Capítulo 11

Una semana después… 

-no me gusta Ivana – solté de repente mientras almorzábamos 

-¿Quién es Ivana? – me pregunto Carlo 

-es una de las empleadas de la casa de Damián, es muy joven y bonita, pero hay algo en ella que no me gusta, su mirada es demasiado intensa –

-¿no será que mas que más bien te preocupa que le coquetee a Damián en tu ausencia? – se burlo Dana 

-no es eso, tengo la sensación de que no le agrado, pero Damián dice que a Ivana no le agrada nadie, pero no dejo de preguntarme que hace trabajando ahí, es obvio que odia su trabajo –

-si no le agradas de seguro es porque le gusta Damián – respondió Dana 

-te encanta armar revuelo, ¿verdad? – Le respondió Carlo – pero mejor dinos ¿cómo le haces para vestirte todos los días? – me pregunto a mi 

-buena pregunta – le respondió Dana chocando los cinco con el 

-cuando ustedes dos se unen son insoportables- les respondí-  prefiero, verlos discutir – les dije después, pues yo no quería contarles que era Damián quien me ayudaba a vestirme todos los días, pero hasta ahora, había preferido bañarme sola y durar horas, que dejarlo ayudarme, ya que el parecía más que dispuesto a hacerlo, además Dana me había ayudado a lavar mi cabello en su casa.

-ya confiésate con nosotros, no vamos a juzgarte -me insistió Dana 

-tan temprano y ya molestando – les dijo Damián que llegaba en ese momento, y ambos se quedaron callados 

-el que está molestando eres tu – le respondí y él me puso enfrente un vaso de café para luego sentarse a mi lado

-me siento herido, sabes, ¿acaso no me extrañas en absoluto? –me pregunto haciendo cara de estar herido 

-Damián, te vi esta mañana – le respondí dándole un trago al café que acaba de entregarme, estaba tal y como me gustaba 

-últimamente las mañanas son mi momento favorito del día – dijo el sonriendo y dándole una sorbo a mi café 

-tienes el dinero suficiente para comprar dos vasos de café, porque bebes del mío, ya tiene mis babas – lo dije arrebatándole el vaso 

-no me importan tus babas – me respondió y cuando voltee a verlo, me dio un beso, yo solo lo empuje avergonzada, pues tanto mis amigos, como sus primos, los mellizos estaban ahí, pero ellos solo se rieron.

-siento que me estoy perdiendo de algo – dijo Carlo, bajando su consola, pues se había puesto a jugar al llegar Damián, ya que se sentia un tanto íntimado por ellos.

-¿Por qué él es su amigo? – nos pregunto uno de los mellizos a mí y a Dana 

-a veces me pregunto lo mismo –

-conozco todos sus secretos – respondió Carlo – por eso no pueden dejar de ser mis amigas –

-¿Cuánto quieres por contarme de los ex de Valentina? – le pregunto Damián 

-tú no te atrevas a decirle nada – le dije a Carlo, apoyando mis dos manos en la mesa, y haciendo una mueca de dolor, cuando me lastime 

-tranquila no es necesario que te lastimes, tus ex me dan igual, sé que soy mejor que todos ellos – respondió Damián 

-tan lleno de ti mismo como siempre – dijo alguien a nuestras espaladas 

Damián se dio la vuelta, Caleb y Joshua se pusieron a la defensiva, el mejor amigo del hijo del alcalde estaba ahí de pie, con cara de pocos amigos, el tipo no era muy atractivo, y tenía una actitud detestable, pero su padre era alguien importante y él se sentía dueño de la ciudad, al igual que su amigo.

-¿Qué es lo que quieres? – le pregunto Damián

-¿podemos hablar en privado? – le pregunto 

Damián les hizo un gesto con la cabeza a sus primos, y estos se pusieron de pie, le susurraron algo al sujeto en cuestión y comenzaron a caminar, y este se fue tras ellos.

-tengo un asunto que atender, te veo después de clase para llevarte a casa – me dijo Damián, poniéndose de pie, me dio un ligero apretón en el hombro y se fue.

...****************...

Encontré a Joshua y a Caleb detrás de uno de los edificios, Joshua estaba recostado contra un árbol, revisando su teléfono, levanto la vista cuando me vio, y guardo el teléfono, para algunas personas era difícil diferenciarlo de Caleb, pero Joshua tenía una cicatriz en el dorso de la mano derecha y era más reservado, con los desconocidos, y Caleb era un tanto más hablador. 

El idiota que vino a molestarme estaba recostado contra la pared, fumando, odiaba a estos niños de papi, que creían que podían darnos órdenes, siempre habían creído que tenían control sobre nosotros, pero era al revés.

-¿Cuántas veces te he dicho que no vengas a mí en la universidad? – le pregunte al tiempo que lo tome del cuello, haciéndolo tirar el cigarro 

- necesito saber cuándo harás la próxima carrera – 

-¿eres imbécil acaso? – Le pregunto Joshua, recogiendo el cigarro del piso y poniéndoselo sobre el brazo, este hizo una mueca de dolor al quemarse– se les dijo claramente que mientras no mejorara el clima no se haría nada

-las drogas deben haberle fundido el cerebro – dijo Caleb que hasta ahora había estado en silencio, pero jugaba con su navaja 

-¿eso es lo que quieres, o me equivoco? –  le pregunto Joshua, volviendo a ponerle el cigarro sobre el brazo otra vez

-¿tu linda noviecita sabe lo que haces? – me pregunto, y yo tome el cigarro que tenia Joshua en la mano y se lo metí en la boca al tipo, obligándolo a cerrarla 

-si la vuelves a mencionar te corto la lengua -le dije y lo solté, el imbécil cayó al piso tosiendo 

-eso te va enseñar cuál es tu lugar realmente  - le dijo Joshua 

-escuche un rumor interesante sobre las próximas elecciones– nos dijo antes de irnos 

-habla, o el que te va a cortar la lengua soy yo – le dijo Caleb, mostrándole su navaja, ellos podían ser peor que yo, puesto que su trabajo en la familia era cuidar de mi, y ellos lo hacían con gusto 

-dicen que tu padre se está preparando para darle la espalda al alcalde, cuando quiera reelegirse – 

Me incline para quedar a su altura y extendí mi mano, Caleb me dio una bolsita que contenía pastillas diminutas.

-¿Quién te lo dijo? –le pregunte mostrándoselas 

-lo escuche a mi padre se lo dijo a mi madre – me respondió extendiendo la mano para tomar las pastillas 

-¿esto te mantendría callado por un rato? – 

-tal vez no lo suficiente – respondió tomándolas 

-si no te mantienen callado, te voy a callar yo – le dijo Caleb - ahora lárgate – 

-necesitamos saber, de donde salió ese rumor, se supone que nadie fuera de la familia lo sabía, investiguen un poco más, los veo por la noche, debo a papá, hay que cerrarle la boca también al padre de ese imbécil – 

Cuando mis primos se fueron llame a Dom, y le pedí que recogiera a Valentina más tarde, yo tenía cosas que hacer, si alguien estaba filtrando información de nuevo, esta vez llegaría al fondo yo mismo. 

...****************...

A la hora de la salida cuando se supone debía encontrarme con Damián no lo encontré por ningún lado, y tampoco respondía su teléfono, lo único que se me ocurrió fue que su “asunto” había demorado más de lo esperado, por eso no respondía.

-¿qué harás ahora? – Me pregunto Carlo – yo te llevaría, pero ya sabes que el auto venia incluido con la carrera de medicina, no con la que llevo actualmente, si no voy a ser doctor, a mi familia no le importa si ando a pie – 

-yo los llevaría, pero auto esta en el taller, mi mamá me hizo enviarlo – nos dijo Dana 

-voy a pedir un taxi – dijo Carlo – hace mucho frio no quiero ir andando hasta la parada del autobús –

-es increíble que siga haciendo frio, cuando ya mañana es marzo – dijo Dana acomodando su bufanda 

-¡VALENTINA! – me grito alguien 

-¿Quién es? – pregunto Dana 

-es Dominic, el hermano menor de Damián – respondí yo 

-¿Qué hace acá? – quiso saber Carlo 

-lo mismo quisiera saber yo – le respondí 

Dominic llego frente a nosotros, llevaba un uniforme de alguna preparatoria privada –creí que nunca daría contigo, el campus es enorme y hasta que llegue aquí me di cuenta de que no tengo tu numero – 

-no es que no me da gusto verte, pero ¿Qué haces acá? – pregunte, pues seguía confundida con su presencia  

-vine a recogerte, Damián me pidió que lo hiciera – 

-¿Dónde está el? –

-la verdad no lo sé, pero si no vienes conmigo, yo estaré en problemas más tarde – me respondió el 

-está bien, pero ¿podrías llevar a mis amigos también? – le pregunte, y ellos solo me vieron negando con la cabeza 

-no veo por qué no, vengan el auto esta por acá, el chofer está esperando – 

-¿chofer? – 

-claro solo tengo 16, y aun no se conducir – 

Dominic nos guio hasta la camioneta donde estaba recostado, un hombre fumando, este tiro el cigarro al vernos, y nos abrió la puerta, los primeros minutos todos fueron en silencio.

-debe ser genial ir a una preparatoria privada – dijo Dana rompiendo el silencio 

-la verdad no, odio mi preparatoria, preferiría ser un chico invisible en alguna escuela pública – respondió Dominic 

-¿tan malo es? – le pregunte 

-solo mírame soy el prototipo perfecto de alguien que sufriría Bullyng – me respondió el 

-¿te molestan en la preparatoria? – le pregunto Carlo 

-por supuesto que no nadie es tan imbécil, para molestarme, mi apellido tiene demasiado peso – nos respondió – pero ese lugar es de lo peor – agrego después 

-¿Qué tan malo puedes ser? – comento Carlo 

-ahí sucede de todo, desde venta de cigarros, alcohol, incluso drogas, se hacen apuestas, hasta hay prostitución – 

-¿tanto así? – 

-así es como las chicas, y algunos chicos becados obtienen dinero o cosas caras, que de otra manera no obtendrían, hay chicos, que no quieren que se sepa que son gay, y pagan por eso a otros chicos, o solo quieren diversión – 

- no sé si yo tendría sexo por dinero – opino Dana 

-yo no los culpo, en ese lugar cada quien sobrevive como puede, hasta yo – respondió Dominic encogiéndose de hombros 

-¿tú también pagas por sexo? – le pregunto Carlo, y el solo se rio 

-por supuesto que no, pero soy la persona a la que acudes si quieres conseguir cigarros, y a veces otras cosas – confeso el 

Y ahí me di cuenta de una cosa, por más que Dominic me pareciera un chico lindo e indefenso, y me recordara un poco a Carlo, en su época de prepa, el seguía siendo un Villegas, y al parecer por mucho que pareciera que Damián lo protegía, este no parecía estar libre de pecado.  

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