¿Qué extrañaste más?

⚠️ Advertencia ⚠️

Este capitulo contiene contenido sensible +18, se recomienda discreción

Sander Scott

Hola hermosas damas, ¿Cómo les ha parecido la continuación del juego?, Estamos llegando a la mitad, donde sucederán algunas cosas no tan agradables, para nuestros personajes que colocará su amor a prueba, así que las invitó a que me acompañen, veremos que nos trae el Destino.

...----------------...

Por fin, estar cerca de mi Mulata y de mi hijo era lo que más deseaba en mi vida, tener allí a cada una de las personas que me brindaron su colaboración con la sorpresa de mi futura esposa.

A mis padres colocando todo de su parte para dejar los malos instantes atrás. No era el momento de que mi Hechicera conociera las razones de mi madre, no sé si más adelante, "lo se me he convertido en un sobreprotector, paranoico, pero todo lo que esté en mis manos por evitar un mal rato lo haré".

Los padres de Mil, al igual que los chicos, decidieron permanecer hospedados en las cabañas donde habían estado, en casa y en el extremo de nuestra habitación se instalaron mis padres y mi hermano.

He aprendido a valerme por mí mismo, para acomodarme en la silla de ruedas, pasar a la cama, asearme. No negaré que los primeros días fue una maldita tortura, el dolor y la sensación de sentirme inútil, me atormentaban. Al colgar el teléfono con mi Mulata no podía evitar llorar, ese cuento que los hombres no lloramos es una completa mentira, lo único cierto es que nos enseñan a hacerlo a escondidas.

Estamos en nuestra habitación al fin solos con todos los deseos que el cuerpo puede sentir, pero maldita sea aún es muy doloroso intentar moverme, seis semanas es lo recomendado para iniciar la mínima actividad, si deseo una recuperación total y satisfactoria, mantengo inmovilizada la rodilla desde el muslo, hasta la pantorrilla, por medio de una férula que limita la movilidad, la cual debo mantener por 9 semanas más.

Mi hermosa hechicera ha salido del baño, vestida con una pijama de una sola pieza, es una bata de seda blanca, trae su blusa desabrochada, exhibiendo su brasier estampado y su hermoso vientre abultado, por debajo de el la mantiene abotonada, dejándome con la boca abierta ante la sensualidad que trasmite. Quiero devorarla, no perderé la oportunidad de tocar y acariciar sus deliciosas montañas que ahora están más pronunciadas.

Fantaseo con aprisionarlas en mis manos, deslizar mi lengua sobre ellas y morderlas con mis dientes, de solo pensarlo mi entrepierna se ha endurecido. Mi Mulata se ha dado cuenta, me observa con su mirada seductora y hambrienta.

Se sube sobre la cama y gatea hacia mí como una pantera al acecho, sensual, elegante y hermosa, hipnotizando a su presa, Pasó saliva para poder respirar ante tanta tentación.

—¿Me has extrañado? Escucho su voz seductora, mientras pasa su lengua por sus labios y muerde su labio inferior.

— ¡Qué si te extrañe! Es lo mínimo, moría cada noche por sentir tu cuerpo y cada amanecer por ver tus ojos hechiceros. Sabes que eres mi mundo.- Sus ojos se iluminan, mientras con sus manos desabrocha su sostén de la parte delantera, dejando al desnudo, sus senos, duros, enormes y firmes. Ella quiere provocar en mí un infarto.

Se aproxima quedando a milímetros de mi boca, mi atrevida prometida, -¿Qué extrañaste más?- rosa su lengua con mis labios, toma mis manos y las lleva a sus deliciosas montañas. No pierdo la oportunidad de acariciarlas con mis dedos, las va deslizando a través de su vientre abultado donde se encuentra mi bebé, quien ahora permanece en calma, un niño muy inteligente, sabe qué mamá y papá necesitan tiempo para amarse. Continúa dirigiendo el recorrido hacia su centro, donde notó que no hay ropa íntima, me saca de mi lado ensoñación su voz, —No has respondido, ¿Qué extrañaste más? ¡Mi boca! - Vuelve y se acerca recorriendo mi mejilla, mi cuello con su boca y lengua; —¡Todavía no tienes una respuesta!- Regresa a preguntarme mientras desliza provocativamente sus labios, por los míos, siento su respiración y el aire caliente que emana de su boca. Niego con mi cabeza. Mi Hechicera se levanta un poco colocando frente a mi boca sus montañas, las cuales no dudo en acariciar y devorar, tomó las dos en mis manos, las acerco y las disfruto al tiempo. ¡Mierda! Como me hacía falta toda ella. Su respiración comienza a entrecortarse por la excitación, ella es una experta en juego de la seducción y a mí me fascina.

Toma sus montañas con sus manos, alejando las mías y comienza el roce entre sus dedos y mi boca por ellas, se acomoda pasando una de sus piernas por encima de mi entrepierna tocando, le encanta torturarme, sabe que está duro y duele de lo erguido y aprisionado que está bajo mi ropa interior. Siempre he acostumbrado dormir sin ropa, sólo me quedaba por retirarme mis boxer.

Lleva mis manos a su trasero el cual se encuentra duro y firme, mi mulata es una fanática de las sentadillas y los abdominales que ha dejado de hacer a causa de mi pequeño.

Descubre mi parte íntima y la posiciona en su centro desnudo. Acerca sus labios a mi boca y vuelve a preguntar -¿Qué parte extrañaste más?- mientras me introduzco en ella, pero es mi hechicera quien realiza el trabajo, el vaivén de sus caderas subiendo y bajando, mis manos acariciando sus senos, nuestras respiraciones acelerándose, disfrutando tan delicioso momento.

...----------------...

Los rayos de un nuevo día aparecen, tengo en mis brazos a la mujer que amo, la madre de mi hijo, la observo abrazada a mí, mientras yo acaricio su vientre, cuanto añoro la llegada de mi bebé, tenerlo entre mis brazos, poderlo ver y acariciar. Sé que falta poco, tres meses larguitos y estará con nosotros para completar nuestra felicidad.

—Buenos días, amor- mi futura esposa ha despertado, amo todo de ella, su cabello alborotado, en contraste con sus ojos la hacen ver como una leona siempre al asecho.

—¿Buenos días, Mulata, Que tal noche pasaste? Y ¿Mi príncipe cómo se comportó?- toca su vientre, se levanta un poco para que yo lo pueda acariciar mejor.

—Siempre que su padre está cerca se mantiene tranquilo, creo que es igual a mí, necesita de tu calor para dormir.- mientras acaricio su pancita sintiendo las pequeñas pataditas de los buenos días de nuestro hijo. Me acerco y le doy un pequeño beso.

—Recuerda que tenemos visita, así que vamos, te ayudo, aprovechamos y nos bañamos juntos.- Mi Mulata me mira con su mirada puesta sobre mi entrepierna, la cual ya despertó. Ella muerde sus labios con mucha sensualidad, volviendo a provocarme.

—Hechicera sigue aprovechándote de este desvalido hombre, pero te prometo que cuando me recupere y nuestro pequeño haya nacido, rogarás y pagarás cada una de tus provocaciones.- Ella se carcajea y eso es música para mis oídos, ¡oh Dios! Como extrañaba verla tan feliz.

—Muero por qué llegue ese día mientras tanto alistaré el baño para ayudar al “pobre hombre desvalido”.- Repite mis palabras con ironía, sacándome una sonrisa.

—Mulata, no te burles de tu futuro esposo, ¿Qué dirá nuestro hijo ante tu falta de compasión?-

—¡Ay! Sander, mi pequeño, dirá qué tiene un padre muy quejumbroso- Lo dice con su tono de burla, que amo.

—Sigue burlándote que yo aquí iré anotando, para cobrar con intereses-

—¡Uh! Eso significa que debo acumular muchos intereses- ríe mi preciosa Hechicera, de la misma forma en que ella trae luz a mi vida, pienso que yo, a la de ella, veo su rostro totalmente iluminado.

—Te amo, nunca lo olvides y si algún día no lo recuerdas yo lo haré por ti. — Ella sonríe, se acerca a mí y nos fundimos en un apasionado beso.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***