Antonny

Sander Scott

Dios no puedo con el dolor de mi rodilla, este dolor me tiene temblando, tuve un choque demasiado fuerte, no medí ni la velocidad y mucho menos la fuerza que mi adversario traía, sentí que mi pie se quedó clavado en el suelo y a la vez una rotación en mis huesos y un chasquido audible en mi rodilla que no me permitió levantarme.

 El dolor es insoportable, realmente sé que tengo una fractura, no sé qué tan grave sea, esto me dejo por fuera de los últimos minutos del mundial.

Muerdo mis labios para no gritar por la tortura que estoy viviendo, me han colocado anestesia para soportar este calvario, he hablado con Sol pidiéndole que tranquilice a mi Mulata.

Después de unas horas, de realizarme varios estudios, entre ellos una radiografía y resonancia magnética, el médico me informa que tuve rotura de ligamento cruzado anterior y rotura de ligamento lateral interno.

Mi temor más grande se hizo realidad, a la lesión que todo futbolista le teme, la llamada "tríada desgraciada".

“La lesión conocida como tríada es un conjunto de 3 lesiones que se producen en cadena en la articulación de la rodilla con un mecanismo lesional común. Más concretamente, la tríada de rodilla o Tríada de O’Donoghue, congrega las siguientes lesiones:

Rotura del Ligamento Cruzado Anterior (LCA)

Del Ligamento Lateral Interno (LLI).

Del Menisco Interno.”

"El tratamiento de la tríada es la reparación o sustitución del menisco afectado"La recuperación será de 9 a 12 meses, con mucha terapia y pasarán por lo menos 3 meses antes de poder sentar el pie y no podré viajar antes de 6 semanas, como mínimo.

El médico también me informa que necesita que la rodilla se desinflame para poder operar, que lo mejor para la recuperación es mantener completamente quieto el pie, que en 48 horas, realizarán la cirugía, tal vez no sea una sola si no varias, por el momento me mantendrán con analgésicos fuertes, antes de tomar otro que me produzca sueño quiero hablar con mi Mulata, en todo esto de la lesión, ella es lo que me preocupa ahora, Mil y mi pequeño Antonny, como decidimos llamarlo.

Sé que Soledad ha estado afuera esperando noticias, por fin la dejan ingresar, lo primero que pido es el teléfono para hablar con mi hechicera, necesito escuchar su voz, es lo único que realmente puede calmar mi dolor.

-Mi amor, mi Mulata- ella no me deja casi hablar, comienza su interrogatorio.

-Sander hazme una videollamada, quiero verte, por favor- aunque no quiero que vea así, la complazco.

-Hola preciosa. – Noto su mirada triste, sé que sus ojos esmeralda están más oscuros, solo significa, ha llorado.

- ¿Dime qué te dijo el médico? ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? Está tomando un mechón de su cabello, eso solo lo hace cuando está sumamente nerviosa.

-Estoy bien, me dieron analgésicos, intravenosos para el dolor, la lesión es la tríada, tan pronto desinflame operarán. - Mi hechicera enmudece, significa que miles de cosas pasan por su cabecita.

- ¿Dime como se ha portado mi pequeño Antonny? – Se queda mirándome, hasta que acaricia su vientre.

-Extrañándote, los dos te extrañamos, nos haces mucha falta. - ¿Qué sugerencia te ha hecho médico? -

-Yo también los extraño muchísimo, que no diera por estar a tu lado, sintiendo tu calor, y las pequeñas pataditas de mi bebé. La veo dar una pequeña sonrisa, que la hace ver cómo la mujer más hermosa del mundo. -El médico Quiere mantenerme sedado por 48 horas, para que no lesione más la rodilla y la desinflamación baje.– Vuelve y calla, sigue jugando con su mechón.

- ¿Dime que piensas, que yo no puedo, viajar y ahora tú no podrás viajar por lo menos durante 6 semanas? - Muero de la angustia de tenerla lejos, con todo lo que está pasando, pero necesito tranquilizarla.

-Hechicera, haremos videollamada todos los días. – ella asiente. -No quiero perderme momentos de tu embarazo, así sea por una pantalla quiero verte todos los días. – veo como sus ojitos esmeraldas ahora brillan.

- ¿Lo prometes?- Asiento mientras ella toca su vientre, como quisiera estar allí con ella.

-Te amo Mulata, tú y mi pequeño son lo importante, no lo olvides.–

-También te amamos, descansa, mantenme informada.–

-Me pasas a mi hermano, por favor. – Ella asiente.

Tuve que hacer un gran esfuerzo para evitar hacer algún gesto de dolor, aunque me colocaron analgésicos y tengo inmovilizada la rodilla, no aguanto, el dolor y la incomodidad.

Hablo con Trebor le pido que la cuide, que este pendiente de ella, que si es necesario se convierta en su sombra, sé que mi Mulata es fuerte, pero también muy terca y sensible; Sabiendo que mi hermano la va a cuidar y que aunque sea por una pantalla la podre ver, me concibo estar más tranquilo.

Sol ha estado a mi lado, asumo que Stefano y Kevin aún están en el cierre del mundial, me había olvidado por completo de ello. Así que le pregunto a Sol.

- ¿Cómo termino el resultado? Veo su cara afligida, a lo cual asumo que perdimos

-El equipo quedo desequilibrado con tu lesión, no hubo tiempo, de reponerse. – asiento -Eres el capitán quien les brinda confianza, sin ti en la cancha se sintieron desprotegidos y los errores vinieron. –

- Entiendo, Sol tenía tantas ganas de ganar, que me puse en riesgo innecesariamente. –

-No sabías que esto pasaría, además el futbol es un juego de oportunidades y tú fuiste en busca de una. - asiento, ella se siente mal porque no ganamos, pero se siente más mal por mí y sinceramente, el mundial ya paso, ya no importa.

-Así es, pero ya no tiene importancia y ser el segundo es muy bueno. – ella asiente.

- Cuando hables con Stefano y Kevin diles que gracias por acompañarme en este sueño, que el estar aquí y haber disputado la final ya es una victoria. - veo como su miras cobra vida, creo que con mis palabras le quite un peso de encima, el mismo que quiero quitar de los hombros de mis hermanos, más que amigos.

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