Revelaciones siniestras

Kerstin Weber:

Creo que había pasado un par de días desde que me trajeron aquí. La pareja que al parecer eran los señores Nakamura vinieron varias veces a traerme la comida, había notado que el señor Nakamura me miraba de manera extraña, como si me deseara.

Esta vez aceptaron a dejar la luz prendida y yo empece a recorrer el lugar con la mirada. Era ni más ni menos que una sala de juegos, habían mesas de pool, sillones y algunos aros de baloncesto. También habían algunos estantes con libros y algunos de esos horribles frascos.

Había estado algún tiempo inspeccionando la habitación pero hasta ahora no podía hallar una salida de aquí.

Haru había venido esta mañana para traerme un poco de agua y yo no pude evitar soltar la pregunta clave.

— ¿Por qué me secuestraste?

Haru se quedó un rato en silencio y luego contestó.

— Te estabas involucrando demasiado.

— ¿Qué? — dije sin pensar, aunque podía darme una idea de lo qué quería decir.

— Me inquietaba pensar que en cualquier momento llamarías a la policía — admitió rápidamente.

— Estaba a punto de hacerlo — confesé

— Exacto, estabas a punto de echar todo a perder.

— ¿Por eso mandaste a alguien a seguirme?

— Quería mantenerte vigilada, aunque el idiota de mi hermano al final se dejó ver. Debía asegurarme de que no hicieras algo estúpido o de lo contrario ya no estarías aquí — admitió mientras caminaba de un lado a otro por la habitación.

Recuerdo el miedo que había sentido aquella vez, el miedo de sentir que podrían hacerme daño.

— ¿Entonces me secuestraste por qué empezaba a sospechar de tí?

— Veo que entendiste al fin. No quería que me delataras, por que si tu llamabas a la policía y ellos investigaban mi casa — dejó escapar un suspiro — Se encontrarían a mi hermano desquiciado, tomando cuatro antipsicoticos por día, la casa llena de cigarillos de marihuana y un montón de periódicos con nuestras caras impresas en ellas diciendo "Asesinos prófugos huyen de Japón"

Esa revelación quizás me hubiera sorprendido en el pasado, pero ahora ya me esperaba algo así, nadie que secuestra a una persona de este modo puede estar bien de la cabeza.

Haru al parecer esperaba una reacción de mi parte pero al notar que mi rostro no cambió en absoluto me dedicó una sonrisa que simulaba ser agradable.

— ¿Por qué motivo fuiste buscado en Japón? — pregunté

Haru se dirigió hacia el estante de libros y de ahí sacó un frasco. Un frasco que al parecer contenía sangre y me lo señaló.

— Me gusta coleccionar partes humanas. — admitió y yo abrí los ojos — Mi família se encarga de las muertes.

Eso explicaba muchas cosas, las autoridades japoneses seguramente se enteraron de eso.

— ¿Cómo es que escapaste de Japón? — por lo poco que sabía de esa nación eran muy estrictos y las leyes allí eran muy repetadas.

— Fue fácil, sólo tuvimos que irnos en el avión privado de un amigo de mi padre antes de que venga la policía — me contó.

Al parecer eran una alta jerarquía allí.

— ¿Y ahora no saben donde estás? — eso sí que era un problema

- No pero sé que no tardarán en descubrirlo, pero para ese entonces tú y yo estaremos muy lejos de aquí.

Me dio un escalofrío en todo el cuerpo

- No iré a ninguna parte contigo - declare.

- Claro que irás, no voy a arriesgarme a dejarte ir.

Luego se dio la vuelta para caminar hasta la puerta. Eso me dio una idea y recordé una frase que nunca antes había cobrado más sentido como hasta ahora.

"Nunca le des la espalda a tus enemigos"

Corrí hacia Haru para luego lanzarme a su espalda y derribarlo. Cuando estuvimos los dos en el suelo aproveché para subirme a horcajadas sobre él y golpearlo en la cara.

Él no se lo esperaba, por lo que no pudo defenderse a tiempo cuando mi puño impactó contra su mejilla con todas mis fuerzas.

Me sentía muy valiente en este momento mientras con mis uñas trataba de rasguñarle lo más que podía.

Pero no pude golpearlo más por que de pronto el me tiró al suelo y pudo pararse, jadeando de dolor mientras me miraba con furia.

Por un momento temí que el pudiera lastimarme pero no pasó nada de eso. Simplemente se quedó mirándome hasta que salió dando grandes zancadas hasta la puerta cerrandola con casi todas sus fuerzas.

......................

Una vez más la puerta se volvió abrir en pocas horas, y era el hermano de Haru quién me venía a visitar esta vez. Se acercó a mí con lo que parecía ser la bandeja de comida.

— Aquí esta la comida — me lanzó la bandeja al colchón y yo lo fulminé con la mirada mientras me hacía un ovillo sobre mi misma.

Después de eso él se fue y yo me quedé comiendo lo que me trajo.

......................

HOLA!! Estoy compitiendo en el torneo de MANGATOON así que si les gustó el capitulo déjenme su voto, ayudaría mucho. 🖤🖤

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le hubieras dado con la silla

2021-10-08

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