El jet privado, aterrizó en el aeropuerto de la ciudad de Chicago, lo más cerca de la localidad donde se encontraba la persona que parte de la familia Dimitriou consideraba una de las siete plagas de Egipto.
De allí los dos hombres debían movilizarse en auto para llegar al pueblo sin levantar sospecha alguna. Alexandros continuaba analizando, como en todo el viaje ¿Cómo haría para presentarse ante esta mujer? ¿Qué medida exactamente debía tomar? ¿Se controlaría al tenerla frente a él?… por el informe pudo saber que era dueña de una pequeña, pero rentable pastelería.
También supo que el nombre que utilizaba ahora era Mónica Leith, y se burló, pensando que era una tonta si creía que por cambiarse de identidad podría escapar de él…
. – Te encontré Olivia Hamilton, ni cambiándote el nombre pudiste huir de mí – Continúo mirando el expediente – Quizás, disfrutaste tu libertad escondida por cuatro años, pero tu tiempo de tranquilidad se acabó.
El pueblo donde está mujer se fue a refugiar por tanto tiempo, era relativamente grande, denominada ciudad por la cantidad de habitantes, más no era tan desarrollado como una ciudad capital, los lugareños tenían allí lo esencial, aunque la fuente de empleo era baja, porque la fábrica de madera que era una de las mayores generadoras de oficio había cerrado recientemente por mala administración. Situación que aprovechó Alexandros para llegar al pueblo, él había comprado la fábrica. Llegaría allí como un nuevo inversor…
. – Si, los papeles están listos para firmar Alexandros…
. – Muy bien, mañana mismo nos reunimos con los abogados de los antiguos dueños, y dejamos todo finiquitado, no quiero contratiempos.
. – Sé que te molesta que te pregunte… – Alexandros lo miró con una advertencia en su mirada, pero eso no iba a detener a Ángelus - ¿Qué es lo que piensas hacerle realmente a esa mujer?
. – No la voy a matar si eso es lo que te preocupa – Le dijo con sarcasmo presionando el volante, aunque ganas no le faltaban – Por lo menos no lo haré yo directamente…
. – Cuida lo que dices hombre, no se puede andar por el mundo haciendo daño al prójimo…
. – Jajaja, tú de verdad eres el colmo… – Se burló Alexandros, a veces pensaba que su primo debió haber sido cura - Deberías haber buscado antes a esa infeliz mujer y darle clases de virtud, para que utilizara el poder que tenía en hacer el bien, y no lo que hizo, acabar con una vida y destruir a toda una familia…
Ángelus sabía que la reacción en cadena que había desatado la muerte de Alexius, fue la condena de la familia, pero era probable que eso continuara, si ellos insistían en seguir con su empeño de cobrar venganza, pues él estaba convencido, que todo lo que en esta tierra se hace, se devuelve.
. – Igual no está bien hermano, eso no resolverá nada, Alexius no volverá y todo continuará igual…
. – Veremos, y no olvides lo que te dije, si tu conciencia moral te impide estar aquí, bien puedes tomar el jet y regresar a Grecia…
Alexandros estaba cegado por la ira, ahora más que nunca, que estaba más cerca de la causante de todo… ¡Muy cerca, justo en su campo de visión!
. – Compra un apartamento – Ordenó de pronto, dejando a Ángelus extrañado…
. – Solo necesitas una excusa para estar aquí y ya la tienes… ¿Por qué comprar un apartamento ahora? además la inversión que hiciste fue cuantiosa…
. – Solo has lo que te digo Ángelus, gastaré lo que tenga que gastar, al final el dinero va y viene – Exigió Alexandros cuando este le cuestionó que ya con la inversión de la fábrica era suficiente.
. - ¿Por qué ese repentino cambio? Si ya la estadía en el hotel estaba lista…
. – Porque así lo acabo de decidir… tal vez el tiempo pautado para estar aquí, se alargue un poco más ¡Los planes han cambiado!
Ángelus se sorprendió que este le dijera eso, y se inquietó ¿Nuevos planes?
. - ¿Qué pretendes Alexandros?
Este sencillamente salió del auto sin responderle, y caminó directo a la pastelería sweet&sweet. Ellos tenían un rato estacionados al otro lado de la calle, y observaron cuando la mujer a quien iba dirigida la venganza de Alexandros había llegado. Él se quedó fijamente mirándola abrir la tienda. Ella sonreía a las personas que pasaban a su lado y la saludaban con genuino cariño, todo esto no pasaba desapercibido para Alexandros, que observó la fisionomía de la mujer, era bonita no lo podía negar, era de una estatura media, más o menos según su apreciación de 1, 69 cm, esbelta, él podía muy bien admirar su silueta remarcada por los jean que llevaba puesto, tenía el cabello castaño recogido en una cola de caballo, haciéndola parecer más joven de lo que era.
También observó como la miraban los hombres con galantería, misma, que la hacían sonreír, y voltear los ojos, parecía estar acostumbrada a eso…
. - Muy coqueta y risueña la dama… - susurró Alexandros, pensando que mientras ella reía su familia estaba sumida en una eterna amargura – Pero borraré esa esplendida sonrisa de tu rostro… - Cuando la mujer entró al local, él decidió hacer lo mismo.
Antes de que su llegada a la puerta, entró otra mujer, por lo que murmuró para sus adentros, pues quería presentarse frente a ella sin externos que importunaran su primer encuentro, sin embargo, igual decidió entrar.
Las mujeres, que charlaban amigablemente, al escuchar la campanita de la puerta, dirigieron la mirada hacia el lugar quedándose ambas deslumbradas por el hombre que hacia su magnífica entrada. Por supuesto, no estaban acostumbradas a ver ese tipo de prospecto con semejante aura de distinción y poder en la comunidad…
. – Buenos días – Más impresionadas quedaron, al escuchar la potencia de la voz del hombre… ante el silencio de estas, el miró a los lados disimulando la confusión que le creó la excesiva fijación de ambas, pero especialmente, la de una de ellas, si era realmente sincero, su mirada lo inquietó - ¿Si tienen servicio cierto?
La primera en reaccionar y hablar fue precisamente la mujer que ahora se hacía llamar Mónica, y por quien él estaba en ese lugar…
. – ¡Si estamos en servicio, por favor siga! – Se apresuró a confirmar tomando un menú y acercándose a él con intención de guiarlo a una mesa - Buen día señor, Bienvenido a Sweet&sweet – Le sonrió, y fue consciente, que, aunque el hombre se quedó mirándola fijamente como hipnotizado al principio, también notó como de pronto su semblante se endureció, entonces pensó que tal vez estaba siendo demasiado simpática, por lo que adoptó una postura similar a la de él – Por favor siéntese si está de acuerdo…
. – Por supuesto que sí, de lo contrario no estaría aquí… ¿Verdad? – Dijo con una pizca de dureza que no pudo evitar, y percibió la reacción de incomodidad de la mujer, pensó entonces, que debía cambiar su actitud y la estrategia, tranquilo, caminó hacia la mesa que ella le señalaba - Me dijeron que en este lugar se servía el mejor café, y vine a comprobarlo…
. – Bueno, me halagan esos comentarios, pero en efecto, usted tendrá que comprobarlo por su cuenta… y luego emitir su juicio final señor.
“Juicio final”, repitió Alexandros mentalmente, ya tu juicio y sentencia están definidos querida…
. – ¡Por Dios! deja de ser tan modesta Mónica… – Habló de pronto su acompañante autoinvitándose a la conversación – Disculpe señor, pero es así, desde que ella llegó aquí nos deleitamos con el mejor café…
. - Ah… tampoco es de aquí – Afirmó mirándola directamente a los ojos, logrando ponerla nerviosa – Tampoco lo soy… - Continuo para bajar la desconfianzas e incomodidad que notó de su aludida.
. – Es obvio que no lo es, ella tampoco, es una forastera como usted – Alexandros podía notar la inquietud de la tal Mónica, hasta que ella misma tomó la decisión de hablar.
. – En efecto, pero ya me siento de este lugar, tengo mucho tiempo aquí…
. - ¿Cuánto exactamente? – Ella lo miró con más desconfianza ante su directa pregunta – Quiero decir ¿Cuánto tiempo se necesita para sentirse parte de este lugar? - Corrigió para ser más sutil es sus preguntas, quería apartar el recelo que percibía de parte de ella - Temo no poder adaptarme…
Antes de que Sandra hablara nuevamente, Mónica se adelantó…
. - ¡Oh! si es por eso, no se preocupe – Dijo más animada – Le aseguro que la hospitalidad de la gente sabrá ganarse su corazón y, por ende, le aseguro, se adaptará rápido y ya no querrá irse…
. – Ummm eso me gusta… - la voz del hombre era algo seductora para las mujeres…
Mientras Sandra le hablaba de las cualidades del pueblo, Mónica lo miraba disimuladamente, en tanto preparaba el café, sentía por alguna razón que lo había visto antes, más no recordaba de dónde, o tal vez solo se parecía a alguien que ella conocía. El hombre era alto, fornido y con una impecable barba que le daba un aire de dominio y autoridad, se notaba que era avasallador, claramente, se podía percibir su fuerza intimidante, ya no creía lo anterior, no recordaba haber conocido a un hombre como él. Aunque al principio tuvo temor, ya este se había disipado…
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Updated 64 Episodes
Comments
esterlaveglia
qué es lo que habrá pasado 😳😵💫🤷♀️
2024-08-20
1
Lisbeth Valbuena
Alexandros esto es para ti 💘💘💘💘así quedarás flechado por Mónica, te enamorarás como un loco de ella , 🤷🤷🤷 ya lo verás
2024-06-26
2
Adriana Sanchez
Alex vas a caer redondito y ella también, solo que ya quiero saber que pasó si ella tuvo que ver en la muerte del hermano y si realmente el era culpable 🤔🤔
2024-06-03
1