Al otro lado de mi conciencia

A medida que recorría cada línea y párrafo de este extraño libro era cada vez más confuso.

En aquella esquina de la habitación, el helado piso enfriaba rápidamente mis nalgas y volvían incómodo mi posición allí oculta entre la pared y la cama desalineada. El estrés que había acumulado desde que había llegado de la burbuja, hicieron que mi estómago doliera y se sintiera extraño.

Por los pasillos, cada minúsculo sonido alteraba mis sentidos y agitaba mi respiración. Tener esta reacción era muy inusual para mi.

Baell solo dormía a un lado de la almohada y con su cola molestaba mi cabello y distraía mi punto de interpretación de estos dibujos y tipos de letras.

No era una analfabeta como para no saber leer. Pero esto no pertenencia a ningún idioma que haya oído mencionar antes. Sus figuras eran lo que más me desconcertaban. Pensé... es una técnica de meditación o respiración. Más de lo mismo que me enseñó la Directora Génesis para controlar la ira. Solo que aquí se sentía diferente. La frustración de haberme arriesgado en vano era cada vez más fuerte. Tener en mis manos una posible salida y no saber interpretarla me hacía sentir una estúpida.

Arroje lo más lejos que pude aquel horrendo libro. Pensé en librarme como aquel desquiciado de este collar que me mantenía prisionera aquí. Pero no seria bueno para mi Baell. La única víctima de todo esto sería él.

Mi apetito había desaparecido. No deseaba más que desaparecer del mundo en medio de toda la oscuridad de la noche que había invadido la habitación. El pitido de mi oído me enseñó lo sola que me encontraba en la vida y como mi único motivo psicológico para continuar en pie era nada más que un gato que se había aferrado a mi tal vez por en mismo motivo de dependencia y soledad.

Mis ojos totalmente abiertos, ciegos de la misma penumbra de la habitación hacía volar mi imaginación entre aquellas hojas que yacían a un lado de mi cama.

Sin lograr concebir el sueño, me concentre en quemar el tiempo que quedaba de la noche y esperar la luz del amanecer para volver a esa aburrida rutina. Memorice cada movimiento que enseñaba el libro. Tomé cada bocanada de aire y cerré mis ojos... Varios minutos estuve así hasta sentir aquel hormigueo entre mis dedos y un mareo repentino. Supuse que la hiperventilación no era tan buena idea, así que me detuve. El calor de mi cuerpo se había comenzado a sentir un tanto molesto. Y no se detenía. De hecho iba en aumento.

Tomé asiento e hice a un lado las sabanas al igual que a Baell. Mi camisa se había vuelto tan insoportable que decidí quitármela al igual que mi pantalón. Allí me encontré nada más que con mi tonta ropa interior y sintiendo como mi piel picó a poco se humedecia y rostizaba como una res al fuego.

Pensé en llamar al guardia para verificar que este todo bien en la ventilación. Pensé en que algún incendio podría estar generándose cerca. Tomé unos cuantos pasos hasta toparme con la puerta pero allí solo estaba la pared. Mi orientación había comenzado a fallar. Así que fui guiándome en las sombras sin chocar absolutamente nada. Me resultaba tan extraño no toparme con el escritorio ni la silla. La puerta debería estar aquí... Decidí volver a mi cama... pero allí no había nada más que otra pared. Mi desesperación había llegado al máximo. El calor se volvía cada vez más intenso al igual que mi deseo de emitir algún grito o sonido. Abría mi boca y lo único que se oía era aquel pitido en mis oídos. ¿Esto es algún tipo de pesadilla? Esto no es real.

Podía sentir como poco a poco la desesperación y el terror se iban apoderando de mi mente. Golpee mis mejillas para despertar, frote mis ojos y corría hacia todas las direcciones chocando siempre con la misma pared. Todo era en vano.

Debía controlarme y recuperar el aliento. Cuando al fin logré entrar en sí me tope con algo entre la oscuridad. Lo golpeé con uno de mis pies nuevamente y curiosa lo seguí con mis manos. Parecía un libro. El pitido de mis oídos de repente se había detenido. Al fin podía orientarme en donde estaba ubicada. Era la habitación. La cama estaba a centímetros de mi espalda y la puerta a la derecha dibujó una pequeña línea de luz por debajo de ella. Era un alivio para mi. Pude recuperar poco a poco la visión. Y allí logré ver lo que cargaba en mis manos. ANIMA MEA ARDEBIT era lo que había descubierto en su portada. El mismo libro que había sustraído del bolso de la Directora Génesis, ahora entendía su título. ¿Cómo era posible no haber notado estas palabras antes?

Ya no tuve interés en imitar lo que en este libro decía. Sabía que esto no había sido un sueño. Todo este tiempo estuve despierta. Pero algo entrelíneas ocultaban estas hojas. Así que pacientemente espere a que amanezca y pudiera lograr ver de nuevo las páginas.

...

Mi cuerpo de repente se volvió gélido. Sentí que algo había ocurrido para que esto ocurriera.

..."ECCE POTESTAS INTERITUS VITAE ET AETERNITATIS"...

...(He aquí el poder de la destrucción, vida y eternidad.)...

...QUIA PATER NOSTER EST...

...(Porque él es nuestro padre)...

...DAT OMNIA ET OMNIA AUFERT...

...(Que todo lo da y todo lo quita)...

Cada signo, letra y palabra era tan claro como hablar. Como si hubiese entendido siempre cada párrafo que recorría en estas hojas.

¿Qué fue lo que hice? Acaso... esto no debe ser bueno... Era por esto que la Directora Génesis lo ocultaba... No debo seguir con esto en mi poder. Podría ser peligroso... ¿Pero y si lo uso a mi favor? Aunque podría pasar algo aún peor que lo de hace un momento. Aunque ahora puedo entender lo que dice...

Supongo que podré ojear un poco más este libro antes que...

Ni bien termine de pensar en lo que haria, la puerta de la habitación se había abierto repentinamente. Ni siquiera había tenido tiempo en ocultar mi cometido. Fui tan estúpida.

_ Tú, ¿Qué has hecho? _ Era la Directora Génesis. Sus ojos parecías que fueran a salirse de su órbita y sus ropas eran las mismas que usan todos para dormir. Note lo enfurecida y preocupada que estaba. Su mirada no se apartaba del libro que le había arrebatado.

_ No debiste tomarlo. Ni mucho menos ver su interior.

_ ¿Por qué lo oculta del resto? La he visto leer a escondidas. ¿Qué contiene este libro que nadie puede saber que lo tiene?

_ Eso no es asunto tuyo. Ahora debes dármelo antes de que sea peligroso.

_ ¿Y qué podría pasar?

_... Alguien podría salir lastimado.

_ ¿Por repetir lo que dice?

Preguntar eso la altero al punto de retroceder. Acaso... ¿Ella tiene algo que ver en todo esto? ¿Es ella a quien mi "Padre" envió?

_ Tú eres la enviada de mi Padre ¿verdad?

_ ¿Tu Padre?

_ Sí. Él dijo que enviaría a alguien para hacerme compañía. Dile que lo mataré. Y que no seguiré sus instrucciones. Que recuperaré lo mío y le devolveré lo que me dio.

_ No se a lo que te refieres. Pero ahora mismo quiero que me devuelvas ese libro.

_ ¡No! Ahora dime. ¡Eres tú!

_ ¡Dame el maldito libro Lilit! Es peligroso

_ ¿Por qué? Porque aquí dice que está el poder de la destrucción, vida y eternidad?... ¡Eres un demonio más de él!

_ ¿Qué? ¿Cómo es que...

_ Lo se... lo leí aquí. Ahora se quien eres maldita bruja traidora...

_ Tú... ¿Puedes leer este libro?

_ ... Ahora sí...

_ ¿Cómo que ahora si? ¿Qué ocurrió hace un momento? Sentí esa energía y provenía de aquí.

_ ¿De qué hablas?

_ Repetiste las respiraciones ¿No?

¿Cómo lo supo? ¿Acaso ella hizo lo mismo? Seguramente fue todo planeado. El hacerme pensar que esto me ayudaría de alguna manera.

_ Llevo años intentando descifrar estos libros. Lo he hecho yo sola, ya que están prohibidos. Debieron ser eliminados hace mucho tiempo pero gracias a mí familia se logró ocultar con éxito. Nadie sabía de su existencia hasta ahora. Y tú en una noche lograste comprender lo que todos mis ancestros no pudieron.

_ ¿Cuál sería el motivo por el que los protegerían así? ¿Qué planean?

_ Destruir a quienes los crearon. Esa es nuestra misión.

¿Destruir a quienes hicieron estos libros? ¿Por qué harían eso?

_ Si tu intención es saber más de esto deberás trabajar y aprender de mi. Te enseñaré todo lo que se a cambio de que me enseñes lo que estos libros dicen, y como lograste aprender a interpretarlos tan rápidamente. Intenté hacer las respiraciones pero no funcionaron.

_ Dime quien eres y enséñame quien soy y te ayudare.

Algo muy dentro mío decía que esta sería una mala idea, pero dentro de las acotadas opciones que tenía a mi alcance era la más coherente. Podría tranquilamente seguir aquí los pasos de un héroe ficticio y superficial dominado por los altos mandos o volverme única con ayuda de esta extraña mujer.

Pero esto solo lo sabré con el paso de los días.

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