Nubes de tormenta

Estaba extasiada con la habitación, era como tener un cielo particular solamente para ellos dos, podía sentir su olor como una droga, quería más de él, no sabía cuándo había empezado esa urgencia por probar sus labios , estaban tan cerca, tan solo tenía que girar el rostro para que sus labios coincidieran, comenzó a deslizarse suavemente por su mejilla, podía sentir como la raspaba la barba incipiente, miró sus ojos un instante y pudo ver la intensidad de sus sentimientos reflejándose en los ojos de Sadek. La ventana al alma del príncipe ahora le mostraba emociones muy distantes de la tristeza, la rabia o el miedo, algo vivo, intenso, un instinto visceral se apoderaba de sus ojos, mientras, su corazón latía a toda prisa y sus labios estaban a punto de encontrarse cuando:

- Déjame ver tu habitación - dijo Zonia desde el fondo del pasillo mientras Sadek y Adelaida caían en extremos opuestos de la habitación, Zonia entró y se quedó tan boquiabierta como Adelaida- te acaban de bajar las estrellas del cielo, literalmente.

- El príncipe trabajó toda la semana en esto- dijo Francis- la cena está servida señores.

- Bueno yo tengo hambre - dijo Zonia, bajando las escaleras rápidamente.

- Ha sido un gesto precioso Sadek, pero sabes que igualmente dormiré contigo verdad?

- Con respecto a eso hay algo que trataremos durante la cena. Es una de esas reglas que no estoy dispuesto a cambiar.

- Estoy bastante intrigada- dijo Adelaida

 Se tomó del brazo de Sadek y bajaron juntos al salón donde Zonia y Francis se encontraban sentados junto a una mujer de edad avanzada, vestida con un traje gris formal, su rostro estaba surcado de finas arrugas, en sus ojos color miel una expresión de firmeza prevalecía y su cabeza estaba coronada de hebras blanquísimas entrelazadas formando un sencillo recogido, sus gestos eran en extremo cuidadosos, tenía manos finas marcadas por el tiempo y un talle derecho a pesar de la edad, ésta a la llegada de los príncipes se puso en pie e inclinó la cabeza diciendo:

- Sean bienvenidos altezas- Adelaida la saludó con la cabeza y el muchacho se adelantó para abrazar a la anciana y besar su cabeza cana con profundo afecto.

- Está es Lady Wemlen fue la institutriz de mi tía Adela y ahora estará contigo y con Zonia - dijo Sadek pasando el brazo cariñosamente por los hombros de la anciana.

- Princesa es usted la viva imagen de vuestra madre- dijo la anciana con honda tristeza - a lo largo de mi vida he cuidado de muchas niñas de alta cuna de las cuales se espera la perfección, pero ninguna de ellas ha encajado en ese modelo tan bien como vuestra madre.

- Me honra su halago Lady Wemlen, espero que seamos amigas - dijo Adelaida aún confundida.

- Lady Wemlen está aquí para cumplir con una parte de la educación que se descuida en Ezila en estudiantes como nosotros, pasarás demasiado tiempo alejada de la corte - dijo Sadek - será fácil perder de vista las costumbres propias de tu nacimiento si no las practicas con frecuencia, Lady Wemlen está aquí para eso, desde el lenguaje formal hasta el vestuario, las comidas, los horarios de sueño, todo cambia a partir de mañana.

- Todo?- preguntó Adelaida mirando directamente a Sadek, mientras éste asentía. Obviamente el asunto de dormir juntos quedaba completamente olvidado.

- Estás jodida amiga- dijo Zonia con su habitual desparpajo.

A lady Wemlen se le desorbitaron los ojos ante una expresión tan chabacana en la boca de una señorita y dijo a Sadek.

- Son dos las jóvenes a mi cuidado, hay trabajo para toda una vida.

- Aprenden rápido- dijo Sadek con sorna mirando a Zonia.

- Ehh qué yo no soy la heredera de nada, a mí no me van a someter a esta tortura. Mi única aspiración es ser amiga de Adelaida.

- Eres una Armont, Shar Armont era tu madre- le contestó Francis- sangre real corre por tus venas.

- Esa gente no son mi familia, no tengo nada que ver con ellos, soy orco y lo seré hasta mi muerte.

- Te falta la piel verde y la mugre, pero creo que el requisito de vulgaridad lo cumples cabalmente- dijo Francis, ante lo cual Zonia se lanzó sobre el con ímpetu, derribandolo de la silla y cayendo enzarzada con el en una pelea de puños en la que Francis sólo atinó a cubrirse el rostro. Adelaida y Sadek se adelantaron para separar a Zonia, cosa que lograron hacer con mucha dificultad.

- Cálmate Zonia- dijo Adelaida- compórtate, eres una dama.

- El ha empezado, no lo has escuchado.

- Bien, lo he escuchado, iremos arriba y pensaremos en todo esto- Sadek permanecía entre Francis y Zonia, cuando el chico fue a replicar le hizo un gesto tan severo que este guardó silencio en el acto.

- Llévala arriba ya por favor- dijo Sadek mientras Adelaida y Zonia se retiraban hacia las escaleras- y tu se puede saber porqué le has hablado así?

-Lo siento, lo siento mucho Sadek- dijo Francis pasándose las manos por el pelo y por un corte qué tenía en el labio- se me salió, me molesta que hable así de su familia.

¿- Familia? ¿Que Familia? - dijo Sadek con indignación- la que expulsó a su madre por escoger a alguien diferente, la que jamás ha intentado acercarse a ella? La única familia que le queda a Zonia está aquí- dijo el príncipe levantando las manos y señalando los muros que los rodeaban- Adelaida y yo somos todo lo que tiene, Zonia es la hermana pequeña que no tuve y tu eres como un hijo para mí aprende a convivir con ella y a respetarla, no pienso escoger entre dos seres queridos- Francis bajo la cabeza avergonzado y asintió- Ahora tú también ve a tu cuarto reflexiona sobre lo que te he dicho y prepárate a darle una disculpa mañana.

Francis obedeció y se marchó a su cuarto mientras, Sadek se apoyó agotado en la mesa.

- Menuda borrasca han armado éstos dos.

- Oh príncipe, - dijo Lady Wemlen tranquilamente tomando su sopa- esto a penas son nubes de tormenta.

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