Una conversación entre amigas

El cachorro se agitaba y se volvió loco de contento en los brazos de Adelaida, saltaba de Sadek a la princesa, ésta exclamó:

- Ohh, qué lindo, es igual a ti.

- Perdón - carraspeo Francis desde la puerta - el desayuno está listo.

- Y la verdad hicimos una apuesta a cerca de sí ya se habían matado, afortunadamente yo gané - dijo Zonia asomándose detrás de Francis - a pagar elfo.

- Señor no es...- tartamudeo el pobre chico mientras Sadek lo miraba con el ceño fruncido - es qué yo…

- Zonia, cuando te conocí eras una criatura dulce, qué posión bebiste para ser tan irritante?

- En serio apostaste?- preguntó Adelaida - cuánto ganamos, me lo hubieras dicho para hacerlo más interesante.

- En serio? ni porque llevas una corona. - dijo Sadek asombrado - no debieses fomentar un comportamiento así.

- Debiese ser siempre comedida, atenta, sumisa educada, correcta... no lo soy, aún no sé quién soy pero lo descubriré. Ahora solo se que tengo hambre.

Bajaron al comedor entre risas, desayunaron y partieron hacia Ezila, hablaron todo el camino e hicieron bromas, pero Adelaida miraba de soslayo a Sadek, pensaba en los abusos, los malos tratos a los que fue sometido. "Mamá lo quería para mí, o me quería a mí para él" - pensaba -" si el amor existe debe de ser igual a cómo me siento, río si él ríe, siento su dolor en cada fibra de mi ser, pero si admito casarme con él sin reparos, no sé si será bueno para él, si pongo condiciones puedo coaccionarlo, puedo conseguir que controle su carácter, qué estudie, que le deje la batalla a otros, que se reconcilie consigo mismo"

- Puedo escuchar lo que piensas - susurró Sadek en su oído haciéndola estremecer.

- En serio?

- Piensas en mi, en como me viste está mañana- era la primera vez que le hablaba así, ella iba sobre la grupa sentada a horcajadas sobre el animal mientras él la abrazaba por la cintura, solo se sentía segura sobre un caballo cuando iba con él o con su padre, Adelaida sintió una extraña mezcla de emociones, se sintió feliz de que él diera el primer paso, a partir de ese momento iniciaba el juego de seducirlo, de hacer que se enamorara tanto que cambiase cada aspecto negativo de su vida. Ahora comenzaba una extraña danza de aflojar y tirar, al menos eso había leído en sus libros.

- Ya quisieras- contestó ella con picardía- no serás tú quien piensa en la tarde de ayer, en las termas. O mejor aún piensas en lo deliciosas y dulces que estaban las fresas y en mis labios alrededor de ellas, seguro te morías de envidia.

- Si te soy honesto, recuerdo muy poco del día de ayer, había ingerido demasiado láudano, y cuando te quedaste dormida Zonia me obligó a beber las otras posiones, aunque creo que tus manos son las que obraron el milagro.

- Quiero qué dejes de beberlo.- dijo Adelaida con expresión seria.

- El qué?

- El láudano

- Porqué? Me ayuda mucho.

- Lo bebes desde hace mucho tiempo y con mucha frecuencia. El láudano contiene opio, es una planta altamente adictiva y perjudicial para la salud.

- Oye no tengo problemas de dependencia.

- De acuerdo, no lo bebas los próximos tres días.

- Bien - contestó el muy seguro.

- Bien - contestó ella convencida de que la crisis de abstinencia no se haría esperar.

Llegaron a Ezila bajo una fría llovizna, los chicos las dejaron en la puerta, y se marcharon, mientras ellas entraban rápidamente, Zonia se dirigió a las cuadras a llevar su caballo y Adelaida se adelantó para ver a Néstor, en el pabellón había un hombre de espaldas cubierto con una capa.

- Sadek - dijo Adelaida incrédula

El hombre se volvió hacia ella, tenía la estatura y el porte de Sadek, incluso sus facciones eran muy semejantes, los pómulos sobresalientes, la nariz aguileña, la mandíbula cuadrada, pero este hombre tenía el cabello castaño y unos inquietantes ojos dorados:

- Perdone usted - dijo Adelaida apenada- lo he confundido con alguien.

- Con quién, un amigo, un amor?Si es lo primero sería un gusto serlo, y si es lo segundo mirando lo bella qué es usted sería todo un placer - dijo el hombre besando la mano de Adelaida.

- Usted es Mikel verdad? - dijo Adelaida - no ha cambiado nada aún lleva el pendiente que mi madre le regaló por eso le reconocí. Qué lo trae por aquí majestad?

- Adelaida? pero como has crecido mocosa! En mi última visita a Valtran aún te colgabas de la falda de tu madre y no parabas de tratar de robarme el chocolate de los bolsillos.

- Chocolate dices? No tendrás un poco?- dijo Adelaida recordando el dulce más delicioso que había probado en su vida.

- Hola, y tú quien eres?- dijo Zonia que llegaba en ese momento.

- Ahora estoy seguro de que ese anciano desquiciado está reclutando a las criaturas más bellas de la tierra- dijo Mikel tomando la mano de Zonia y besándola- puedo ser quien quieras. Quien eres tú diosa de los elfos?

- Pero ... está loco! - dijo Zonia entre sorprendida y alagada.

- Es Mikel, Rey de Valsang, Señor del Viento y el Mar y un charlatán de primera- dijo Adelaida divertida.

- Un gusto Majestad- dijo Zonia

- Eres la hija de Shar verdad? - preguntó Mikel con asombro.

- Y de Boro Alteza- contestó Zonia frunciendo el señor.

- Niñas aquí están- dijo Néstor apareciendo de la nada - Oh, hola Mikel hay que ver qué eres la criatura más atemporal entre los inmortales, sigues igual que hace 400 años.

- Me temo que ese eres tú viejo loco - dijo Mikel dando un caluroso abrazo al anciano - Como has estado, y él, lo has visto últimamente, cuéntame del niño, solo me llegan rumores inquietantes a mi isla.

- Perdón, ustedes tienen mucho de qué hablar, yo volveré más tarde, maestro necesito hablar con usted y no puede pasar de hoy- dijo Adelaida

- Espera niña, como está ese niño testarudo?- preguntó el viejo con aflicción.

- Va a reponerse, justo de eso quiero hablarte, pero será después ahora voy a cambiarme.- dijo Adelaida quitándose la capa y dejando al descubierto el vestido dorado.

- De dónde sacaste ese vestido- murmuró Mikel con curiosidad, tratando de disimular un sentimiento más profundo que inquietó a Adelaida.

- Es el regalo de cumpleaños de un amigo.- dijo Adelaida.

- Vayan a sus habitaciones ahora voy- dijo Néstor tomando del brazo a Mikel que no le quitaba los ojos de encima a Adelaida

Ambas amigas se fueron caminando y Adelaida volvió la vista atrás un par de veces sientiendo aún la mirada de Mikel en su espalda. Una vez llegaron a la alcoba ambas se dieron un baño, Adelaida guardó su vestido con sumo cuidado en un estuche de seda, y se colocaron ropa cómoda:

- Lista para contarme que paso anoche? - preguntó Zonia inquieta.

Adelaida le hizo un breve resumen de lo ocurrido mientras Zonia le cepillaba el cabello y la escuchaba con mucha atención. (A lo largo de esos años Zonia se había convertido en una dama de compañía perfecta, al principio Adelaida se había negado a recibir sus servicios ya que la consideraba tan princesa cómo ella pero Zonia siempre había despreciado esa parte de sí misma.)

- Es grave Adelaida- dijo Zonia- creo que está severamente jodido, no creo que tenga arreglo.

- Pero qué dices?- dijo Adelaida dolida- Como puedes hablar así de el?

- Cuando era pequeña mi padre contaba historias de niños que eran sometidos a abusos similares a los que vivió Sadek, se convertían en sádicos, asesinos de sangre fría, mataban por el placer de ver la sangre. No quiero que caigas en manos de alguien así, eres mi única amiga, mi hermana Adelaida, mi única familia.

- Yo lo amo Zonia- dijo Adelaida mirándola con el corazón en los ojos- necesito curar sus heridas, quiero una vida con el.

- Awww- rugió Zonia- tienes quince años que sabes de amar, has leído demasiadas novelas y poesías, te lo dije: estudia alquimia, será muy útil, pero no, la princesa quiso literatura antigua, no es como en los libros, el sapo, es sapo - Zonia iba soltando esa reataila de cosas mientras subía la voz, gesticulaba con las manos y daba vueltas de un lado a otro, entonces advirtió como se le llenaban de lágrimas los ojos a Adelaida - lo siento, no quería decir esas cosas, solo no quiero que te destruyas intentando salvar a quién no pide redención. Te ayudaré, haré lo que me pidas y no volveré a poner pretexto.

Adelaida saltó de contenta y la abrazó, y le dijo:

- Entonces me ayudarás a convencer a Néstor de que me deje mudarme al Palacio de Invierno.

- Ay no, eso no se hace, me hiciste un chantaje horrible - Adelaida hizo un puchero- bien, pero con la condición de que me lleves contigo.

Unas horas después ambas se presentaron ante el druida, y Adelaida expuso su caso desde un punto de vista muy pragmático.

- Déjame ver si entendí, - dijo Néstor poniéndose de pie y rodeando a Adelaida y Zonia , mientras caminaba y se estiraba la barba- Quieres ir a vivir con tu prometido, que no sabe, que tu sabes que están prometidos. Y tu - dijo mirando a Zonia - estás de acuerdo?

- Si señor, es mi deseo además acompañar a Adelaida - contestó Zonia mirando a Néstor, este la escrito con una mirada suspicaz . El comportamiento del príncipe con nosotras fue intachable.

- Bien- dijo el viejo mirando a Adelaida- si es tu voluntad no puedo impedirlo, pero debes demostrar que eres capaz de afrontar lo qué pretendes.

- Que debo hacer? - preguntó Adelaida.

Néstor se asomó a la gran ventana de su estudio y vio un jinete que salía entonces se volvió y dijo con firmeza:

- Soy responsable de la integridad de cada niño en esta escuela, y tu eres Además la princesa heredera de Valtran futura consorte de Trodon sobre tu cabeza brillará la corona que unirá dos reinos debo estar seguro de que no te harás daño. Quiero que combatas cuerpo a cuerpo a primera sangre con un campeón de mi elección.

- Entiendo- dijo Adelaida mirando a su maestro- con quién debo pelear?

- Con Mikel

- Pero está loco- dijo Zonia- le dobla el peso, el tamaño, la experiencia.

- Lo hace por eso Zonia- dijo Adelaida

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