¿Sabes que ella es mi niña?

Milagros Sarmiento

Los padres de Sander me mantuvieron durante toda la tarde y parte de la noche entretenida, la señora Lola se estaba comportando de una manera muy diferente, parecía ser una mujer muy cálida, me era imposible creer que esa mujer que hoy estaba en mi casa, que me miraba y hablaba con respeto fuese la misma que meses atrás, me viese con desprecio y como una cucaracha, que me hablo con todo el odio del mundo, he pensado en la posibilidad que sea bipolar o tenga doble personalidad.

Leydi la defiende, afirma que ella es una mujer muy generosa, atenta y cordial, como he dicho, no alejaré a los padres de Sander de mi bebé, ni de él. Sé que es tener a tus padres a miles de kilómetros, por lo que no haré eso, pero tampoco permitiré que me llegue a humillar o hacer algo en contra de mi pequeño Antonny.

En mi alcoba Leydi me aviso que había visto una avispa, cuando ella fue a traerme un suéter, les tengo pánico, por lo que Trebor y mi suegro fueron a sacarla, mientras yo estaba en el dormitorio donde mis suegros se hospedarían, mi suegra pidió que por favor los ubicara al otro extremo de la habitación principal aludiendo que en ese lado de la casa entraba el sol de madrugada y les agradaba recibir los primeros rayos. Cosa extraña, pero eso era lo de menos, la casa es sumamente grande, tiene 14 habitaciones, no le vi ningún inconveniente a su petición, además que mientras ese bicho estuviese allí quería estar lo más lejos posible.

Estaba hablando amenamente con Leydi y mi suegra, cuando escuche sonar el piano que está en la sala, pero esa melodía fue la que me dedicó Sander, la reconozco por qué amo esa letra, salimos de la habitación y nos dirigimos a la sala, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, mi amado hombre, mis padres, mis cantantes preferidos.

Si estaba soñando no quería ser despertaba estaba en medio de la burbuja más hermosa, aquellos ojos zafiro que hicieron que sintiera mi primer orgasmo visual no dejaban de mirarme, cada vez que daba un paso hacia él, sentía mi corazón galopar a mil.

Cuando estuve a su lado y lo pude tocar, abrazar, besar y saber que era real, que no era una fantasía de mi mente, no pude contener las lágrimas. Luego hice lo mismo con mis padres y mi bebé también se movía de la felicidad de tener cerca a su padre, a sus abuelos maternos, los chicos estaban todos, Mar junto a Kevin, Sol abrazada de Stefano como un Koala, la entendía yo deseaba lo mismo de mi amor.

Cuando termino la canción y ante la confesión de mi gran amor,

—Mi Mulata hermosa, sé que soy un hombre terco, testarudo, a ratos autoritario y muy sobreprotector, pero esos ojos verdes esmeralda me convirtieron en esclavo. No veo mi vida lejos de ti, mi Hechicera, ¿Quisieras darle a este pobre siervo tuyo el honor de aceptarlo como tu esposo?- No lo puedo creer, no sé en qué momento lo planeo todo, Sander tiene frente a mí un estuche con el anillo hermoso de compromiso, de oro blanco, pequeñas incrustaciones de diamantes alrededor y también en el centro rodeando una esmeralda. Mi respuesta

—¡Siiii! hoy mañana y siempre quiero ser tu esposa, quiero ser la mujer que comparta el resto de tus días, la que frene a ese hombre testarudo, la que quiere caminar a tu lado, seguir siendo tu amiga y además tu esposa.Porque ame esos ojos azul zafiro desde el primer día que los vi.- Me acerco a él y lo beso. Sé que él muere por levantarse y que le ha costado mucho esfuerzo a su orgullo pedirme sentado que sea su esposa, pero por ese gesto ahora lo amó más. Sander es el hombre más tierno y romántico, me ha dejado sin palabras,

Sander es el hombre que desde que se arriesgó a tener una relación conmigo, se ha dedicado a colocar el mundo a mis pies. Muchas veces me molesta que me trate como una muñeca de porcelana, que quiera protegerme en todo momento, siempre me he considerado una mujer autosuficiente, me da miedo acostumbrarme a hacer una flor delicada, incapaz de valerse por sí misma, además que no está en mi sangre, pero en estos momentos no sé si es por el embarazo que me siento tan vulnerable, que solo quiero estar en medio de sus brazos.

Papá, mamá, mis suegros, mis cuñados, los chicos, se acercaron y nos felicitaron, todo era perfecto.

Las sorpresas aún no terminaban. Había una cena especial para compartir el momento, me sentía como una niña pequeña, en medio de sus padres. Papá me abrazo y le dijo a Sander;

—¿Sabes que ella es mi niña? No importa la edad que tenga, es mi pequeña rebelde, que pronto será madre, pero para mí siempre será mi hija la que sentaré en mi regazo, la que amaré hasta el día de mi muerte, así que por favor cuídala, no permitas que nadie le haga daño.- Mi padre mientras le hablaba me jalo hacia él y me sentó en sus piernas como cuando era una pequeña, me sentí también tan protegida, además de que le hablaba ahora a mi bebé.

—Pequeño Antonny soy tu abuelo materno, sé que tú junto a tu padre me ayudaran a proteger y cuidar a tu madre, además que si me necesitan aquí estaré. Mientras papá hablaba acariciaba mi vientre y mi bebé parecía entenderlo todo porque no dejaba de moverse, mamá vino hacia nosotros, nos abrazó, y le dio un beso en la mejilla a mi futuro esposo.

Los padres de Sander también se acercaron, el señor Marcelo, fue el que tomo ahora la palabra;

—Sander hijo vuelvo a reiterarte lo que ya te había dicho antes, aquí estamos tu madre y yo para lo que necesiten, Milagros, espero que puedas disculparnos por los malos momentos y que algún día llegues a considerarnos como unos padres más.- Sentí sus palabras tan sinceras que sin dudarlo abrace a mi suegro y mi suegra se unió a ese abrazo que sentí tan cálido.

Después de tantas emociones era el momento de irnos a recostar, pero me sentía muy nerviosa de pensar que esa avispa, seguía en el cuarto, así que le pregunte a Trebor;

—¿Trebor, lograste sacar la avispa de nuestro dormitorio? – Sander lo mira con una expresión de pregunta, y mi cuñado dibuja una sonrisa en sus labios a lo que me contesta;

—Mil, para que no te sientas nerviosa te vamos a acompañar todos para verificar que no hay nada y de paso ayudamos a mi hermano a acomodarse- yo asiento.

Nos dirigimos a la habitación principal que es en la que me hospedo y compartiré con Sander, pero antes de ingresar, él me pide que entremos a la habitación que está al lado, la cual hemos planeado que será la de nuestro pequeño Antonny.

Tremenda sorpresa me llevo al ver la alcoba decorada y organizada, ahora entiendo, cuando me mostraba las fotos de los diseños de las cosas de bebé y me preguntaba que cuáles me gustaban, todo estaba como lo imagine, si antes amaba a Sander Scott ahora lo adoraba.

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