Capítulo 6

Había conseguido su número desde el año pasado, pero rara vez ella respondía los mensajes.

El sábado Por la noche estábamos esperando una nueva entrega en el depósito, como si no estuviera lo suficientemente estresado ya, y estaba tan aburrido que le marque, jamás espere que de verdad me fuera a contestar.

-¿Por qué aun no estás dormida? – le pregunte, pues pasaba de la media noche 

-porque estoy viendo porno – me respondió haciéndome reír lo cual llamo la atención de los demás que dejaron de hacer lo que hacían para poner atención a mi conversación, creo que para ellos era raro escucharme reír  

-¿Por qué no me invitaste? – le dije 

-sabes que no tengo tiempo para ver porno, estoy estudiando, además ¿Por qué me llamaste? Eres más molesto que un grano en el culo – solo escucharla ya me había puesto de buen humor a veces era una mal hablada 

-supongo que lo dices por experiencia- le respondí 

-claro, tengo uno enorme que se llama, Damián Villegas – no esperaba esa respuesta así que casi me caigo de la silla donde estaba sentado pues tenía los pies sobre una caja 

-agradece que no tengo enfrente – le dije fingiendo molestia 

-huy sí, me muero de miedo – me respondió 

-cierta ardilla tonta, necesita que la castiguen de vez en cuando, para que aprenda a respetar a su dueño – le respondí, todos en el depósito me miraban queriendo saber con quien hablaba 

-mira, la próxima vez en lugar de patearte para despertarte, te voy a morder, para que tengas una razón para decirme ardilla –

-¿así que habrá una próxima vez? Eso me agrada y puedes morderme todo lo que quieras, tienes todo mi permiso – le respondí, por molestarla 

Ya no pude saber su respuesta, pues justo la persona que esperábamos llego en ese momento, así que tuve que cortar la conversación – bueno cariño, te llamo después tengo que trabajar – le dije y colgué, no sin antes escuchar cómo me insultaba de nuevo por llamarla cariño. 

...****************...

Mi plan era evitar a Damián el lunes, había sido más grosera con el que de costumbre, pero era la tercera vez que hacia la tarea y me salía mal estaba tan estresada que me desquite con él, además seguía sacada de onda porque él me había besado el sábado por la mañana al irse de mi habitación, y se había comportado como si nada cuando me llamo por la noche. 

A la hora de almuerzo salí con mis amigos a buscar un lugar fuera para tomar un poco el sol, el invierno no nos daba tregua, y nuestra aulas eran realmente frías, mientras íbamos por el césped hacia una de las mesas que vi venir a Damián y me escondí tras mis amigos.

-¿Qué haces Val? – me dijo mi amiga Dana 

-tú solo camina - le respondí y suspire de alivio cuando lo vi alejarse, aunque mi tranquilidad no duro mucho, ya que llego con sus dos amigos que más bien parecían sus guardaespaldas ya que rara vez lo dejaban solo, y se sentó en nuestra mesa.

-si vas a esconderte de mi hazlo mejor – 

-confiesa, ¿me pusiste un rastreador, o algo así? – le pregunte 

-por supuesto, tengo que cuidar bien a mi mascota, no sea que te pierdas, recuerdo que una vez tuve un hámster que se salió de su jaula y se perdió, murió de hambre, podría pasarte lo mismo – me dijo Damián, burlándose de mi  

-en primer lugar, yo puedo alimentarme sola, y en segundo lugar tu siempre te comes mi comida, así que si muero de hambre si seria tu culpa –le respondí, apretando el puño por debajo de la mesa, para que no viera las ganas que tenia de golpearlo.

-no es mi culpa, la comida de la cafetería no me gusta y la tuya sabe mejor – me dijo descaradamente.

-debo haber traicionado a mi país en una vida pasada, de lo contrario no tendría tan mala suerte – dije en voz alta a nadie en particular.

-tal vez me asesinaste en una vida pasada y me estoy vengando de ti – me respondió el 

-tal vez en su vida pasada ustedes fueron amantes con un final trágico, y están destinados a estar juntos, por eso se encontraron, es el destino – dijo mi amiga Dana 

-si leyeras la tarea como lees novelas, tendrías mejores calificaciones – le respondió Carlo

-yo tengo buenas calificaciones y también tiempo para leer – le respondió Dana, mostrándole la lengua a Carlo 

Mi amiga dejo de hablar y siguió leyendo, Damián se fue a buscar algo de beber, así que todos seguimos comiendo en silencio, pero esa paz no duro ni 5 minutos, pues llego alguien con una actitud peor que la de Damián, este sujeto se sentía el dueño de la universidad ya que su padre es el alcalde de la ciudad.

-¿nos podrían dejar esta mesa? Mi novia quiere sentarse aquí –

Estábamos a punto de irnos, pero los amigos de Damián ni se movieron, este volvió y se sentó  - estoy comiendo aquí búscate otro lugar – 

-lo haría pero mi novia tiene frio- dijo él con actitud prepotente 

-escuche que tu padre está buscando reelegirse – comento de la nada Caleb

-¿me pregunto cómo afectarían a su campaña si se publicaran ciertas fotografías de su hijo jugando con cierto polvito blanco? – dijo Joshua sacando su celular, Damián solo los ignoraba, y seguía comiendo, y robándose mi fruta picada. 

El hijo del alcalde le susurro algo a su novia y esta puso mala cara pero se fue con sus amigas por donde vino, así que el solo la siguió.

-dime que mi tío no va a apoyar esa reelección, estoy harto de él – dijo Caleb viendo a Damián, yo casi me atore con mi bebida, cuando me entere de que ellos no eran sus amigos, si no sus primos.

-sabes que no, desde que dejo que su hijo se metiera a jugar con leche en polvo de manera tan descarada casi exhibiéndose en redes sociales, le retiro su apoyo, es muy molesto que el Alcalde quiera que después nosotros limpiemos su mugrero, solo que ya sabes por el momento no podemos mostrar nuestras intenciones o nos pondría mil trabas en aduana –

Sentí que esa era demasiada información y mis amigos igual, nos hicimos gestos en silencio para irnos de ahí despistadamente 

-cuando su padre deje de ser Alcalde me voy a cobrar todas las que debe – dijo Joshua 

- solo hazle saber que te tiraste a su novia – le dijo Caleb 

-media universidad se ha besado al menos una vez con su novia, además ella quiere con Damián solo es cuestión de que el muestre el mínimo interés y lo deja –

-nadie va a tirase a nadie, además tu sabes que yo no duermo con cualquiera – dijo Damián mirando en mi dirección 

-nosotros nos vamos a clases – dije poniéndome de pie – puedes comerte el resto de mi fruta, el profesor no nos deja comer en el salón – le deje mi recipiente con fruta picada, me sentía un tanto incomoda por su mirada, después de que dijo que él no dormía con cualquiera, 

-si alguien te molesta por lo del otro día solo dímelo, soy el único que puede molestarte – dijo Damián

-si tu tampoco me molestaras, yo sería feliz – le respondí 

-no se puede tener todo en esta vida – respondió el encogiéndose de hombros 

-solo devuélvemelo eso al final del día lo necesito para mañana- tome mi mochila y comencé a caminar con mis amigos tras de mi 

-no te preocupes cariño si lo pierdo te compro otro – me dijo Damián 

-no quiero otro, quiero ese y no soy tu cariño – le respondí mostrándole el dedo medio y después seguí caminando.

...****************...

Hay personas que entran en tu vida poco a poco, y sin que te des cuenta se vuelven importantes para ti y empiezas a buscarlas y preocuparte por ellas. Hacía varios meses que conocía a Valentina y en cuanto cruce la línea con ella me acostumbre a verla o llamarla todo el tiempo, no siempre respondía mis llamadas y eso me ponía molesto.

Dormir en su dormitorio aunque sea por algunas horas también se volvió costumbre para mí sobre todo ahora que no quería estar mucho tiempo en mi casa últimamente, así que fue como note que seguía haciendo bastante frio pues aun estamos en invierno ☃ y no pude evitar preguntarme cómo fue que sobrevivió el año pasado en ese lugar, revise la hora, eran más de las diez, no sé cuánto tiempo llevaba frente a la computadora, los malditos trabajos de la universidad me tenían bástate ocupado, me levante de la silla para estírame, ya sentía las piernas entumecidas y tenia jaqueca desde el día anterior por no haber dormido ni comido bien en los últimos días, mi hermano entro con una bandeja, el olor de la comida hizo rugir mi estomago y fui ahí que recordé que no había comido desde el almuerzo así que fui y me senté en el sofá y después de un par de bocados me tome un analgésico.

-mírate siendo responsable – me dijo Dimitri

-yo siempre he sido responsable, no sé en qué concepto me tienen padre y tu – le respondí, el dolor de cabeza y cierta ardilla me tenían de mal humor   

-relájate, es mas deberías dormir un rato, recuerda lo que debemos hacer hoy –

-¿a qué hora? – pregunte 

- 2:00 Am, mandare a alguien a despertarte, termínate eso y trata de dormir un rato -  Dimitri se salió y me dejo solo.

Lo intente, juro que lo intente, pero la una y media de la madrugada me rendí, por más vueltas que di en la cama no pude dormir, revise de nuevo mi celular y Valentina ni siquiera había visto el último mensaje que le envié era de hace dos días, seguro tampoco había dormido en todo este tiempo, de verdad tenía ganas de dejar la universidad en este momento, pero ya estaba cerca del tercer año, me levante y me cambie de ropa, cuando estaba terminado de acordonarme las botas entro mi hermano.

-¿ya estás listo?, ¿pudiste dormir aun que sea un poco? – 

-¿parezco una persona descansada? – pregunte, ni si quiera espere su respuesta y Salí de mi habitación, para cuando llegamos al almacén mi mal humor era evidente para todos así que se mantenían alejados de mi por precaución, por la misma razón Dimitri me mando a vigilar, para evitar problemas, así que me salí del lugar y volví a la camioneta ahora solo falta esperar. 

...****************...

Pasaba de las tres de la mañana cuando por fin termine, pero había tomado tanto café que aun no tenia sueño así que limpie un poco para gastar energía, después me metí a la ducha, saliendo del baño, me lleve un susto cuando escuche que alguien toco la puerta, pero después recordé que la única persona que podía venir a estas horas era Damián, fui y me acerque a la puerta, tocaron otra vez.

-¿Quién es? – pregunte 

-¿pues cuantos hombres te visitan en la madrugada? – me dijo una voz enojada del otro lado de la puerta

-eres el único idiota que va a buscar a alguien a estas horas – le dije abriendo la puerta – ¿acaso eres vampiro, porque diablos estas despierto a estas horas?- le dije 

-en estos momentos me agradaría bastante, ser uno -me respondió y se sentó a quitarse las botas, tria la nariz roja era obvio que estuvo en el frio -¿Qué haces aquí tan tarde? – pregunte 

-estaba de pasada y vi la luz encendida solo por eso subí – 

-¿quieres que crea eso? – pregunte cruzándome de brazos 

-¿Por qué no contestas mis mensajes? –

-mi celular murió, y lo deje así para no distraerme – le respondí 

- ¿Qué pasa si hay una emergencia? –

-eres el único que me llama y en caso que tu tuvieras una emergencia yo sería la última persona a la que llamarías – le respondí bostezando, por fin me llego el sueño.

Damián se levanto me tomo de la mano y me llevo hacia la cama, le había pedido que dejara de hacer eso, pero no tenia energías para pelar con él y hacia frio, esa era una de las razones por la que lo dejaba quedarse cada que aparecía en mi puerta a mitad de la noche,  me metí a la cama y me acomode dejándole espacio, lo vi quitarse la chaqueta y me sorprendió ver que la playera que traía debajo era bastante ajustada, lo que remarcaba sus músculos. 

-¿Qué haces? – le pregunte cuando lo vi quitarse el cinturón 

-es incomodo dormir con el puesto – me dijo dándome una sonrisa un tanto perversa, mientras simulaba desabotonarse el pantalón, me tape con la sabanas y él se rio así que le di la espalda, después el apago la luz y sentí cuando se subió a la cama se dio la vuelta hacia a mí y me abrazo por detrás, subiendo una de sus piernas encima de mí.

-no hagas eso, me aplastas – 

-¿Por qué hules tan rico? – me pregunto, oliendo mi pelo.

-cállate y déjame dormir – le respondí, odiaba a la Valentina que se había acostumbrado a dormir con él.

Desperté cuando la luz empezó a entrar por la ventana, estaba lloviendo últimamente, incluso había nevado un poco.

Me estire y vi la hora, en el reloj que tenia sobre la mesita, eran las dos de la tarde y Damián seguía durmiendo, era obvio que tampoco había dormido mucho en estos días, quite su pierna de encima de las mías y me levante fui al baño, hice mis necesidades y después me lave la cara, cuando salí escuche un celular sonar, pero el de Damián estaba sobre la mesa y el mío no tenia batería, seguí el sonido hasta la chaqueta de Damián que estaba sobre la silla, empecé a buscar entre los bolsillos y lo encontré finalmente en un bolsillo interior cuando dejo de sonar, lo saque y era un celular plegable de esos que ya casi nadie usa, lo abrí.

-no seas curiosa, recuerda que la curiosidad mato al gato, en este caso a la ardilla – dijo el detrás de mí y me lo arrebato, lo abrió y empezó a apretar algunas teclas y después se metió al baño y lo escuche discutir con alguien, salió del baño, se puso sus botas, su cinturón, y su chaqueta, antes de irse se detuvo a mi lado y me dio un beso en los labios, yo no le dije nada y el no dijo nada tampoco, solo lo vi irse, pero había una conversación pendiente entre nosotros, desde la primera vez que durmió en mi cama, la relación entre nosotros ya no era de solo amigos, éramos más como una pareja, pero yo no me atrevía a preguntar, una parte de mi temía esa respuesta.

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