Capítulo 7 Una familia no muy funcional

Desperté en el sofá, me dolía el cuello, me había quedado dormido esperando a Valentina, no sabía qué hora era, busque mi celular, eran las cuatro de la mañana, me estire un poco, y salí de la habitación, la encontré dormida en la suya, solo se desmaquillo, pero no se quito el vestido.

-Val - le llame, moviéndola un poco, pues no creía que estuviera cómoda –cariño – ella abrió los ojos y me vio 

-¿Qué hora es? – 

-las cuatro, se que estas molesta conmigo, pero quítate el vestido, para que duermas cómoda –

-no me lo pude quitar, así que me recosté un poco y me quede dormida, estoy muy cansada –

-¿vas a dormir aquí? – ella levanto los brazos, para que la cargará y lo hice, la lleve a nuestra habitación, y la deje con cuidado sobre la cama

-¿me ayudas? –me pidió señalando el cierre en su espalda 

Le hice señas con la mano para que se me acercara, ella vino a mí con sigilo y coquetería, cuando le quite el vestido, ella se dejo caer en la cama, debajo solo llevaba unas pantis sin costuras, así que prácticamente estaba desnuda, una vez que se lo quite. 

Se acostó boca abajo – ponte el pijama, cariño, deja de provocarme –

-no quiero Villegas déjame dormir, no te estoy coqueteando, estoy cansada – respondió, y se cubrió con la sabana, eso me hizo sonreír, así que me quite el traje, quedándome solo en ropa interior, y me metí a la cama con ella.

-ven aquí – la busque entre las sabanas, para abrazarla, ella se rio, e intento alejarse, pero no logro, así que se resigno y se acomodo en mis brazos.

-estoy muy cansada, no vamos a hacer nada mas aparte de abrazarnos – me dijo casi dormida 

-¿ya no estás molesta? – 

-hablemos mañana, ahora deja de hablar y duérmete -  

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Dana

Por la mañana desperté en una posición bastante incómoda, me dolía el cuello, abrí los ojos y vi que estaba en una habitación de color gris, qué era bastante sosa, tenía la mano de alguien en mi cara, la hice a un lado y me senté, y vi a la persona que estaba a mi lado era Carlo. 

Ahí recordé, la noche anterior salimos de casa de Valentina, cuando llego su suegra, yo estaba más borracha de lo que pensaba, así que no quería ir a mi casa, y fuimos a su departamento, le empuje y me baje de la cama, me salí para ir al baño, lo primero que hice fue vomitar, tenía el estomago bastante revuelto, tenía que dejar de tomar.

Cuando termine me vi en el espejo, estaba hecha un asco, tenía el maquillaje corrido, me lave la cara, mi cabello estaba sucio también lleno de productos para el cabello que use la noche anterior. 

Salí del baño y fui a buscar a Carlo, seguía profundamente dormido – Carlo, despierta flojo – 

-déjame, quiero seguir durmiendo – me respondió 

-quiero tomar un baño –

-pues hazlo y no me molestes – respondió y se tapo la cara con la manta 

-préstame ropa – 

-como voy a prestarte ropa Dana – respondió sentándose finalmente 

-no me puedo dejar este vestido –

Se bajo de la cama abrió su closet saco unos shorts y una camiseta y me los lanzo- ahora déjame dormir- eso dijo pero ya no se durmió, se metió a la ducha cuando yo salí 

Una hora después ya ambos duchados decidimos salir a comer, vi unas maletas y un par de cajas de plástico en una esquina 

-¿aun no viene esa loca por sus cosas? – 

-espero que venga hoy mientras estoy fuera – 

-pues envíale un mensaje y dile que venga, por ellas, no puede seguir posponiéndolo –

-no hablemos de eso ahora, se me va a quitar el apetito – 

Un ruido nos hizo darnos cuenta de que alguien estaba abriendo la puerta – cuando ella se lleve sus cosas cambia la cerradura, no puede arriesgarte a que ella tenga una copia – 

La puerta se abrió y Filippa nos miro, yo estaba usando ropa de Carlo, y ambos estamos recién bañados, era fácil que se malinterpretara la situación.

-bueno, pero tú no puedes estar sola – me dijo Filippa – Dimitri debió ignorarte, por eso te metiste con tu amigo – 

-hay un dicho que dice, el león cree que todos son de su condición, ¿lo conoces? Porque contigo aplica perfecto, vámonos a desayunar, muero de hambre – le dije a Carlo el tomo su celular de la mesa y vino tras de mi 

-Carlo espérate, hablemos por favor –

Filippa salió detrás de nosotros, y retuvo a Carlo del brazo al pie de las escaleras, este zafó de su agarre molesto- no te vayas aun no terminamos de hablar –

-por dios Carlo solo saca sus cosas y ya –el no respondió, pero se metió al departamento y saco una maleta, Filippa trato de evitarlo, pero ya lo tome del brazo – entiende que eso ya termino, deja de hacer el ridículo, lo tuyo por mi amigo no es más que un berrinche– 

Yo estaba parada al pie de la escalera, y estaba usando unas sandalias de Carlo, que me quedaban grandes, así que cuando ella me empujo para zafarse de mi agarre, yo me resbale y termine cayendo por las escaleras, intente agarrarme del barandal, pero mi sandalia se atoro, y termine en el piso. Carlo salió cuando me escucho gritar, y me vio ya en el rellano del siguiente piso.

 -¿Qué hiciste? – le reclamo a su ex mientras venia en mi auxilio, ya que me estaba costando levantarme 

-yo no le hice nada ella se cayó sola – Carlo no le hizo caso 

-¿estás bien? – me preguntó  

-no, creo que me lastime la espalda – respondí 

-voy por las llaves del carro, y te llevo al hospital espera –

-te juro que yo no fui – Filippa, intento dale más explicaciones pero nuevamente fue rechazada, al verla me prometí que no sería como ella, si Dimitri llegaba a rechazarme en definitiva.

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Estela

La hora del desayuno era extraña en esta casa, había muchas personas, pero a veces la mesa solía estar vacía, esta mañana fui la primera en llegar al enorme comedor, el siguiente en entrar fue Dominic, pero ni me miro, solo se sentó y sonó la campana que a mí me daba pena sonar.

Una empleada apareció enseguida con café, y el pidió su desayuno, yo no sabía que desayunar así que me quede callada.

-¿te comió la lengua el ratón? – me dijo este 

-en mi familia siempre desayunamos juntos, estoy esperando a mis papás – 

-si yo esperara a los míos, hace mucho que habría muerto de hambre - me respondió  

Valentina y Damián entraron, venían en su mundo, y de muy buen humor, Dominic los fulmino con la mirada.

-es muy temprano para que estén de empalagosos, al menos disimulen un poco que tuvieron sexo, esta mañana – fue tan directo con sus palabras, que yo, que jamás había tenido intimidad con un chico, me sonroje 

-¿envidia, porque tú no puedes? – respondió su hermano, y Val le dio un manotazo, para que se callara

-¿ya desayunaste? – me pregunto mi hermana 

-aun no, espero a mamá y papá – 

-no nos esperes mas, ya estamos aquí – en cuanto mamá cruzo la puerta, mi cuñado borro su sonrisa, y se puso a servirse café – buenos días – dijo mamá 

-buenos días suegra – le dijo el de mala gana 

-por cierto ¿Dónde está tu madre? Creí que se quedaría, recién llego anoche–

-mis padres están divorciados desde hace años, suegra, ella no es bienvenida aquí – Damián le respondió de mala gana 

Esta desayuno también seria incomodo como todas las comidas, mi madre y el esposo de mi hermana se llevaban pésimo desde siempre, el era demasiado honesto, además mientras que con Valentina era un amor, con el resto de las personas podría ser muy diferente, a veces hasta un poco cruel, a mi aun no me quedaba claro a que se dedicaba exactamente la familia de mi cuñado, ella no era muy clara con eso. Pero eran personas poderosas, por lo que note la noche anterior, además la casa estaba rodeada de guardias armados eso también lo note anoche. 

-vaya, ya decía yo que me parecía raro que nunca la mencionaran – pude notar que Valentina también se estaba incomodando con las actitudes de mamá  

-¿donde están Dimitri, Joshua y padre? – Damián cambio de tema cuando entro el ama de llaves 

-tu padre y Dimitri van a desayunar en sus habitaciones, Y tu primo se fue esta mañana a su casa –

-en esta casa cada quien hace lo que quiere, como se nota que falta la señora de la casa para que ponga orden – opino mi madre

En cuanto termino de hablar Dominic se levantó y se fue, Damián también se puso de pie –mamá ya basta, estas incomodando a todos – le recrimino mi hermana 

-¿y qué fue lo dije? – 

El teléfono de mi hermana comenzó a sonar, así que le hizo una seña para que ya no hablara y respondió.

-¿Qué paso Carlo? Ayer no supe a qué hora se fueron –

Se quedo callada un momento y la vi ponerse seria -¿en donde están? -  para cuando le respondieron ella ya iba en la puerta, Damián se fue tras ella y nos dejaron solos en el comedor.

-bueno pero que le pasa a esta familia –

-con todo respeto señora- comenzó el ama de llaves – en esta casa no se habla de la ex señora, ella decidió irse por su cuenta, así que ya no es bienvenida, con su permiso –

-¿Cuándo vas a comenzar a ser más prudente con tus palabras mujer? Ya te lo he dicho muchas veces, tienes que cuidar mejor lo que dices – mi papá se puso de pie – Estela cariño ¿me acompañas al jardín a dar un paseo? –

-claro pa – le respondí y fui con él, no salemos de la sala y la dejamos sola, a veces mi mamá no media sus palabras y podía incomodar, por esa razón a Damián no le agradaba. 

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