Capitulo 9.

-Ya no seré...tu problema...por favor, se está cumpliendo lo que tanto anhelas...yo...no tengo a nadie- Dice Emily entre sollozos y delirios, dejándo caer su hermoso rostro sobre el pecho de Christopher.

-Me tienes a mi, necesitando siempre de ti...-Susurra él sobre los labios de Emily.

-¡Christopher!, jefe ¿se encuentra bien?, ¿ocupa algo?- Llega corriendo otro de los hombres.

-¡Vayan por Will!, ¡rápido!, si no lo tengo aqui de inmediato, ¡haré sus vidas más miserables de lo que son!- Les grita cabreado.

A ellos no les queda de otra, sólo correr a todo lo que daba, por ellos, se quedarían viendo a esa mujer de belleza indescriptible.

Cuando Will es avisado llega hacia dónde se le pide, pero la imagen de Christopher juntándo su frente con la de Emily, lo deja helado, este no era el Christopher que se veía todos los días.

-¿Qué le pasó?- Llega Will revisándola.

-El árabe le disparó y cayó desmayada- Responde Christopher, haciéndose a un lado.

-Ya veo, le dió a su fosa ilíaca, pero esto fue casi un rozón que no logró perforar nada, está sangrando demasiado, habrá que hacerle una transfusión, aparte está débil por la mala alimentación, pobre chica todo se le juntó.-Dice Will tratándo de parar el sangrado.

-¿Sabemos que tipo de sangre es?-.

-Cuando la mandaste investigar, es el mismo y raro tipo que tú sangre Rh Nulo, sangre de oro, joder. No puedes transferirle porque lo prohibe nuestra fam...- Es interrumpido.

-Me importa una mierda, haz lo necesario.

-Como tú digas, Diablo- Le responde Will, tratándo de alzar en brazos a Emily, pero es frenado por Christopher.

-¿¡Qué demonios haces!?, nadie la toca excepto yo, idiota.

Emily.

Poco a poco mis ojos se abren con difultad, la luz hacia que me diera algo de dolor; miro a mi alrededor y estoy en un cuarto totalmente diferente a los demás que he estado, es enorme, refinado y de buen gusto, aunque era frio y algo oscuro, la pintura negra matte de las paredes daban ese toque.

Estoy canalizada con sueros multivitamímicos, tengo una máscara de oxígeno y monitoreada, vaya que me habían atendid...<>, miro mi cuerpo vestido con una bata de seda color vino, toco mi cabello arreglado, ¿ahora iban a tratarme bien?, ó ¿acaso estaba fuera de las manos del diablo.

Y hablándo de él, no sabría explicarme a mi misma, sobre las alucinaciones potentes que he tenido durante días, a veces sentía a él muy cerca de mi, ó sentado a mi lado, también como tocaban mi rostro y a veces las manos, todo era terriblemente confuso, pero sabia que todo era sólo mi imaginación.

Decido desconectarme de todo y me levanto lentamente de la enorme cama, observando todo con detenimiento, todo era lujo, esos cuadros tan costosos y de buen gusto, me indicaban que esto era fuera de lo normal.

-Tal vez aquella puerta sea el baño- Me acerco a ella, moviendo la perilla y abriéndola- Si aqui estás-.

Me dirijo hacia el espejo, estoy...estoy mejor que hace días, pero...hay algo que ronda en mi cabeza y es Christopher ¿por qué no me dejó ahí para morir?, si tanto es su odio hacia mi, ¿por qué me salvó?.

Aunque tarde o temprano lo haría, ayer al estar tan cerca de la mafia, fue algo increíble, hace mucho que sabia sobre ella, pero nunca la había experimentado, si yo ayudara al Diablo con su infierno, tal vez no me trataría tan mal y no me la pasara encerrada en una habitación, ¿podría yo ser parte de ellos?, ahora lo iba a saber.

Asi que decido salir del cuarto, camino un poco lento, colocándo mi mano en mi pélvis aún algo adolorida, voy por los enormes pasillos, esperándo encontrarlo, pero no, hasta que bajo las escaleras y escucho la voz de él y sus hombres, por su tono, se escucha cabreado.

-¿¡Acaso no se dieron cuenta que robaron el maldito cargamento de armas idiotas!?.

-Jefe, por favor déjenos explicarle. Usted nos mandó por ese médico a USA para la americana,  no recordabamos sobre eso- Habla uno de ellos.

-Me importa un carajo y...-Se silencia al verme a media escalera -¿Tú qué haces levantada?- Me dice, caminándo hacia mi.

-Yo...yo, quería agradecerte por salvarme y...- Me corta.

-No fue de gran importancia, no tienes nada que agradecer- Dice dándome la espalda caminando hacia donde están los demás.

-No- Lo sigo -Enserio, yo se que me odias pero, te agradezco de que prolongaras el querer matarme.

-No te odio, no eres tan importante para eso- <>, me dice viéndome directamente a los ojos.

-Pues, aunque yo si te odie a ti- Le suelto viendo como alza su ceja, y la expresión de asombro de los demás- Te quería pedir poder estar dentro de tu mafia, si quieres puedo ser un ayudante tuyo solamente, sé que es dificil entrar.

-Jajaja, ¿una teniente en mi mafia?- Se burla él.

-Jefe, es como usted en mujer- Le dice Will, ganándose la mirada de asesino de Christopher.

-Tú callate idiota, lárgate de aqui. Serás útil, pero tendrás que pasar algunas pruebas, y ni creas que eres parte de mi mafia- Dice él caminando hacia su despacho.

Festejo un poco por dentro, y no puedo evitar sonreir, los hombres comienzan a abrazarse felices de saber que estaré ahí.

-Montón de imbéciles, a trabajar, y ya dejen de verla miserables inútiles- Les grita Christopher- Ah y tú Emily, vé a comer algo, no quiero que te estés desmayando a cada rato, pesas demasiado.

-De qué te sirven esos brazos Diablo idiota- Susurro.

-¿Cómo me dijiste?- Alcanza a escuchar.

-No nada, que ya tenía hambre jefe- Le respondo con un poco de burla, dándole la espalda.

Camino hacia la gran cocina principal, mis fosas nasales se inundan del olor de comida casera, mi estómago duele del hambre que me cargo.

-Hola niña, ¿te sirvo algo?- Me habla una linda señora, con un mandíl y sartén en mano.

-Buen día señora, es que...no sé que pueda comer y que no, si Christopher me lo permite.

-Niña, llámame nana, si Chris te envió aqui es por algo, hice un caldo delicioso, siéntate a desayunar- Me dice ella tomándome de los hombros y sentándome en la isla, hace años que no me sentía agusto con alguien.

La seño...nana, me coloca un gran plato de caldo de pollo frente a mi, regalándome una linda sonrisa, asi que adentro la cuchara en mi boca, y mis papilas gustativas explotan de emoción, se sentía tan bien. Después de comer 3 platos, quedo satisfecha.

-Gracias nana, esto te quedó riquísimo.

-No es nada niña, debes alimentarte bien, bueno ahora vuelvo, tengo que ir por algo aqui afuera.

-Si está bien, aqui te espero- Le digo.

Volteo a un lado encontrándome con algunas barritas de chocolate KitKat, se me hacia agua la boca.

-Come- Me dice Christopher detrás de mi, parado en la puerta de la cocina.

-No gracias, quiero tener lengua aún.

-Jajaja, ya no tienen navajas.

-¿Cómo me aseguras eso?- Lo cuestiono.

Sin quitarme la vista, toma uno de los chocolates y se lo lleva a la boca, mordiéndolo la mitad.

-No lo sé, tal vez los demás si se tengan, por mi experiencia aqui, estás lleno de sorpresas.

Toma otra barrita y se dirige hacia mi, no se que intenta, pero dejaré que lo haga.

Toma mi banco, girándolo hacia él, haciéndome que quede a la altura de su pecho, sigo sentada viéndolo y pasa la yema de sus dedos sobre mis muslos desnudos, al llegar a las rodillas, separa mis piernas colocándose entre ellas, algo que me pone nerviosa a la vez.

Alzo mi cabeza encontrándome con esa mirada fuerte que tiene en la cuál a veces me pierdo, se acerca mucho a mi, al punto de sentir su respiración en mi rostro.

-Confía en mi- Susurra con esa voz grave que tiene.

Con una de sus manos, pasa su dedo pulgar por mis hinchados labios, sobándolos lentamente, <>, frena abriéndo mi boca, introduciendo sólo la mitad del chocolate, el cuál no muerdo aún.

Pero mi corazón se acelera al sentir como coloca su gran mano en mi nuca, y él se acerca aún más, abriendo su boca para morder el chocolate de la mia, no toma la punta, lo hace de la mitad, tan cerca de mi que roza sus labios con los mios mordiéndolo lentamente y llevándoselo a sus papilas gustativas.

Quedo helada, sin moverme, aún sin creer lo que pasó, mi piel sigue erizada y mi pulso acelerado, sólo lo sigo mirando como una tonta.

-¿Sigues pensando que la mitad que tienes en esos labios tiene una navaja?- Me susurra en mi oído-.

Sigo embobada, y mi única respuesta es hacer que si con mi cabeza.

-Tendré que comprobártelo de nuevo-

Se vuelve a mover hacia mi, y pasa su lengua caliente sobre mi labio inferior, sacándo el chocolate de mi boca, ya que no estaba todo adentro; pero ahí se queda por un momento, no sé porqué demonios suspiro de una forma extraña, que cierro mis ojos.

Mete el chocolate a su boca y cuando cierra sus labios, los roza aún más con los mios. <>.

-Ahora, come- Me dice separándose de mi y saliendo de la cocina.

Abro mis ojos, tratando de salir del shock, ¿por qué se sintió tan bien tenerlo cerca?.

❥ Gracias siempre, MaxCaos.

Felices fiestas mis hermosas, que todos sus sueños se cumplan hoy, mañana y siempre. Un gran abrazo y mil bendiciones, las aprecia su autora Max.დ🌲🎁

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Comments

Andy Jaimes

Andy Jaimes

estubo bueno capítulo ❤️

2023-12-27

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