La duda invadió mis pensamientos, ¿cómo demonios iba yo a poder contra un mafioso?, ¿en qué podía ayudar?, si ya estaba poniendo todo de mi parte para la misión, ¿qué más querían de mi?.
Traté de ser lo más razonable posible, necesitaba calmarme y saber escuchar sobre a lo que se refería el capitán.
-Disculpe señor, pero me gustaría que fuera directamente al grano, sin rodeos ni filtros de por medio- Le respondió sincera, frotándose las manos con nerviosismo, pero sin perderle la mirada.
El capitán se levanta de su asiento, para caminar alrededor de su gran oficina, con sus manos detrás.
-Miller, quiera o no tiene que aceptar, no es algo de lo que tenga opción, al negarse se le ordenará el exilio de este pais y de algunos otros, no tendrá oportunidades de trabajo alguno, pero vealo por el lado bueno, esto no fallará, asi que le diré a que la he citado.
Este viernes es la misión en Italia, es un gran baile al que entraremos a atacar a la mafia Lombardo, y ahi es donde entras tú; te harás pasar por una bailarina Árarabe, ya que contrataron algunas para cerrar el trato con esa mafia ese día ahí mismo, la señorita que lo iba a hacer, será interrogada, asi que tú tomarás el lugar de ella- Dice el capitán colocándose enfrente de Emily.
-¿¡Qué!?, señor por favor, piense bien las cosas, es una locura, si sólo es bailar, mándela a ella- Habla rápidamente Emily.
-No, no es eso, eres una chica que tiene una mirada única, eres la mujer que puede hacer caer a sus pies a cualquiera, con todo respeto, aparte estás altamente calificada para una misión asi, ¿tiene miedo acaso?- Exclamó el Capitán.
-No es miedo, es duda de lo que pasará en mi futuro, cuente conmigo capitán, aunque debo advertirle que yo no se bailar árabe- Responde sincera, levantándose de su asiento.
-Sabia que no se negaría Teniente Miller, tiene un futuro muy prometedor al estar en esta misión se le abrirán nuevas puertas, tiene toda nuestra protección si algo llegara a salir mal.
Por el baile ni siquiera se preocupe, esta semana la bailarina interrogada la ayudará a saber todo sobre eso, viajará 1 día antes que nosotros a Italia, no cambiarás nada de tu aspecto sólo tendrás un pasaporte falso- Dice el capitán, extendiéndo su mano.
-No le fallaré mi capitán- Habla Emily levantándose tomándo su mano, para después salir de esa oficina.
-Le estás jugando sucio a una de nuestras mejores tenientes- Le suelta algo molesto el Coronel.
-No es jugarle sucio, estoy usando mis mejores armas contra esa estúpida mafia- Contesta el capitán.
Levantándose, golpea el escritorio el Coronel. -Literal la estás arriesgando ante la persona más peligrosa del mundo, la estás exponiendo y para ser exactos le estás vendiendo su alma al diablo-.
-Que no se te olvide, quién es el capitán aqui, Miller será como nuestra agua bendita contra él-...
Narra Emily.
Los siguientes días, después de la noticia sobre el plan del capitán, fueron un infierno, no sólo le bastó con que aprendiera el baile árabe, me tuvo día y noche en entrenamientos de arma y combate, mi cuerpo ya no daba para más, aunque eso me sirvió demasiado y me servirá en un futuro.
-¡No Emily asi no!-. Me regaña por quinta vez en el día, la maestra de baile.
-¡En primera no me subas el tono de tu voz!- Le reclamo a la maldita, a mi nadie me grita.
Respira tratando de no perder el control sobre mi.
-Emily, sólo déjate llevar, dime cuando tienes relaciones con alguien, ¿te sientes sexy no es asi?-
Me pregunta ella, yo sólo le doy la espalda tratando de ocultar mi expresión de desagrado.
En realidad nunca había tenido sexo con alguien, a mis 23 años era una virgen sin experiencia alguna en la cama, no era porque no quisiera, mis padres siempre quisieron tenerme bajo su control, para ellos era "escuela, escuela, escuela", me decían que los novios eran una distracción, nunca me dejaban salir a fiestas, mis cumpleaños eran bajo su supervisión, claro tuve mi novio de chocolate, pero nunca pasó más allá de un beso, mi madre me perturbaba con la idea de llegar virgen al altar, que nadie me iba a querer si yo la llegaba a perder...
Después del problema que tuve con ellos y mis ganas de ser independiente, me mudé sóla y aunque varios hombres me quieren conquistar, no he encontrado a alguien que sienta que de verdad merezca mi compañía y mi tiempo.
-¿Emily, me estás escuchando?-.
Sacudo mi cabeza, para retirar mis pensamientos.
-Si claro, sólo sigamos con la cláse-.
-Te pondré algo un poco más movido, sólo imaginate el escenario, la misión, has estado en Arábia, ya has visto bailes, sólo trata de conquistar a tu público-.
Camina hacia la pequeña bocina, tomando su celular para reproducir la canción, "Flow Natural (Remix)", es movida y tiene algo de lo que se escucha hoy en día.
Asi que me coloco de frente al espejo, retirando mi sudadera, para quedar en un top deportivo negro, ato mi cabello en una coleta alta, para comenzar a moverme al ritmo de la música.
Y asi convirtiéndome en una maldita master del baile árabe y recuperando mi sensualidad dominé esto, movia mis caderas como una experta, abria mis piernas en su totalidad, bajaba mi espalda hasta el suelo con mucha facilidad, ya no había pudor alguno en esto, parecía que habia nacido para seducir.
Me ayudo el pensar de tener frente a mi al tal Christopher Lombardo, en mis ganas de llamar su atención para lograr la misión.
Horas más tarde.
Llego agobiada a mi departamento, ¿quién diría que bailar era tan cansado?, debí seguir mi camino de médico, pero aqui estoy, siendo la mejor teniente...
Al entrar a este, veo en el suelo una carpeta color blanca, tenía el sello del ejercito, probablemente era mi boleto de avión.
Tomo la carpeta, abriéndola, para mi sorpresa esta trae consigo un pasaporte falso, ahora todo caia sobre mi, estaba por entrar a la boca del lobo, no es que hubiera mi vida en juego, si moria en el intento, ni siquiera a mi familia le importaria, no tenía nada que perder.
Estudié mucho a las mafias, sabia que esta era la más peligrosa, pero estaba dispuesta a aceptar el reto...
Giro la mirada hacia el ventanal, hoy la luna iluminaba mi lugar de forma distinta, era casi nostalgico, todo el tiempo que llevo aqui viviendo, siempre me ha encantado admirar la hermosa vista que me ofrece New York podría pasar horas haciéndolo.
Asi que tomo una manta tirándola en el suelo frio, igual yo me tumbo sobre esta. Dejo todo lo del trabajo a un lado, eramos sólo yo y mi ventanal.
Narra escritora.
Emily aborda su avión a la mañana siguiente, sabia que nada de los planes del capitán eran buena idea, pero era una joven lastimada por su propia familia así que correría el riesgo, a la vez de que los nervios la carcomían, sentía algo de emoción en su interior, la mafia le interesaba, odiaba las injusticias de esta, así que tampoco perdería la oportunidad de enfrentarla en carne propia, y menos al mismo Lucifer.
❥ Gracias siempre, MaxCaos.
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