Capitulo 11

Me doy de inmediato media vuelta, y veo que hay un árabe tirado a unos cuantos metros de nosotros.

-Es hora de irnos, no tengo tiempo para estupideces- Espeta molesto, saliendo del lago.

Si tan sólo ese árabe no hubiera llegado, yo y él nos hubieramos besado...

Ese hubiera, rondó mi cabeza durante todo el silencioso e incómodo camino a la mansión.

Al llegar, él sólo me abrió la puerta sin decirme nada, entró a su despacho y ya no salió durante horas. Me estaba sintiendo algo rara por ese acercamiento con él asi que decidí ir sólo por un chocolate a la cocina, para después ir a dormir. Claro no regresé a su habitación, no quería que él se molestara por eso.

Me doy un baño y me coloco nuevamente mi bata, me recuesto sobre el frio colchón y después de cubrirme con la fina sábana, caigo en un sueño profundo.

Narradora.

Christopher se encontraba en su despacho, bebiendo algo de su whisky favorito, trataba de no pensar en el momento que tuvo con Emily, es un hombre y ella una mujer hermosa, le parecía un tanto dificil resistirse a querer quitarle la ropa cada vez que la miraba.

-Será mejor que duerma, mañana será una noche larga e interesante- Dice él, dejando el vaso sobre su escritorio.

Sube a su habitación y al entrar se encuentra con que está vacía, revisa la ducha y Emily no está ahí, asi que opta por ir al cuarto a dónde la trajo.

Toma la perilla y abre lentamente la puerta, encontrándola durmiendo con frio sobre ese colchón duro. Sólo se recuesta sobre el marco de la puerta, observándola dormir, él nisiquiera sabia porqué lo hacía, simplemente de quedó un buen rato ahí, hasta que decide acercarse a ella, colocándose en cunclillas para mirar más de cerca, tomando entre sus dedos un pechon de cabello que caia sobre el rostro de ella y poniéndolo detrás de su oreja.

-Es una verdadera lástima...-Susurra en sus adentros Christopher.

La toma en brazos para cargarla y llevarla a su habitación, lo hace de una forma tam delicada, como si llevara un tesoro muy preciado, al igual que al recostarla sobre la lujosa cama, pero al hacerlo, el tirante de la bata cae sobre el brazo de ella, dejándo al descubierto uno de sus suaves pechos.

<>.

Sólo mueve su cabeza, levantándose como alma que lleva el diablo, para dirigirse a la ducha y darsela con agua muy fría.

Emily.

Despierto poco a poco, estaba tan agusto dormida que no me fijé que había dormido más de lo normal y...¿¡Por qué estoy aqui!?.

Se supone que yo ayer me fui a dormir a otro lado, ó tal vez sea mi imaginación todo...será mejor que ya me levante, tengo bastante hambre.

Uso una camisa negra de vestir color negra, con un pantalón ajustado al cuerpo de tiro alto, azul marino, con mis botas negras, dejando nuevamente mi cabello liso.Bajo a la cocina, encontrándome nuevamente con nana.

-Buenos días nana, ¿cómo amaneció?.

-Niña Emily, bien, ven siéntate a desayunar.

-Muchas gracias, claro que...-Me interrumpe el portazo de la cocina, entrándo Christopher, <> trae casi la misma vestimenta que yo.

-A mi despacho, ahora- Ordena con su voz demandante y escalofriante que tiene.

Sale de ahi sin decir nada más, maldito mal educado.

-Tendrá que ser después nana, me necesitan.

-Ten niña, un vaso de jugo de naranja- Me dice entregándomelo.

-Gracias, eres un amor.

Le digo saliendo de ahi, para entrar a la boca del lobo, asi que ni siquiera toco a su puerta, entro sin más.

-A tus órdenes- Le digo para llamar su atención, y el sólo me corta con la mirada.

-Hoy darémos un gran golpe, sólo tú y yo juntos, ninguno de mis hombres nos acompañarán, asi que si fallas estarás adelantanto tu muerte- Espeta con su tono "diabólico" coml digo yo.

-No lo haré y lo sabes muy dentro de ti, sólo necesito detalles.

-Si tú dices, el presidente de aqui dará un baile de máscaras para festejar su cumpleaños, los árabes lo quieren comprar con la nueva polvora que inventaron y...- Lo interrumpo

-Espera, espera, espera tengo que hacer mi "pregunta" como tú dices, ¿cómo sabes eso- Le digo viendo como se pasa la mano por su cabello desesperado.

-El presidente es mandado por mi, trabaja para mi y está por mi en el poder, ahora déjame continuar. Ellos quieren ponerlo en mi contra, pero lo que no saben es que él ya me dijo sus planes, ese día se la mostrarán y ahí es cuando nosotros entramos, irémos a ese baile para robar su pólvora, ya sabes quienes son cada uno de ellos y a cuáles tienes que matar y a quienes no, en un rato vendrán a traerte varios vestidos para que escojas el adecuado para esta noche.

Con forme avance, te iré dando detalles ahora Emily, el punto más importante...no dejes que nadie te mire tu rostro, no te quitarás la máscara o antifaz, lo que sea que escojas.

-Te entiendo, estaré lista para cualquier cosa que me pidas- Le digo observando los planos del lugar.

-Excelente.

Toda la tarde me explica el plan que se trae entre manos, el cuál me resulta de maravilla, pero todo puede salir mal con cualquier error, <> sin miedo alguno Christopher se enfrenta sólo a una mafia, definitivamente era el diablo en persona, un veneno que no tiene cura...

Subo a la habitación para darme una buena ducha, tomándome mi tiempo.

Salgo encontrándome con Will y otro hombre que no conozco verdaderamente, los dos vienen cargados de bolsas.

-Aqui te envía el jefe, es para esta noche- Habla Will dejándolas sobre la cama.

-Si claro, gracias.

Se van dejándo todo, y el otro hace como que se va, pero no.

-Te recomendaría llevar el rojo, es el color favorito de Christopher- Me dice él.

-¿Y a mi qué me interese lo que le guste?- Le respondo sincera.

-Lo que usted diga Emily- Me dice sonriente y saliendo de la habitación.

Cosa que me causó gracia, bueno, ¡manos a la obra!.

{Mientras se arregla, Song: Greedy/Tate.McRae, Si la traducen verán que realmente va con esto}.

Reviso las bolsas, encontrándo alaciadoras, pinzas, tratamientos para el cabello, maquillajes, perfumes, lencerías, todo de una gran colección destacada, analizo varias opciones de vestidos, hay unos muy cubiertos, algunos muy sexys y reveladores, lo que más fué de mi agrado fueron sus marcas, entre ellas Channel, Vuitton, Hérmes, entre otras. Christopher no escatimó en gastos, las máscaras eran impresionantes, todas chapadas en oro, cristales o piedras preciosas.

"El rojo le gusta a Christopher" me obsesionó los pensamientos, asi que ¿por qué no tentar al diablo?, escojo un precioso vestido Versace, tremendamente ajustado al cuerpo, en tela de seda Italiana con aplicaciones de cristal rojo en corte sirena, dejándo atrás una cola de más de un metro, el escote...<>, era en forma de corazón abierto hasta la boca del estómago, con un poco de espalda descubierta.

Comienzo secando mi cabello bien, después realizo unas ondas en él, no tan marcadas en un estilo elegante, el maquillaje consta de resaltar aún más mis grandes ojos azules, un delineado negro con unas pestañas sencillas ayudaría y unas sombras un tanto neutras darían ese toque, aplico algo de base y rubor, pero me centro en los labios, tiñiéndolos de un rojo/vino, viéndose asi más carnosos de lo normal.

Me levanto a colocarme una tanga diminuta del mismo color del vestido y mi porta navajas en el muslo, ahora si mi intención no era llevar sostén, para nada.

Pongo mis zapatillas doradas suela roja de punta aguja para después ponerme ese vestido precioso.

-Mierda, ahora soy sexy- Hablo con el espejo pareciendo una demente.

Pongo de mi perfume favorito, <>.

❥ Gracias siempre, MaxCaos.

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