Capítulo 2

La primera vez que vi a Valentina, fue cuando Joshua le tiro su comida, mientras jugábamos al básquet, al ser yo la persona más cercana, me toco ir por ella y disculparme, yo odiaba pedir disculpas, pero cuando me vio, lo primero que pensé fue en una ardilla, pues tenía las mejillas infladas como una, y unos bonitos ojos color avellana, quise pagarle por su comida, pero se molesto y se fue, antes de eso nunca la había visto, y después ya me la encontraba bastante seguido, y siempre estaba comiendo, o estaba despeinada, si no fuera porque sabía que era una estudiante, bien podría confundido con algún vagabundo, pues a veces incluso parecía venir en pijama. 

Por esa razón en la día que la vi, mejor vestida me sorprendí, y me sentí en la necesidad de molestarla, como cada que la veía, honestamente la universidad a veces me aburría, pues mi vida fuera  de ella podía ser más interesante.

-¿te caíste de la cama hoy? – le pregunte, y no me respondió solo siguió caminando - ¿Qué tan temprano te tienes que levantar, para peinarte? –

Se detuvo y me miro, poniéndose las manos en la cintura – ya no voy a darte motivos para que te burles de mi, aunque me tenga que levantar más temprano para peinarme – me respondió señalando sus dos trenzas 

-no me retes, si me lo propongo, siempre puedo encontrar motivos para molestarte – le respondí 

-¿estamos en la primaria, para que me molestes? – 

-¿tienes heterocromía? – le pregunte cambiando de tema, pues cuando se dio la vuelta vi sus ojos más cerca 

-¿hetero que…? – respondió confundida 

-heterocromía, uno de tus ojos tiene una manchita de un color más claro – 

-eres tan extraño – me dijo y dijo siguió caminando 

-¿nunca has visto tus ojos con detalle? – le pregunte yendo tras ella

-sabes me alegro tanto de que ya pronto serán los exámenes  y después serán las vacaciones, así no tendré que verte por un buen tiempo –

-eso dices ahora, pero ya veras, pequeña ardilla, me vas a extrañar –

Valentina se detuvo de manera repentina y casi choque con ella, se dio la vuelta  de nuevo y me miro, al estar parada tan cerca tenía que estar mirando hacia arriba. 

-estas tan lleno de ti mismo Damián Villegas – hizo un intento de fulminarme con la mirada que me dio cierta ternura, y se fue, pero con los días me demostró que tenía razón era difícil encontrase con ella, pues no la volví a ver hasta el día que las vacaciones comenzaron. 

...****************...

No quería admitirlo, pero una pequeña parte de mi si extraño a Damián, en los días siguientes, estaba tan ocupada estudiando, haciendo tareas y demás, que no tenía tiempo para nada, apenas dormía, y qué decir de mi vida social, no existía en absoluto. Por esa razón el ultimo día de clase cuando vi de lejos a Damián, casi tenía ganas de llamarlo, así de desesperada de salir de mi aburrida rutina estaba, pero él no me vio, así que seguí caminando, Carlo iba a mi lado, jugando con su consola, yo no entendía como a un tenia energía para eso o como aun veía bien después de días sin dormir casi.

-vayamos a buscar a Dana – le dije tomándolo de la capucha y evitando que chocara con un cesto de basura

El solo me siguió como un perro que sigue a su dueño, estaba demasiado ensimismado en su mundo.

-wow, de verdad tienes unas ganas enormes de quedarte ciego – le dijo Damián apareciendo frente a nosotros y llevándose la consola de mi amigo, no tenía idea de donde salió tan de repente  

-oye estaba a punto de hacer un nuevo record – 

-eres un completo perdedor – le respondió Damián – consíguete una novia, y tu –me señalo a mí, consigue amigos mejores – 

-¿por mejores, te refieres a ti? – 

-cualquier perdedor de este lugar quisiera ser mi amigo – respondió, mientras miraba la vieja y gastada consola de mi amigo, y como la vio muy poca cosa la tiro en el cesto de basura, Carlo la saco y comenzó a limpiarla – te acabo de hacer un favor tirando eso – le dijo y comenzó a caminar por el césped, en lugar de seguir el camino.

-oye, eso fue muy grosero se tu parte, deberías disculparte – le dije yendo tras el

-te apuesto todo lo que tengo en mi cartera a que tu también has deseado hacerlo –

-no podemos ir por la vida haciendo todo lo que queremos – le respondí, pues tenía razón, yo también quise tirar eso muchas veces 

-puedes, pero no todo eso es correcto, o legal – me respondió sonriendo con malicia 

-pues yo no quiero hacer nada ilegal – le respondí 

-¿estás segura? –pregunto arqueando una ceja, había comenzado a caminar hacia atrás sin rumbo y yo lo seguía sin pensarlo demasiado -¿alguna vez has disparado un arma, o has querido disparar una? - me pregunto

-¿no estamos hablando de usarlas contra una persona, o si? –

Damián se echo a reír, ¿Cómo alguien con tan bonita sonrisa reía tan poco? Me pregunte pero no lo dije en voz alta.

-tienes unos pensamientos peores que los míos – me respondió – me refería a un campo de tiro – 

Avergonzada negué con la cabeza.

-ven conmigo – me dijo, tomo mi mano y comenzó a llevarme con él, solo ahí note que nos habíamos alejado mucho de Carlo, y estábamos cerca del estacionamiento, nos detuvimos frente a dos autos deportivos, saco la llave y desbloqueo el de color negro.

-súbete – me dijo abriendo la puerta 

Como no encontré motivos para negarme, lo hice -¿A dónde vamos? – quise saber 

-voy a enseñarte a disparar un arma – 

-olvídalo yo no voy  a ningún lado, detente yo me bajo – ¿Cómo llegue a esto? Las conversaciones con el siempre era tan raras, a veces sentía que Damián me mostraba pequeñas partes de cómo era el realmente, y que la personalidad que mostraba en la universidad era solo una fachada, no sabía si eso me gustaba o me asustaba.

-es una broma, solo vamos a comer – respondió mucho más serio, y eso me hizo preguntarme, si yo le hubiera dicho que si, ¿de verdad me habría llevado a un campo de tiro? Ni siquiera sabía que había algo así por aquí, me daba curiosidad, pero ahora tenía pena preguntarle.

-¿Por qué no vas con tus amigos? –

-ellos tienen cosas que hacer, además no te había molestado hace muchos días, no quiero que pierdas la costumbre de verme – 

-¿Por qué querría verte? –

-somos amigos – me dijo 

-¿lo somos? – en cuanto las palabras salieron de mi boca me arrepentí, pues el auto se detuvo de golpe frente a una luz roja, y yo salí impulsada hacia adelante, el cinturón me retuvo y me regreso a mi lugar de una manera no muy amable.

Se mantuvo en silencio hasta que llegamos al restaurante, era un pizzería bastante pintoresca, entramos, pero en lugar de ir hacia las mesas, el fue hacia una escalera y me hizo señas para que fuera tras él, el segundo piso era más intimo y cálido que el primero, había menos mesas, y solo una estaba ocupada.

-¿estás enojado por lo que dije antes? – me atreví a preguntar por fin cuando el mesero se fue con nuestra orden.

-¿Por qué lo estaría? No tengo diez años, además solo tengo que esforzarme más para que esta pequeña ardilla ermitaña me considere su amigo, pues hace meses que me conoce y al parecer aun me considera un extraño– 

-no soy ermitaña, solo no tengo tiempo para socializar, a veces no tengo tiempo ni para peinarme– 

-por eso te juntas con un mapache miope,que solo juega videojuegos y un unicornio que vive en su mundo de hadas -   

-ya se mis amigos son raros, yo también lo soy, entérate de una vez – 

-¿y tú crees que yo soy una persona normal? – pregunto arqueando una ceja 

El mesero llego con nuestra pizza la cual olía delicioso, así que ya no me vi obligada a responder.

-no respondiste mi pregunta – me dijo a mitad de la comida, robando una de las papas fritas de mi plato.

-¿de verdad quieres saber que opino de ti? – 

-quiero saber en dónde estoy parado y cuáles son mis oportunidades de ser tu amigo –

-¿Por qué quieres ser mi amigo? – le pregunte 

-nunca he tenido una amiga mujer – respondió 

-hay muchas chicas en la universidad que estarían encantadas de tener ese título, yo no soy una de ellas – respondí, no tan convencida de mis palabras.  

-en realidad te equivocas, ellas  no quieren ser mis amigas, creo que preferirían presumir que pasaron por mi cama, antes de decir que son mis amigas – 

-bueno, pues tampoco quiero pasar por tu cama – le respondí 

-pero viniste a comer conmigo, eso ya es un punto para mí  - 

-tenía hambre, me habría ido a comer con el primero que me invitara – respondí tomado otra rebanada de pizza

-te encanta llevarme la contraria, ¿verdad? – respondió Damián, mientras alargaba su mano y limpiaba las migas de mi boca.

Quise responderle que podía hacerlo sola, pero de nuevo fuimos interrumpidos.

-aquí están – dijo uno de los amigos de Damián, Joshua o Caleb, no sabía cuál era cual, pues eran gemelos, y su parecido era bastante –lamento interrumpir su cita, pero vengo por Damián –

-esto no es una cita – aclare, 

Pero el me ignoro, tomo el trozo de pizza que quedaba y comenzó a comerlo, Damián se levanto y lo llevo consigo al otro lado del lugar, hablaron por un momento y después su amigo se fue.

-lamento no poder llevarte, pero me tengo que ir – me dijo 

-está bien no hay problema, si me dejas cerca del metro me voy sola – le respondí, ambos bajamos del segundo piso, yo lo espere cerca de la entrada mientras pagaba, pues no me dejo pagar la mitad, una vez en la calle, fue hacia su auto y saco mi mochila de este.

-dame tu numero - me dijo dándome su celular, con su mano libre, mientras yo lo anotaba, paro un taxi.

-aquí tienes – le entregue su celular y quise tomar mi mochila, pero el abrió la puerta del taxi y la metió, cuando yo entre cerró la puerta, después le toco al taxista en la ventana y este la bajo, lo vi darle dinero y pedirle que me llevara  mi destino, ni siquiera me dejo decirle que no era necesario que pagara. 

Le di la dirección al taxista, y por la ventana vi a Damián subirse al carro, e irse por el lado contrario, el auto que al parecer pertenecía a sus amigos, estaba estacionado detrás, y salió tras él. Me recosté en el asiento y cerré los ojos, no estaba segura a un de querer ser amiga de Damián, pero me seguía sintiendo atraída hacia él, como las polillas eran atraídas hacia la luz. 

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Comments

silvia

silvia

También me encantan 😊son emocionantes

2024-04-07

1

Justina Elizagaray

Justina Elizagaray

a mi personalmente me gusta las novelas de mafias ahora estoy empezando a leer después te cuento como va /Kiss/

2024-03-14

3

Marshaan Sanchez

Marshaan Sanchez

está interesante

2024-03-14

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