Ahora eres el capitán

Stefano Martin

Sander no es un hombre de teatros, al ver que no se levantaba, me acerqué. Viendo la cara de preocupación de Kevin, asumí que el pronóstico no es bueno, me inclino cerca del rostro de mi amigo el delantero y le pregunto.

—¿Cómo te sientes? —Observo como respira profundo, tomando aire para responderme

—Fatal, el dolor es demasiado fuerte —veo a Sander tratando de contener la respiración. —No puedo con el dolor, creo que me fracture, lo que más me preocupa es Mil, no quiero que se angustie, eso le podría hacerle daño al bebé.-

—No te afanes por ella, ya las chicas deben estar tranquilizándola, no creo qué el golpe haya sido tan fuerte, solo debes estar resentido. —Trato de darle ánimos, mientras él mantiene su rodilla flexionada y presionada contra su pecho, sus gestos de dolor no cesan.

—Sé que es grave. —dice, mientras veo que está tratando de controlar su llanto y soportar el dolor, lo sé por los gestos de suplicio que mantiene en su rostro. —Yo he tenido dos lesiones y te aseguro que en ninguna he sentido tanto dolor, siento que mi pie se partió en pedazos.

Esas palabras generan zozobra, el equipo médico ya ha ingresado, lo comienza a revisar, tocan su rodilla y Sander emite un grito de dolor.

—¡Ayyy! Maldita sea no más. Duele demasiado, sáquenme de aquí.

El equipo médico lo sube en la camilla y observo como le han colocado bolsas de hielo sobre su rodilla, la cual está roja e inflamada.

—Stefano y Kevin —escuchamos cuando nos llama.

—¿Cuéntanos Sander qué necesitas? —le pregunto.

—Por favor no dejen que el equipo se desanime. Kevin, toma —le hace entrega del brazalete que lo identifica como el capitán y le dice —Ahora eres el encargado de liderar y de reorganizar, asume el control del equipo.—Él asiente. La tarea que nos encomendó no es fácil

Tengo mi cabeza echa una bola, Sander es el líder, el apoyo emocional. Su simple presencia en la cancha nos inspira confianza, su salida inesperada es un golpe a la estabilidad y automáticamente baja los estados de ánimo. Además que nos deja con la enorme preocupación ¿de qué pasara? Volver a concentrarnos no será sencillo.

El juez hace sonar el silbato pidiéndonos, que nos reincorporemos. En la banca de nuestro equipo, veo a Samuel preparándose para el ingreso, sustituirá a Sander, el director técnico le pide a Kevin que suba de posición y al equipo proteger el empate para irnos a los tiros penales.

El tiempo suplementario para recuperar será de 7 minutos, la verdad desearía que se acabara ya el partido, los chicos se notan dispersos, puesto que la concentración se perdió...

Kevin Montiel

Sander sufrió un golpe directo en su rodilla. Estaba muy cerca, pude observar cuándo ocurrió. Él llevaba gran velocidad y la defensa del Barsa, venía rápido para evitar el lanzamiento. A ninguno de los dos les dio tiempo de frenar. Lois es un hombre de dos metros, unos 100 kilos aproximadamente, robusto y chocar contra él a esa velocidad es como si te estamparas contra un muro de concreto. Mi amigo no salió bien librado y en la expresión de su rostro vi dolor, luego me entregó el brazalete de capitán.

Queda muy poco tiempo de juego para que los ánimos en el equipo se restablezcan, las gradas están en silencio, ya que Sander es un ídolo, un líder nato y su lesión no solo le duele a él sino a su fanaticada y a nosotros como equipo y amigos, me imagino como estará Mil.

Suena el silbato del árbitro avisando que el juego ha retornado, debemos tomar la decisión rápida de quien cobrara la infracción, es un tiro libre directo. El ideal sería Sander, pero él no está, la decisión está entre Alek y yo, Alek es delantero que juega al pase largo, su juego no es glamuroso, muy poco de toque, toque, pero es efectivo frente al arco. Este tiro libre directo es una oportunidad de oro para ganar el partido.

Alek es quien cobra, patea el balón con tanta fuerza que lo envía por encima del arco, un signo de desconcentración, ya que la oportunidad de ganar estaba puesta y él nunca había enviado el balón por encima del arco, ante esta jugada.

El arquero del Barsa realiza el saque de meta, entregando a Francis, quien es el mediocampista de su equipo. Este logra esquivar al jugador que lo está marcando y, en un pase prolongado, otorga el balón a Ricky, el delantero del Barsa, quien sin tener ningún temor, lo lanza directamente al arco. Stefano reacciona, se estira y atrapa el esférico, no pierde tiempo, y hace el saque de meta corto, pasándolo a Roque, quien se lo devuelve. Pero el balón no llega a los pies de Stefano, Ricky aprovecha el descuido del defensa, toma el balón y lo lanza introduciéndolo en la portería. ¡¡Gol! El tiempo ha terminado y el juez pita el final del partido.

Nos invade la nostalgia de haber perdido y de haberle fallado a Sander, las lágrimas asoman, los jugadores de Ingloss junto con los entrenadores que ahora han ingresado a la cancha, nos abrazamos y lloramos por la derrota.

La fanaticada se mantiene en silencio, los cánticos cesaron en la mitad de la tribuna que nos acompaña, la otra al igual que su equipo celebran la victoria.

Como es costumbre realizamos el intercambio de camisetas, con el oponente nos damos la mano, por el buen juego y felicitamos al Barsa por el título de campeones del mundo.

Stefano y yo sollozamos, llevar la copa a casa era el sueño de Sander, durante toda su vida trabajo muy fuerte por ello y el destino logra ser injusto.

Inicia la clausura del mundial, suena de primeras el himno del Barsa, ya que es el ganador, le hacen entrega de la copa mundo al capitán y cada uno de los jugadores del Barsa recibe una medalla de oro.

Ahora el himno que suena es el del Ingloss, no es malo ser el segundo, sabíamos que solo habría un campeón, lo triste es estar aquí sin Sander.

Stefano y yo no nos habíamos retirado y continuamos jugando fútbol por no abandonar a nuestro hermano y su sueño.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***