La plaza del pueblo resplandecía bajo el manto estelar del 24 de diciembre. Las familias se congregaban alrededor del pesebre monumental mientras el aroma de los dulces tradicionales impregnaba el aire nocturno. En cada esquina de la plaza, los faroles encendidos proyectaban sombras danzantes sobre las paredes encaladas de las casas.
Berenice
¡Venid prestos, nobles vecinos! Habremos de erigir el más sublime pesebre que ojos mortales hayan tenido el privilegio de contemplar en esta santa noche.
El aire estaba impregnado de canela y anís, mientras los niños correteaban entre las faldas de sus madres.
Los sensores de VictorIA registraban cada fluctuación en la matriz espacio-temporal mientras observaba a Rosario, quien junto a Catalina e Isabel, disponía los dulces con maestría. El prendedor en su pecho emitía microseñales que solo los sistemas avanzados podían detectar.
VictorIA
Análisis de campo cuántico en progreso. Detección de anomalías dimensionales: incremento del 47.3%.
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