Alexandros también de vez en cuando miraba con aparente disimulo hacia donde estaba la que ahora se hacía llamar Mónica Leith. Notaba como ella fruncia el ceño concentrada en sus pensamiento, mientras preparaba el café, se veía contrariada. Él temía haber sido demasiado evidente al notar su inquietud, luego comprobó que lo que la inquietaba era hablar de ella y su pasado.
A sus ojos la mujer era hermosa, y parecía incapaz de hacerle daño a alguien, se presentaba muy inocente delante de esta gente, pero él sabía todo de ella, lo que había hecho y de lo que eras capaz… cuando ella se acercó nuevamente a entregarle el café, sus miradas se quedaron prendadas por un instante, en el que ambos sintieron una extraña atracción que hizo que la chica apartara la mirada casi al mismo tiempo que lo hizo él.
Mónica colocó el café frente al él y este se quedó mirando sus delicadas y bien cuidadas manos, justo allí pensó en el daño que ella le ocasionó a su familia al provocar la prematura muerte de su hermano. Ella no tuvo contemplación con Alexius, al contrario, se empecinó en acusarlo injustamente con propósitos ocultos, hasta encerrarlo, lo desprestigió arrastrando con su empresa, y no conforme con eso le negó todo derecho a defenderse mientras se contrataban abogados eficientes que lo hicieran, ya que los de la familia, no podían hacerlo en este país… Llevándolo con todo esto a tomar la peor decisión “Así de mal y débil hiciste sentir a mi hermano que le fue más fácil quitarse la vida, olvidándose de nuestra familia, y la que pronto estaba por formar” Ella fue la abogada del diablo, la que no solo condenó a su hermano, sino que condenó a todos en la familia.
Para Alexandros, Olivia era la principal culpable y esta creencia avivaba aún más su deseo de desagravio, y su convicción de que ella debía enfrentar las consecuencias de sus acciones.
La sola presencia de ella, le generaba una gran amargura y resentimiento, que se esforzaba en controlar. Al principio pensó en confrontarla de una vez, obligándola a admitir la verdad y su responsabilidad en todo lo que pasó. Pero después de verla, otra idea macabra se apoderó de sus pensamientos.
. – Espero que lo disfrute – Escuchó la voz de la mujer que atormentaba sus pensamientos
. – Y yo esperaré su opinión para saber si también se queda en el pueblo…
Mónica, escuchó con sorpresa la osadía de su amiga y luego la reacción de su cliente ante lo dicho…
. – Si el café no me ata aquí, estoy seguro que habrá otra razón que lo haga – Dijo mirando directamente e intensamente a Mónica, provocando su aturdimiento, y la fascinación de Sandra, que miraba del uno al otro y sonreía picara, gesto que captó Alexandros – Compré la maderera, si o si estaré por aquí… – Quiso aclarar, y provocó con sus palabras, cierta decepción en Mónica cosa que la extrañó, pero en su amiga, esa aclaración no tuvo ningún significado, pues para ella, solo sonó a justificación, y ya se había hecho otra idea en su cabeza, estaba encantaba, porque conocía a Mónica desde que llegó allí y no había podido emparejarla con nadie.
. - ¿Usted es el nuevo dueño? – Preguntó Mónica incrédula…
. – Entonces es definitivo que te quedaras – Alexandros la miró extrañado e interrogativo ante su decreto – Claro que lo harás, si no quieres que te pase lo mismo que a los Thomson… fíjate, ellos dejaron la fábrica bajo la administración de otros y la llevaron a la quiebra en un santiamén – Hablaba sin parar Sandra, provocando que Mónica volteara los ojos ante sus imprudencias - ¡No hay como que tú mismo atiendas tus propios negocios!
. – Entiendo, y estoy de acuerdo con usted…
. - ¿Usted? Por favor tutéame, si acaso te llevaré dos años... – Contestó Sandra haciendo un gesto dramático, lo que hizo sonreír a Alexandros porque realmente la mujer era mucho mayor… Mónica observó al hombre sonreír y sin poder evitarlo, quedó hechizada, gesto que captó nuevamente él, sintiéndose complacido. La campana de la puerta sonó obligando a Mónica a salir de su embeleso, cuando volvió su vista al cliente sentado frente a ella para pedir permiso y retirarse, la mirada que este le estaba dedicando la confundió totalmente…
. – Disculpen debo retirarme – Él levantó la taza haciendo un gesto y tomó sin apartar la mirada de ella…
. – Tendrás mi evaluación en cuanto lo termine… -
. – Ve tranquila querida, yo lo sigo entreteniendo, si no es molestia para usted claro… – Sandra, miró a Alexandros, quien asintió y celebró esa decisión, en vista que esta mujer era bastante parlanchina, pues le daba la oportunidad de indagar cualquier cosa sobre la abogada.
. – No, por favor, está bien, me agrada que me acompañé, es raro ser forastero, no conocer ni poder hablar con nadie es incómodo…
. – Bueno, tu caso es diferente al de Mónica…
. - ¿En qué sentido? ¿Ella tiene familia aquí? – Preguntó curioso
. – No, nada que ver… - Ambos miraron hacia donde estaba la chica sonriente atendiendo a sus nuevos clientes – Tú quieres compañía, sin embargo, ella cuando llegó no hablaba con nadie, de hecho, parecía que se negaba a hacerlo, parecía además asustada todo el tiempo, como si desconfiara de todos…
Alexandros continuaba mirándola, y se preguntaba ¿Cuál sería la razón de esa actitud? Aunque varias ideas rondaban su cabeza, y la más importante era que tal vez la conciencia no la dejaba tranquila, que sus fantasmas la estuvieran agobiando… ella con su fuerte como abogada había llevado a la injusta condena de su hermano, su posterior muerte, y lo que ella no sabía, otro suicidio, quizás ellos eran dos de esos fantasmas.
. – Tal vez es menos sociable que yo… - Mencionó él para evitar ser indiscreto – Suele pasar…
. – Yo no lo creo, nada de eso tiene que ver – se acercó más a él bajando un poco la voz - Aunque no ha tenido la confianza de decirme, sé que hay algo más – Volvió a su postura normal - Pero no creas, con el tiempo ella se ha vuelto más simpática, aunque distante emocionalmente…
Todo lo que decía Sandra le llamaba la atención a Alexandros, aunque tenía un informe completo sobre ella, siempre había detalles que se escapaban, y en definitivo, nada como escucharlo, y mejor aún verlo…
. - ¿Cuánto tiempo lleva ella aquí?
. – 4 años y ha estado sola desde entonces – Miró picara a Alexandros – Como extranjeros ambos se pueden hacer compañía, pude notar que no le fuiste indiferente… - le guiño el ojo y él le dedicó una sonrisa forzada – Ella es una buena chica, muy carismática y noble, estoy segura que ustedes se entenderán muy bien, te lo digo en serio, aquí, no encontraras mejor mujer que ella …
La ira y la frustración de Alexandros crecía cada minuto enfocados en Mónica, mientras seguía escuchando los halagos de Sandra para ella, como si él no conociera a la verdadera mujer que había detrás de esa falsa fallada que ellos creían conocer…
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Comments
Maura Pericana
osea que ella fue el abogado acusador y por eso el quiere vengarse que idiota
2024-11-02
1
esterlaveglia
entonces ella es abogada y tiene que ver con todo lo que pasó 😳😵💫
2024-08-20
1
Lisbeth Valbuena
por dios Sandra si te pudieras callar por un momento,🙄🙄🙄
2024-06-26
4