Desgraciado Adriano.

Luciano.

Buenos días, señor Volkot aquí está su agenda de hoy, tiene una reunión a las nueve treinta y una junta a la once treinta, tiene un almuerzo a las dos de la tarde y...— así sigue hablando mi secretaria mientras me da los detalles de mi día luego respira y entra mi amigo Y hermano Fabio Rinaldi, la cara de Fabio es de molestia, tiene sus orejas rojas y la mandíbula tensa.

— Que sucede amigo, por qué vienes así.— le pregunto preocupado y me suelta un golpe.

— maldito canalla como pudiste, qué mierdas es lo que te sucede— me grita y no entiendo que se pudo haber fumado para que actúe así.

— Que sucede hermano, que te pasa le grito ya molesto

— hermano, cuál hermano maldito canalla, has visto las malditas noticias donde dices que siempre has tenido una absurda competencia con Adriano y mi hermana solo es un juguete, diste un comunicado donde acreditas a ángel como tu futura esposa y todo salió de tu computadora, mi hermana debe estar lejos y ojalá y jamás regrese — dice plantándome otro golpe.

— no solo eso, también está el hecho que sé que hiciste un plagio de todos tus autores, eres un desgraciado, estoy feliz de que tu editorial esté al borde de la quiebra, hay varios accionistas retirándose y yo también pretendo hundirte— grito tirándome las demandas de los autores.

Observo y otros libros tienen parte de los de nuestros autores, reviso mi ordenador y hay Miles de correos de los accionistas pidiendo mi cabeza, estoy en la quiebra y no me importa porque perdí a la mujer que amo y esta mierda tiene el sello de Adriano en todas partes maldito idiota.

Cálmate amigo, yo amo a tu semana desde que era una nena la quiero y me vas a decir que después de tenerla sería capaz de dejarla ir estás demente, a dónde se fue— le pregunto a mi amigo con seriedad.

No lo sé, no está en el apartamento y creo que se fue del país, es lo que ella haría.—dice mi amigo gritando.

Mi amigo y Hanna entran molestos por lo de Isabella y por la editorial.

Qué mierda sucede Luciano, como que plagio estamos en la quiebra, habrá que prescindir de muchos trabajadores hasta poder resolver este problema.

El teléfono de mi amigo suena y me mira y luego a su novia Hanna.

Que sucede amor— le pregunta Hanna.

Hay una junta en una hora, y una rueda de prensa en dos horas y media que pretendes hacer Luciano— pregunta y amigo molesto y yo no sé de qué se trata todo esto.

Yo no llame a ninguna junta y mucho menos sé algo sobre la rueda de prensa, lo único que quiero es que mi niña aparezca— digo sincero y Hanna me abraza.

Tranquilo amigo, ella solo debe estar dolida, sabes por los problemas que ella atraviesa, es una mujer llena de complejos, entiéndela.— dice mi amiga Hanna.

Lo que me preocupa es que recaiga o algo peor, yo no quiero que piense que fui capaz de hacerle algo así — dije tomando mi cabeza y desesperado.

No sé si creerte, solo sé que si a mi hermana le sucede algo, yo a ti te mato — digo fúrico Fabio y yo comencé a desesperarme recordando la vez que intento suicidarse cuando Hanna me contó casi muero de frustración e impotencia.

Debemos hallarla, vamos, hay que ver a dónde pido haberse ido.

La puerta es tocada y después de dar el paso entra mi secretaria para decirme que falta poco para junta y que no solo estarán los accionistas sino también los autores afectados.

El maldito de Adriano me supo joder la vida y juro que voy a responder y no se va a quedar con mi berrinchuda, no lo harás maldito asqueroso, mientras estoy en mis pensamientos suena mi celular, miro el nombre en la pantalla y el nombre del imbécil de Adriano sale reflejado en la pantalla.

— Aló primo, querido cómo estás, solo paso a preguntar que tan rápido te abandono Isabella, ella jamás se quedaría al lado de un don Nadie y menos traicionero.— dijo su asquerosa voz al otro lado de la línea.

Maldito bastardo, fuiste tú, pero te juro que esto no se va a quedar así desgraciado — le grito desesperado y con ganas de matarlo.

Isabella fue, es y seguirá siendo mía, bastardo, esa mujer moría por mí y gracias a que te odia de seguro se fue del país y sigue siendo mi esposa, estúpido, por fin te gané — dijo el desgraciado de Adriano y no lo soporté más y le tranque la llamada.

Cálmate amigo, primero veamos cómo salir de este problema y luego la buscas y le explicas.— dice mi amigo.

Si de verdad esto es un malentendido deberás arreglar todo esto Si conoces a isa sabrás que jamás estará con alguien que no tiene plata y está en bancarrota, arregla esto, si la quieres recuperar, deja que esté lejos mientras tú acomodas el desastre o que le vas a ofrecer.— concluyó Fabio y me dio rabia que hablara así, pero si yo conocía a Isabella mejor arreglo esta mierda y luego voy por mi reina

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