dos, acabas de graduarte –

-si tan solo me escucharas por una vez en la vida, madre – 

-lo hare, pero no este momento – 

-nunca me escuchas, siempre quieres que se hagan las cosas como tú quieres- le respondió Val y se salió, fui tras ella y la encontró en el jardín, no se veía nada bien 

-¿te sientes mal? –

-solo quiero alejarme de aquí un poco, necesito respirar o voy a ahogarme, llevame a otra parte, por un rato– me pidio

-ven conmigo – la tome de la mano y la lleve al auto, ella no pregunto a dónde íbamos, estuvo en silencio y a mitad del camino me detuve y le compre que comer, comió un poco y después se durmió, una vez llegamos a nuestro destino, la saque del auto y la lleve al interior, despertó entrada la noche, se sentó en la cama y me miro.

-¿Dónde estamos? – Yo solo me encogí de hombros -¿me has secuestrado de nuevo Villegas? – me dijo medio en broma

-tal vez – respondí 

Se bajo de la cama y fue hacia la ventana, recorrió un poco la cortina y miro al exterior.

-quedémonos unos días aquí – me pidió 

-tus deseos son ordenes – respondí, bajamos a cenar y después nos dedicamos a pasear por ahí, ya que ninguno de los dos tenia sueño, Val estaba sonriendo después de días de estar tan estresada se veía feliz, y yo haría lo que fuera, para que esa sonrisa estuviera siempre en su cara. Lo que fuera con tal de hacerla feliz.

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