Capitulo 12.

Christopher.

Uso un traje hecho a la medida de color negro y una camisa de vestir de color blanco, un jodido moño en el cuello y me coloco uno de mis relojes de colección, aplico algo de colonia y cera para mi cabello, arreglándolo como siempre, no podré llevar mi anillo, asi que coloco otro de oro puro.

Tomo un vaso de Whisky, esperándo a que me digan que Emily está lista para poder salir.

Tocan a la puerta.

-Pase- Digo mientras enciendo uno de mis habanos Cohiba Behike.

-Jefe, la señorita Emily bajará en 5 minutos.

-Ya te puedes retirar.

Salgo a las escaleras principales para esperarla, camino de lado a lado desesperado, en una de mis manos las coloco en mi bolsillo y con la otra sostengo mi puro, escucho tacones bajar las escaleras <>, pongo el puro en mi boca, asi que me doy vuelta para mirarla <>, ese maldito vestido rojo, ese maldito vestido, me hizo perder la cabeza en cuestión de segundos, tenía frente a mi al pecado de la lujuría en el cuerpo de mujer, y la tentación que me hacía querer hacerlo.

Ese vestido resaltaba el cuerpo fuera de este mundo que tenía esta mujer, <>, me podía imaginar prendido de ellos como un puto bebé hambriento, sosteniéndola de esos glúteos bien trabajados.

Ella también me detalla de pies a cabeza, mordiéndose sus carnonos labios, su piel de porcelana se eriza cada vez que me mira, también tiene ganas de que la folle hasta que me canse, viéndola gemir sólo para mi con ese rostro que tiene...

El humo que invade mi garganta y que me hace toser, me hace regresar a la normalidad.

-Ya estoy lista- Me dice ella posándo en las escaleras, con su voz que es un estimulante para mis oidos.

Camino unas cuantas escaleras para estar cerca de ella.

-Estás preciosa- Le digo, observándo su reacción.

-Vaya...yo...enserio no me esperaba eso de ti, gracias Christopher...igual tú- Me responde sonrojándose como una niña pequeña.

-Necesito que uses algo- Le digo sacando un collar delgado en el que cuelga un corazón de piedra Rubí, con una pequeña corona de oro sobre él, a su alrededor lo adornan diamantes, pero tiene un rastreador en él, por cualquier cosa.

-Es...hermoso de verdad, con gusto lo usaré- Me contesta admirándolo con asombro.

Se da la vuelta recogiendo su cabello, dejándome a la vista su delicada espalda y suave nuca, ¿¡quién diablos hizo ese puto vestido!?, paso las manos por su cuello para poder abrochar el collar, el cual cae como una brillante cascada por sus hinchados senos.

-Gracias, es una joya muy linda- Dice ella con entusiasmo, enredando sus brazos en mi cuello y dándome un leve abrazo, pero se separa de inmediato -Perdoname me emocioné, sé que es prestado- No la dejo terminar y la tomo por su delgada cadera acercándola a mi.

-Es tuyo si lo quieres...

Pareciera que hace tiempo nadie le daba un regalo ó asi, ella me da una sonrisa y sólo me encamino a la puerta ayudándola a salir.

Emily.

Cuando él me entregó ese collar, no se porqué me sentí como cuando le dan un regalo a un niño, era la primera vez en 10 años que alguien lo hacía para mi, pero eso no es todo, me dejó helada su reacción, su abrazo se sintió tan cálido, ¿será que a pesar de todo no es tan malo?...

Salimos de la mansión, él como todo un caballero me abre la puerta de su Bugatti La Voiture Noire, bendita mafia, este era el auto más lujoso y caro del mundo, vaya que Christopher era un hombre poderoso.

Entra al auto y comienza a manejar para el lugar acordado. De tan sólo mirarlo usar una sóla mano en el volante me hacía mojar mis bragas, había que admitir que era un hombre jodidamente atractivo, aunque lo caballeroso no quita lo imbécil que puede llegar a ser a veces, ojalá te hubiera conocido en otras condiciones, tal vez en otra vida ó en otra historia, hubieramos estado juntos Christopher Lombardo...

-Deja de babear- Me dice él, pillándome viéndomelo.

-Menudo engreído, quisieras- Le respondo volteandome hacia la ventana.

El ser rie, al igual yo al escucharlo, esta noche estoy conociendo una nueva faceta de él. Después de una hora, paramos a unos cuantos kilómetros de la fiesta.

-¿Qué sucede?, ¿por qué paras aqui?- Le cuestiono.

-Saben que yo tengo el único Bugatti, asi que cambiarémos, en este te veré si es que nos separamos.

Subimos a un rolls-royce boat tail, y ahora si la adrenalina se podía sentir, un paso en falso y esto se iría al carajo.

Demonios, al llegar a ese gran salón quedé impactada con tanto lujo que se daban los políticos aqui, muchas personas lucen vestimentas que debían valer una buena pasta, aunque no se comparaban a nosotros dos, los fuegos artificiales iluminan el lugar, los lanza fuego, bailarines hacen que todo se vea increíble.

-¿Estás lista?- Me pregunta él tomando mi muslo desnudo.

-Espera, sólo me coloco el antifaz.

-Déjame verte- Me dice el tomando mi rostro entre sus grandes manos -Eres muy hermosa Emily.

Me susurra con su voz gruesa y demandante, dejándome perdida en mis pensamientos, viéndolo como se baja del auto como una tonta; ese antifaz dejaba ver su perfecta mandíbula marcada y esos ojos hermosos que tiene. Me abre la puerta como todo un caballero, ayudándome a bajar del auto.

-Espera, sólo me acomodo el vestido- Le susurro al oido.

Él por su parte, se pone frente a mi, tapándome de los demás, pero sin quitarme la vista del escote.

-Lista, gracias- Le susurro nuevamente, algo sonrojada.

El entrelaza mi brazo en el suyo.

-Es hora, fingirémos ser una pareja, asi que no me sueltes- Me ordena.

-Nunca- Se me sale decirle.

Caminamos hacia ese gran lugar lleno de personas, las cuáles no nos han quitado la vista desde que llegamos, tratamos de que cada paso que dabamos, identificar dónde estaba el verdadero enemigo.

Tomamos asiento en una de las mesas más alejadas, que a mi parecer ya estaba reservada para nosotros, Christopher no quitaba la mano de mi pierna, trazando pequeños circulos con su dedo pulgar, que verdaderamente me hacían sentir una mezcla de sensaciones increíbles, yo sólo bebia mi agua con tal de olvidar esa sensación y tratar de concentrarme en la misión. Comienza a tocar la orquesta una canción llamada sweater weather del mismisimo Joel Sunny.

-¿Por qué no bailamos?- Le digo animada, tomándolo de la mano.

-No venimos a bailar, concéntrate- Espeta.

-Mira, desde esta mesa no se ve nada, si bailamos, poco a poco nos podemos ir acercando hacia la boveda, ándale ¿si?- Le digo haciendo un leve puchero.

-Joder contigo Emily, parece que traje una niña de 5 años- Me responde cabreado.

Le suelto la mano de golpe, cruzándome de brazos y volteándome hacia otro lado.

El parece desesperado y sólo se pasa las manos por su cabello perfectamente arreglado y lo veo de reojo levantarse acomodándose su saco.

-Ven- Me dice estirándome la mano.

Le doy una gran sonrisa tomándo su mano con mucho gusto, él sólo mueve su cabeza pero después sonrie.

Caminamos a la pista de baile, coloca mi mano en su hombro y con la otra entrelazo sus dedos a la suya, abraza suavemente con brazo mi cintura envolviéndome con ternura, asi que recuesto mi cabeza en su pecho para comenzar danzar al son de la melodía.

En realidad Christopher era un gran bailador, unia su cuerpo al mio cómo uno sólo, era tan liviano que pareciera que estaba sobre las nubes

-Pensé que tendrías dos pies izquierdos- Le digo alzando mi cabeza, para encontrarme con esa mirada penetrante.

-Nunca dije que no supiera- Me dice dándome vueltas como muñeca.

Haciendo que mi espalda quede contra su firme pecho, por instinto hecho mi cabeza hacia atrás, pasando mi mano por su nuca, acercándolo más a mi.

Christopher.

No podía pensar en otra cosa, sólo en quitarle ese vestido que trae, ella se mueve con sensualidad y delicadeza provocandome o más bien estimulándome al sentirla tan cerca, sé que ella está pasando por lo mismo, cada vez que me acerco a su cuello, se le eriza la piel ó deja de respirar desesperadamente.

La alzo en el aire, haciéndola lucir jodidamente como una muñeca, pero los hombres alrededor se la comen con la mirada los muy hijos de puta, asi que entre más la pueda cubrir con mi cuerpo lo haré.

-Es hora de que vayas a distraer- Le ordeno.

-Claro que si- Me susurra en el oido, ya que hay personas cerca.

-Excelente.

-Amor, iré al tocador vuelvo pronto- Me dice ella dándome leve beso en el cuello, que sólo logra querer sacar mi animal interior.

Se va moviendo sus caderas de un lado a otro, sólo me pone más caliente cuando lo hace, <>, nunca pensé que me lo diría. Me desago de pensamientos idiotas y voy a prepararme para el golpe.

Emily.

Me dirijo al lugar acordado, para ir a distraer a esos árabes, pero no imaginé que fueran tantos; asi que paso por enfrente de ellos moviéndome exágeradamente, ¡bingo! Me robo sus miradas muertas de hambre.

-Hola muchachos, ¿aburridos?- Les coqueteo.

-Un tanto, no hay tantas bellezas como tú- Me responde uno de ellos.

-Yo igual, estoy buscando un poco de diversión esta noche, pero no he encontrado a gente con mis...intereses- Les digo tocando suavemente uno de mis pechos.

-Aqui nos adaptamos a cualquiera preciosa.

-¿Por qué no buscan un lugar, para estar a sólas?- Les invito.

-La biblioteca está sóla- Responden emocionados.

-¿Pero ahí no está el presidente?- Cuestiono curiosa.

-Ellos están en el salón de abajo haciendo un pequeño negocio con el jefe, no podemos ir todos juntos contigo, ocupamos estar aqui.

-Será rápido guapo, los quiero sentir a todos- Les digo tocándo mi cuerpo.

(¡Qué demonios te pasa!) Me habla Christopher por el audifono, bastante cabreado, aunque me da risa, me aguanto. (Los quiero muertos a todos).

-Con gusto- Responden emocionados todos, llevándome por el pasillo.

Sólo traía una navaja para defenderme contra 5 hombres rudos armados, tenía que pensar rápido.

Entramos a la biblioteca, todos los idiotas se comienzan a desvestir y a dejar sus armas sobre el escritorio

-Tomen asiento en esos sofá, ¿les gustaría un pequeño baile?.

Todos asienten emocionados, asi que les doy la espalda, caminando hacia el escritorio "bajando un poco el vestido para emocionarlos", identifico que algunas armas traen silenciador, asi que freno tomándo una de ellas y me volteo de innmediato sin darles tiempo ni de respirar, volándoles la cabeza, caen todos ensangrentados en el suelo, <>.

-Christopher, ¿Ya tienes la carga?- Le digo por el audifono.

-Ya, es hora de que sepan que estoy aqui, la carga está en el bugatti, sal de esa puta biblioteca y te espero afuera.

-Espera, tengo que ayudarte con los demás.

-Jajaja, preciosa eso no hará falta.

<>, sabia que este lugar volaría en mil pedazos en cuestión de segundos. Salgo de la biblioteca con una arma en mano por si acaso, corro por los pasillos cuando escucho una metralleta detonarse, asi que me asomo por el balcón viendo a Christopher acabar con muchas personas en un abrir y cerrar de ojos, se miraba tan sexy...asi que desde donde estoy también comienzo a disparar a todo lo que da, el se da cuenta de mi acción y sólo me guiña un ojo.

Sigo en lo mio, hasta que siento que soy tacleada fuertemente, ¡Y mi maldito antifaz sale volando!, asi que gateo lo más rápido por el pero soy tomada de los pies siendo arrastrada, cuando me doy la vuelta me encuentro con Rabah, uno de los líderes de la mafia Árabe.

-¡Tú eres la maldita perra!- Me dice sorprendido.

❥ Gracias siempre, MaxCaos.

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Comments

Andy Jaimes

Andy Jaimes

ahora sí estás jodida Cris te va matar lo primero q te dijo el antifaz 🤯🤦🏼‍♀️

2023-12-31

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