Coger y ya.

Sentí la necesidad de pedirle a Jack que contrata un fotógrafo, pero solo porque de verdad está dando fruto mi actitud de hijo de puta y eso... Me frustra, ella actitud como si mis desplantes de ironía y sarcasmo no le importan en lo absoluto. Actúa como si fuese un completo desconocido o como si no fuera nadie cada que ella se encuentra en casa de mi madre por Sarah y yo llego.

Nunca pensé que frecuentaría tanto la casa de mi madre después de años en que decidí que ya era hora de irme. Según yo, he ido a hablar un poco más con mi nana y mi madre, pero mentira, es solo para verla. Agradezco que el proyecto lo haya decido terminar 'en casa de Sarah'. Recuerdo escuchar a Lían decir que fue eso lo que las chicas acordaron después de que Hillary lo propusiera y todas lo aceptarán.

¡Kathe ni siquiera hace el mínimo esfuerzo de mirarme!, así que he tenido que caer así de bajo (y yo que pensaba que no podría caer más bajo por todas las cosas que hago), y pedir un fotógrafo, para verla sin que ella me dedique miradas de desinterés o desprecio; porque sí, cuando no está ignorandome, me está mirando de estas formas.

Le entrego la tablet a mi hombre y parece que involuntariamente he transformado mi rostro de gesto relajado a quiero matar a alguien porque mi hombre lo nota.

- ¿Quiere que investigue de quién se trata, señor? ~me pregunta con firmeza~.

- Por supuesto que no ~eso sale como un regaño~ No me importa si está saliendo o no con alguien, es más, ya no necesito al fotógrafo. Realmente no me importa si tiene novio, no la quiero para casarme con ella, solo me la voy a coger y ya ~sonrió con confianza~.

Horas después.

Después de haber aterrizado por supuesto, mis hombres y yo nos dirigimos a mi hotel. Cuando llegamos, estos me esperan afuera y yo entro al hotel. Todo parce estar en orden, algunos empleados del me reconocen y me saludan con formalidad, yo solo me limito a asentar con la cabeza y me dirijo a mi oficina.

Rápidamente, la persona a quien tengo a cargo entra. Me da todo la información sobre el progreso del hotel, informes de los gastos y las ganancias, etc. Cuando terminamos, me doy un paseo casi por todo el hotel, como siempre hago con todos mis hoteles, me acerco a algunas que otras personas con falsa sonrisa y les pregunto que tal les parece el hotel y la atención por parte del personal. Siempre espero buenas respuestas y eso es lo que obtengo. Una vez, una señora en Seattle se quejó de que una de las meseras del restaurante fue muy grosera y que no le había gustado la tensión por parte de la chica; me encargue de que no la volvieran a contratar en ningún lugar por un año, hasta que la chica después me busco y se disculpó asegurándome que cambiaría su actitud. De no ser porque me pareció muy hermosa, no habría hecho nada al respecto.

Al día siguiente.

Me he quedado en a suite del hotel. Me preparo para recibir al jefe de la mafia con la que trabajo. Es gracioso porque sus hombres parecen tenerme más a mí que su mismo jefe, utilizo a muchos de sus hombres cuando necesito hacer cosas... Algo peligrosas. Me visto casual aunque con un toque de formal, me dirijo a mi oficina de aquí y espero al hombre. Miro reloj en mi muñeca y deduzco que no tarda en llegar.

Después de algunos segundos el hombre llega y comenzamos con lo que a ambos hemos venido.

- Necesito que la mercancía esté bien asegurada aquí durante unos cuatro días hasta pasen por ella ~me dice con confianza el hombre que a simple vista no parecer ser el jefe de una mafia bastante controversial, lo suficiente para ganarse popularidad hasta en países ajenos~.

- Espero que tengas todo fríamente calculado, porque no quiero que el nombre de mi hotel se vea manchado y por supuesto, espero que tengas mi dinero completo. Sabes cómo funciona esto ~hablo con firmeza~.

El hombre me asegura que todo está bajo control y no tengo que preocuparme por nada incluido por mi dinero. Planeamos como será toda la cosa y en dónde estará guardada la mercancía, sobre lo discreto que tienen que ser sus hombres porque nadie de mi personal debe enterarse sobre el lugar donde estará, el más mínimo descuido, cualquier empleado podría ver el viaje y eso no es conveniente para nadie, no siquiera para el empleado que lo descubra.

En la tarde.

Estoy en el bar del hotel, concentrado en mi celular cuando de pronto siento una presencia sentarse en el taburete de al lado, alzo la vista y es una hermosa pelinegra, su cabello lacio le cae hasta la mitad de la espalda. Lleva un vestido veraniego corto, pero flojo, sonríe pero... No me causa nada, sus labios acompañados con un labial rojo no hacen que quiera besarla. Igual no significa que no pueda llevarla a la cama.

- Hola, guapo. ¿Vienes solo? ~su voz la encuentro chillona y hace frunza el entrecejo un poco, pero luego relajo mi expresión~.

- Sí, claro ~le dedicó una sonrisa ladea y ella baja su vista de mis ojos a mis labios~

- Perfecto, porque te ví y me dije que tenía que hablar contigo ~alzo las cejas como si estuviera sorprendido~

- ¿En serio? ~con esa voz habría preferido que no lo hiciera~ De acuerdo ~le hago un gesto con los dedos al chico del bar para que se acerque~ Hazte un Manhattan para ella y un Old Fashioned para mí ~el chico asiente y se retira~

- ¿De dónde vienes? ~me pregunta con una sonrisa de oreja a oreja~.

- ¿Por qué? ~alzo una ceja divertido por el tono de voz con que pregunta~ ¿No irás a buscarme después de esto, o sí?.

- No estaría mal ~sonríe con picardía y definitivamente no quiero que lo haga~ ¿No estás casado, verdad? ~dice con curiosidad~.

- Ni en mis sueños ~siento que el estómago se me revuelve cuando escucho la palabra casado. Espero no vomitar aquí~ No soy fanático a las relaciones y menos a ese tipo de compromiso ~digo con naturalidad y el chico se acerca con nuestras bebidas~.

- Bueno, yo no estoy buscando novio por ahora y aún soy muy joven para casarme ~dice con una sonrisa y una mirada bastante sugerente. Sonrío y no creo que salga después con que se enamoró después de lo que pasará está noche~

- Ya está ~alzo mi trago en su dirección y ella lo chica con su copa~

Ambos bebemos de nuestros tragos sin apartar nuestras visitas y me digo mentalmente que la noche de hoy promete.

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