Isabella.
Voy en camino a mi nuevo trabajo. Me reuní con el novio de Hanna, que se llama Adams. Santonina me dijo que yo era exactamente lo que buscaba, pero como no tenía experiencia, empezaría de asistente y poco a poco a medida que aprenda me dará más responsabilidades y así lo he hecho.
Estoy aprendiendo mucho con él, pero cuando el socio mayor llegue, pasaré a ser su asistente. Me dijo que cuando terminara mi novela se la mostrará y si tiene potencial, pues, él se encargará de publicarla. No puedo explicar el tamaño de mi felicidad; es algo maravilloso todo esto.
He seguido yendo a las terapias y he salido a tomar café con el doctor; es una muy buena persona y fluyo tanto con él que tuvo que recordarme que él tiene esposa, a lo que yo le respondí que no se preocupara, ya que he creado una especie de barrera, pues no quiero enamorarme y volverme una loca de nuevo.
Ya llevo un mes en la editorial y estoy maravillada con lo que se hace. Aquí prácticamente es magia, estar aquí es otro mundo, es un lugar que me da paz y tranquilidad.
Bajó del autobús y entré a la empresa. Llamo el ascensor, pero hoy está tardando de más. Este se abre y se deja ver un hombre muy guapo; es alto como de un metro noventa, es fuerte, el traje le queda tan ajustado que se marca cada línea de su brazo, tiene una pequeña barba, y la verdad es muy guapo. De sus ojos no puedo hablar, ya que le di una mirada rápida. Él me mira y me saluda; yo lo saludo en respuesta, pero sin verlo a la cara.
Al salir caminamos a la misma dirección; luego de eso entro a la oficina y él detrás de mí; en el puesto donde siempre está Adams está vacío y el señor en cuestión se sienta en ella.
Esta vez lo miro fijamente y sus ojos son un azul hermoso. Esa mirada, ese rostro tallado a mano, me es familiar, solo que no recuerdo de quién es. En este momento imagino que es mi nuevo jefe y me presento.
—Buenos días, soy Isabella, Soretti, la asistente del señor Adams, un placer —digo mi apellido materno para no tener nexos con los Rinaldi, extendiendo mi mano hacia él.
—El placer es todo mío, soy Luciano Volkot, el presidente de la editorial —dice y me estrecha la mano, causando una sensación de calidez y confianza en mí y dejándome esa sensación de que lo conozco de algún lado…
—Okay, señorita Soretti, espero que sea igual de eficiente para mí como lo es con mi primo. Este hombre es imponente y tiene algo que me da tranquilidad.
—Así será, señor Volkot.
—Está bien, comencemos, quiero que me des tu opinión sobre estos manuscritos y que hagas un informe detallado de cada uno para el final del día, está bien. Dice y me preocupo un poco, aunque no debería, ya que he demostrado en un mes que soy muy capaz.
Me despido de mi jefe y comienzo a leer, y wow, espero poder leerme todo esto. Hoy lo hago y doy mi punto de vista; yo tengo la capacidad de leer muchas por minuto y eso es muy beneficioso para mí en este momento.
Las horas pasan y pasan y me llega un almuerzo de parte de mi jefe. Dios, qué pena se me pasó comer y él se dio cuenta. Tendré que estar más atenta para que no se dé cuenta de que no almuerzo; eso me quita demasiado tiempo para entregar a tiempo mis trabajos.
Destapo el lunch de la comida y mmm… Esta exquisita es lasaña y viene acompañada de ensalada de tomate, cebolla y queso de búfala… Este hombre le atina a mi plato favorito.
Me dejo llevar por la delicia que entra a mi paladar, hundo el tenedor en el trozo de lasaña y luego mastico, dejando que a mi mente lleguen los recuerdos que tengo de este plato con mi familia, mientras una lágrima recorre mis mejillas por el dolor de lo que ya no será.
Al terminar de almorzar, rápidamente termino mis informes y marco cada parte relevante y, de hecho, identifico uno que otro pequeño detalle a mejorar. Camino a la oficina de mi jefe y le entrego lo que pidió y algo extra. Me siento orgullosa de mí por ver cómo he avanzado en este tiempo. Tocó la puerta y escuchó la señal para pasar; lo hago y este se sorprende y me pregunta.
—Ya revisó todo, e hizo los informes.
—Sí, jefe, está todo aparte, corregí algunos detalles, pero si no le gustan los cambios me avisa y lo acomodo como estaba. Le digo un poco nerviosa, pues, aparte de guapo, es un poco intimidante.
El señor revisa en silencio el trabajo que le entregué y luego de mucho rato me observa y juro que mi respiración se corta hasta que rompe el silencio y habla.
—Mmmm… Interesante, veo que no se equivocaron al decir que era muy eficiente. Hizo, dice, y no puedo evitar sonreír.
—Muchas gracias, mi jefe, por la oportunidad y la confianza. Digo con sinceridad y luego me retiro.
Permiso, jefe, me retiro —salgo aún nerviosa y al llegar a mi puesto sonrío feliz, como me pude haber perdido de la satisfacción que se siente después de haber entregado un trabajo bien hecho.
Sigo con otros pendientes y como siempre se me pasa la hora, y es que me encanta leer y perderme en cada personaje, en lo que piensan, en cómo actúan; me encanta cada historia que devoro, estoy muy concentrada como siempre que leo o escribo, cuando de repente…
Señorita Isabella, ¿por qué está aquí todavía? —dice mi jefe y reviso la hora. —Por Dios, ya es muy tarde.
—Oh, por Dios, de nuevo no me di cuenta de la hora; tendré que irme de nuevo caminando; ya a esta hora no pasan autobuses —digo hablando sola mientras recojo todas mis cosas.
—¿Cómo tú viajas en autobús y cómo irte otra vez caminando, cuántas veces lo has hecho? —pregunta un poco preocupado.
—Sí, señor, viajé en bus, tuve que vender mi auto y… Bueno, con esta serían cinco veces que me iría caminando —digo y veo molestia en su rostro. Luego me mira con un intento de sonrisa y dice:
—Pues no serán cuatro veces solamente y así se quedará, vamos, yo te llevo —dice y trato de negarme cómo me va a llevar.
—No como cree, señor, yo me voy, ya me acostumbré —le digo y dice firme.
—Camina, yo te llevo, es una orden —dice y lo sigo, recojo todo y camino detrás de él, detiene el ascensor y luego me hace señas con la mano para que entre.
Estamos los dos en el ascensor y este hombre me pone nerviosa y es allí cuando mis alertas se encienden y me regaño mentalmente repitiendo que el amor está vetado de mi sistema o puedo recaer.
Recobro la compostura y llegamos al estacionamiento. Su auto es un Lamborghini de color negro; la pega con él es que este hombre es muy imponente, guapo… Sexy… Ya por dios, Isabella, contrólate.
Luego de manejar un rato y de que él me pregunte varias cosas, como dónde trabajaba antes y esas cosas.
—Yo trabajaba en la cafetería de la novia del señor Adams, era mesera y luego ella vio que sabía de libros y aquí estoy —dijé y él frunció su ceño.
—¿Fuiste mesera?— Pregunta sorprendido y ya me está molestando su actitud, primero lo del bus y ahora esto.
—Sí, señor, por qué se sorprende, primero fue lo de tomar el bus, ahora por trabajar de mesera, créame que es un trabajo digno —le digo molesta y él cambia su cara de molestia a una de arrepentimiento.
—Disculpa si te ofendí, pero es que no pareces alguien de viajar en bus ni de trabajar de mesera, perdón, pero pareces más bien la dueña de la editorial —dice sonriendo y yo sonrío también.
—Ah, ya entiendo, es por cómo visto, bueno, digamos que tengo excelente buen gusto; pensé en vender mi guarda ropa también —digo y niega.
—No lo hagas, tienes muy buen estilo, además, pagamos bien o no —pregunta y asiento riendo.
Llegamos a mi departamento y sé que se sorprendió, pero no dijo nada.
—Entra, Isabella, hasta que no lo hagas, no me iré, —dice y le sonrío.
—Gracias, jefe— le digo y él responde.
—Luciano, Isabella, llámame Luciano y también es una orden —dice y le contesta sonriendo.
—Está bien, pero solo fuera de la empresa, hasta mañana, je… Luciano, y gracias por traerme —digo y subo; me siento extraña el primer día que me conoce y ya me trajo Dios. No permitas que me obsesione con él, no con nadie.
Adams.
Hanna
Isabella.
Luciano.
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Comments
Juliana Ramirez
cada vez más sospecho que es el primo del marido o futuro ex marido 🤭 y que el debe ser el que le mando siempre sus regalos 🤭
2025-03-03
1
Sebastián Romero
" SABEN POR QUÉ LEO ESTÁS HISTORIAS???... PORQUE ESAS MUJERES SON BRUTALMENTE HERMOSAS... SI TIENES EL NÚMERO DE TELÉFONO MÁNDAMELO ESCRITORA 😋😋😋🙂↔️
2025-02-20
2
Solange
quien te ajuna Adriano jajajaaj si Luciano está más bueno que el 🍞
2025-01-11
2