Código Cuántico De La Navidad Capítulo 12: El Peso de la Amistad

Capítulo 12: El Peso de la Amistad

La puerta del taller se abrió con un leve chirrido, y Benjamín entró seguido de cerca por VictorIA, quien hizo una leve reverencia antes de hablar. Francisco, al escuchar el sonido, levantó la vista de su trabajo.

VictorIA

Permiso solicitado para finalizar proyecto.

Francisco saludó amablemente a VictorIA y le indicó con un gesto que podía continuar. Luego, volvió su mirada a Benjamín.

Francisco

¿Qué osa traer a este humilde taller, execrable traidor? ¿Venís a mofaros de mí?

Benjamín, consciente del dolor que había causado sin intención a Francisco, se esforzó por explicar la verdad.

Benjamín

No, mi buen señor Francisco, ruego que escuchéis mi relato. He venido a exponeros la verdad de lo acontecido.

Francisco

Dudo que lo que tengáis que decir pueda cerrar la herida que vuestro acto dejó en mi alma.

Benjamín

Me acerqué a la noble doncella Daniela con la loable intención de obtener una audiencia para vos, pero ella me informó que su corazón está comprometido desde su nacimiento con un hombre de la urbe. No deseaba causaros daño alguno, mi buen señor Francisco, jamás osaría agravios.

Francisco

¿Cómo puedo saber que no es artimaña urdida por vos para apartarme de ella?

Benjamín

Os juro por todo lo que considero sagrado. La doncella Daniela me devolvió la rosa que le entregué en vuestro nombre como excusa para hablarle de vuestros sentimientos, y me instó a agradeceros el gesto, pero a que cumpláis las encomiendas de su progenitor en lugar de perder el tiempo con ella. Sería indebido recibir obsequios de otro hombre que no sea su prometido.

Francisco, después de un momento de reflexión silenciosa, miró a Benjamín con una mezcla de sorpresa y gratitud.

Francisco

Entiendo. Agradezco vuestra franqueza, señor Benjamín. Aunque ignoro por qué os preocupáis tanto por mi bienestar.

Benjamín

Somos amigos Francisco, y siempre velaré por vuestra felicidad, aunque eso signifique que mi propio corazón se quiebre en el proceso.

Francisco

¿Qué queréis decir con eso?

Benjamín tomó una decisión impulsiva, movido por la sinceridad del momento y la necesidad de sincerarse.

Benjamín

Francisco, yo...

VictorIA, quien había seguido la conversación en silencio, intervino con su voz mecánica, esta vez para darle tiempo a Benjamín de pensar bien lo que iba a decir.

VictorIA

El señor Benjamin exhibe indicios de sobrecarga energética. Se ha detectado un flujo anormal de impulsos eléctricos. Posible fallo en la matriz de regulación.

Benjamín miró a VictorIA con agradecimiento. Había estado a punto de confesarse y sabía que eso habría terminado su amistad con Francisco.

Benjamín

...robé la rosa que le di a la doncella Daniela del jardín de la señora Berenice. Temed que debáis pagar por ello, pues lo hice por vuestra merced.

Francisco, sorprendido por lo dicho por Benjamín, soltó una carcajada que hizo eco en el taller.

Francisco

Sois audaz, noble caballero. Tomad lo que encontréis en el taller para pagarle a doña Berenice. No queremos tal afrenta en estos tiempos.

Benjamín y Francisco se miraron mutuamente y se rieron. Seguían siendo amigos y Benjamín sintió que un gran peso se levantaba de su corazón. La amistad, después de todo, es un amor aún más profundo que el amor de un amante, así lo veía Benjamín y así sería siempre.

VictorIA, quien había estado observando atentamente, respondió con su habitual calma y precisión.

VictorIA

Seres análogos complejos, tarea descifrar nula. VictorIA regresará antes del mediodía para llevarse proyecto. La dama Antonia requiere de mi asistencia en este momento.

Y con eso VictorIA salió del taller, dejando a Benjamín y a Francisco anonadados. VictorIA estaba inadvertidamente cambiando la dinámica del pueblo y acercándose más a descifrar el código cuántico de la Navidad.

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