Entre cuatro paredes

Kerstin Weber:

Desperté otra vez en la misma habitación, solo que esta vez estaba sobre lo que parecía ser un colchón.

Lo palpe y me encontré con una almohada de la cuál me abracé. Me sentía muy mariada y tenía muchas ganas de vomitar.

¿Que me habían inyectado?

Me toqué el cuello y lo sentía demasiado duro, me dolía mucho en un lugar en especifico y ese era en donde se había clavado la aguja.

La lágrimas amenazaban con salir de mis ojos, ¿Como podía ser tan estúpida? ¿Como no pude ver las señales de alerta antes? ¿Como pude dejar que me hicieran esto?

Me levanté decidida a encontrar una salida de este lugar, o por lo menos prender la luz y ya no estar tan sumida en la oscuridad.

Empecé a tocar las paredes para ver si podía toparme con la puerta. Tenía que haber aprovechado cuando se abrió la otra vez. De pronto me asusté al pegarme con un estante, y casi suelto un grito al sentir algo de vidrio cayéndose a un lado mío.

¿Quizás era un frasco?

No lo sabía.

Al instante empecé a sentir un olor a putrefacción muy fuerte y por un momento pensé que era un cadáver. Es como si algo se estuviera descomponiendo a un lado mío.

Dí unos pasos atrás asqueada y traté de seguir mi camino pero no pude ya que sentí unos pasos viniendo hacia mí desde el otro lado de la puerta, de pronto esta se abrió y dejó entrar a la persona que más esperaba.

Haru entró a la habitación y prendió la luz rápidamente.

— Menos mal que despertaste, pensé que papá te había dado una sobredosis. — se empezó acercar hacía mí y en cuanto estuvo cerca yo le di un fuerte empujón que casi hace que caiga, pero se estabilizó rápidamente.

— ¡Aléjate de mí! ¡Eres un hijo de puta! — grité dando pasos atrás.

Haru no contestó y solo se dedicó a mirarme y yo lo miré también. Esos ojos que antes creía que eran hermosos ahora los encuentro repugnantes.

— Kerstin, no hagas las cosas más difíciles, ¿Quieres? Puedes gritar todo lo que tu garganta soporte, pero no vas a salir de aquí.

— Eso es lo que tu creés, pero no puedes tenerme aquí para siempre.

— Claro que puedo Kerstin no seas ridícula.

Aprovechando su postura relajada corrí hacia la puerta para intentar salir pero esta estaba cerrada. Intenté forzarla pero no conseguí nada.

— ¡Ya basta Kerstin! — sentí sus manos en mi cintura levantándome y alejándome de la puerta.

— ¡No me toques!

Me dejó en el colchón y se alejó unos cuantos pasos. Yo también lo hice y me abracé a mi misma sentándome sobre este.

Él se dirigió hacia un armario y yo no perdí de vista ninguno de sus movimientos. ¿Acaso pensaba sedarme de nuevo? Pero cuando se dío la vuelta, no traía ninguna inyección sino una bandeja con comida.

Se acercó y se agachó para quedar a mi altura.

— Tienes que comer, debes tener hambre. — me acercó la bandeja y noté que no tenía nada extraño, tan solo un poco de pan, jamón y lo que parecían ser unos fideos.

Él pareció notar la mirada recelosa en mí por lo cuál agregó.

— Esta comida no tiene nada, la preparé yo. Y te voy a decir una cosa Kerstin. — Su rostro se acercó al mío y su boca se acercó a mí oído. — Sí yo decidiera matarte ahora tú lo sabrías. Me gusta torturar a mis víctimas antes de acabar con ellas.

Se alejó antes de que yo pudiera pegarle un puñetazo y salió del sótano cerrando la puerta.

Mierda, ahora si estoy jodida. Él tiene pensado matarme.

Observé el lugar desesperada por encontrar alguna salida y por fin pude saber la fuente de ese olor putrefacto. Lo que había tirado hace unos minutos era un frasco con una sustancia que no podía distinguir pero que se parecía bastante a un hígado triturado.

Eso me había quitado todas las ganas de comer. Alejé la bandeja de mí con una patada.

Tengo que salir de aquí.

Lydia Weber:

Me encontraba esperando a la policía en la sala, con él teléfono a un lado por si llamaba alguien. Cada vez que este sonaba, me daba un ataque de ansiedad pensando que en cualquier momento escucharía la voz de mi hija diciéndome que estaba viniendo para casa.

Pero no había nada más alejado de la realidad.

En eso sonó la puerta, debían ser los policías. Me dirigí a ella y la abrí, pude ver a dos hombres uniformados, los dejé pasar.

— Usted debe ser la señora Weber, ¿Verdad? — preguntó y yo asentí guiándolos hasta la sala de estar — Nosotros somos Barrios y Tévez.

— Un gusto oficiales — saludé y todos tomamos asiento en los sofás.

— Entonces señora Weber, dígame ¿Dónde estaba la noche que desapareció Kerstin? - preguntó el oficial Barrios

— No sé cuando desapareción, yo estaba en una cita en un hotel un poco lejos de ella - conté y observé como el oficial Tévez estaba anotando todo en una libreta.

- Muy bien, ¿Conoce a alguien que pueda estar implicado en esté tema? - negué con la cabeza recordado como unas horas antes de que ellos llegaran, recibí la llamada de los secuestradores amenazándome con matar a mi hija si yo decía algo.

Y yo haría cualquier cosa por mantener a mi hija a salvo.

Ellos al parecer notaron algo en mí por qué se miraron uno al otro antes de decir.

— Señora Weber, ¿Tiene algo que comentarnos? — negué nuevamente.

— No tengo ningún sospechoso por el momento oficiales — ellos asintieron y me siguieron interrogando hasta que se despidieron.

— Escuché, vamos a estar investigando a algunos de sus familiares y amigos, también algunos vecinos y la institución en la que ella estudiaba.

— Esta bien, muchas gracias — no pude evitar que algunas lágrimas caigan sobre mis mejillas. Los policías me miraron con lástima para luego agregar.

- No se preocupe, la vamos a encontrar.

Eso espero.

- Si sospecha de alguien díganos y nosotros investigaremos.

- No, todavía no sospecho de nadie - mentí y ellos se fueron.

Ya en la soledad de mi casa, me senté en el sillón y me quedé pensando en todo lo que está pasando.

Llorando, por qué temía lo que le pasase a mi hija si yo les dijera algo a la policía. Y al mismo tiempo feliz por saber que mi hija estaba viva después de todo.

......................

HOLA!! Estoy compitiendo en el torneo de MANGATOON así que si les gustó el capitulo déjenme su voto, ayudaría mucho. 🖤🖤

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Comments

pobre muchacha por andar de curiosa ahora que pasará

2022-03-31

3

Elio Ibarra

Elio Ibarra

bueno ahora se esta poniendo buena la novela

2022-03-26

1

Carina Jara

Carina Jara

ocultó información

2022-01-03

1

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