Código Cuántico De La Navidad Capítulo 6: Luciérnagas de la Tradición

Capítulo 6: Luciérnagas de la Tradición

El 7 de diciembre metamorfoseó el pueblo en un espectáculo deslumbrante de luz y color con la llegada de faroles cuidadosamente alineados como guardianes mágicos.

La comunidad se congregó en un inicio en la plaza para la anticipada inauguración, con rostros iluminados expresando alegría, mientras la música de villancicos tradicionales se entrelazaba con el aroma de canela y especias. Raval, con su oratoria, inauguró la festividad con palabras llenas de gratitud y esperanza.

Raval

Oh nobles almas congregadas en esta ilustre ocasión, permitid que mis palabras, como pétalos perfumados, se esparzan en vuestros corazones. En este mágico rincón del tiempo, donde las luces titilan con anhelo y los faroles danzan con la esperanza, celebramos la magia ancestral de la Navidad. Que esta festividad, como un río etéreo que fluye entre los recuerdos y las promesas, nos conecte con la esencia de la tradición. Que cada destello de vela sea un faro que guíe nuestros sueños y anhelos. ¡Oh, noche resplandeciente, testigo de nuestras alegrías entrelazadas, danzamos bajo tu égida, forjando recuerdos que perduren en los pliegues del tiempo!

Manuel

Bienaventurado seáis don Raval, con vuestra sapiencia enseñáis lo importante de la festividad.

Beatriz

Vuestra merced conocéis de los nuestros como la palma de vuestra mano.

Después del discurso, todos comenzaron a recorrer el pueblo organizando los faroles en las calles empedradas y encendiéndolos mientras revelaban la inspiración detrás de cada creación.

Catalina

Mi farol, emanado de recetarios ancestrales, quiere que vuestras mercedes traspaséis de estirpe en estirpe los manjares culinarios de vuestros genitores.

Francisco

Mi farol ha de plasmar los afectos de mi agobiado corazón en la fulgente luz que mana, un amor que parece reflejarse en cada centelleo.

Amelia

Mi farol, con su resplandor, alcanzará a padre, allí donde quiera que reposare. Yo ya tengo a Shirley. Y vos, noble señora Victoria, ¿cuál es el significado que ostenta vuestro farol?

VictorIA no sabía cómo responder a la pregunta con el lenguaje florido que utilizaban. No sabía cómo explicar la dualidad, el viaje temporal, la anomalía cuántica. Solo pudo pronunciar en su lenguaje técnico.

VictorIA

Tiempo

Amelia esperaba ansiosa la respuesta de VictorIA, mientras esta observaba su propio farol con una mezcla de pensamientos abstractos y procesos algorítmicos.

Amelia

¿Tiempo? ¿Cómo es que vuestro farol habla del tiempo, noble señora Victoria?

VictorIA, manteniendo su tono preciso y técnico, intentó transmitir la complejidad de su significado.

VictorIA

Tiempo, variable cuantificable, secuencia de eventos. Farol, expresión simbólica, dualidad temporal, conexión entre dos épocas distantes.

Amelia frunció el ceño, intentando comprender tal explicación.

Amelia

¿Dualidad temporal? ¿Qué queréis decir con eso?

VictorIA intentó simplificar su respuesta para hacerla más accesible, aunque su lenguaje seguía siendo técnico.

VictorIA

Existencia en dos realidades temporales diferentes.

Amelia asintió, aunque su expresión aún denotaba confusión. Mientras tanto, Antonia, intrigada por la respuesta de VictorIA, decidió intervenir.

Antonia

Victoria, noble dama, vuestras palabras son enigmáticas. ¿Cómo se entrelaza el tiempo en vuestro farol?

VictorIA, sin desviarse de su lenguaje técnico, intentó proporcionar una explicación más detallada.

VictorIA

Singularidad temporal. Anomalía cuántica. Mi presencia, un desajuste en el tejido temporal, reflejado en la luz que emana del farol.

Las caras de los presentes reflejaban una combinación de fascinación y perplejidad. Nadie había esperado una respuesta tan críptica a una simple pregunta sobre el significado del farol. Mientras los demás intentaban descifrar las palabras de VictorIA, esta permanecía imperturbable, como una entidad guiada por la lógica y la precisión en un mundo de expresiones más abstractas. Fue Raval quien, con otra carcajada, desvió la atención a los demás faroles.

La noche festiva continuó con risas, música y la luminosidad de los faroles, mientras el misterio de VictorIA permanecía oculto entre las luces navideñas. El pueblo se transformó en un escenario de unidad donde las diferencias se disolvían en la celebración de la Navidad. Con el avance de la festividad, el bullicio calmó, dando paso a un silencio lleno de expectativas bajo el cielo estrellado, marcando la transición hacia las emociones que aguardaban en la historia navideña por escribir.

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