capitulo 16

Edgar, que aún no había podido salir de su habitación. La cual se encontraba cerrada con llave, estaba desesperado.

Caminando de un lado a otro, con sus manos agarrándose de la cabeza, su mirada era ansiosa y con miedo.

Miedo de que algo le pudiera suceder a Nina, Nina que no era capaz de robar, ni dañar a nadie.

Jamás creería que ella robó algo, estaba seguro que todos fue una trampa, pero. Al quién le iba a querer escuchar, teniendo un marido que por lo visto no lo escucharía, el sabía que en la mansión nadie lo escucharía.

Siendo Omega, el simplemente estaba como un adorno, su matrimonio jamás lo pidió, simplemente fue una pieza de ajedrez de sus padres.

Para qué había nacido, pará qué. Para ser utilizado, manipulado. Acaso el se merecía todo eso, solo por ser Omega. Hubiera preferido no haber nacido, simplemente todo sería más fácil si fuera Omega.

En medio de sus pensamientos, Edgar se sorprendió cuando vio una figura alta, y robusta pero pudo reconocer de quién se trataba, de Eduardo, su marido. El cual estaba soltando feromonas amenazantes.

Edgar, que por reflejo retrocedió podía percibir que en el estado que se encontraba Eduardo era peligroso para el.

Eduardo, el cual había entrado a la habitación de Edgar. Al ver qué Edgar retrocedía, cerro la puerta, y se acercó sin dejar que Edgar pudiera esquivarlo, tomándolo por la mandíbula con fuerza, lo miro fijamente a los ojos fríamente, despreciando a Edgar, el cual solo le traía problemas. Más aún había hecho llorar a su Lucas, su Omega.

-¿dime,- apretando más su agarre, a tal punto que Edgar, trato de zafar de su agarre, aun si no pudo lograrlo.- a que crees que me refería, cuando te dije que no causaras problemas?.

Edgar, el cual miraba a Eduardo con temor. El agarre de Eduardo lo estaba lastimando, a tal punto que sentía que si Eduardo lo llegará a agarrar con más fuerza le podría fracturar la mandíbula.

Eduardo, el cual no soportaba siquiera tocar a Edgar. Lo arrojo con fuerza contra la pared.

Edgar, que había sido arrojado contra la pared, sintió como si le rompieran los huesos de la costilla, sentía como si se le hubiera roto la espalda, sin siquiera tener tiempo de moverse, fue sorprendido por Eduardo, el cual le dio una patada, en su estómago.

Edgar, que recibió una patada en el estómago, solo pudo hacerse un ovillo en el piso, solo para recibir patadas por parte de Eduardo en el cuerpo, parecía que Eduardo lo quiera matar.

Eduardo, que estaba más que furioso. Quería que Edgar aprendiera a qué no debía meterse con Lucas.

- Uh!! - fue el único sonido que pudo emitir Edgar, antes de que una bocanada de sangre le saliera por la boca, no sabía cuántas patadas había recibido de parte de Eduardo, solo que ya no podía sentir sus piernas. Su visión se tornó borrosa, y lo último que pudo ver fue la mirada de odio de parte de Eduardo.

Eduardo, que se encontraba un tanto agitado. Pudo ver qué, Edgar se había desmayado.

Con desagrado miro el cuerpo inmóvil en el suelo, no sin antes soltar un - ¡TCH!- dándole la espalda a Edgar, grito -¡PEDRO!

Pedro, que se encontraba sudando frío. Se encontraba nervioso, pues había estado escuchando ruidos desde el otro lado de la puerta, pese a que se imagino que pudo pasar algo, nunca se imagino con ver a Edgar, en el suelo inconsciente.

No había falta preguntar para saber lo que había pasado, el tampoco tenía el poder de hacerlo o de intervenir, solo era un simple mayordo.

Miro a su señor, Eduardo. El cual ya no reconoce de aquel joven amable que era de niño, había criado y para mal, miro a su señor Eduardo, y hablo - ¿en qué le puedo servir, mi señor?

Eduardo, miro a Pedro el cual estaba esperando una orden. Con fastidio ordenó- llama a un doctor - señaló con cierto fastidio el cuerpo de Edgar, - y asegúrate de que nadie de afuera se entere de esto.

Eduardo dijo esto, no porque le tuviera miedo a la familia de Edgar, sino. Que no a el siempre le enseñaron que nunca debía dejar que la gente de afuera se enterase por más mínimo que fuera el problema de la mansión.

No quería llevar a Lucas a una reunión o fiesta, y que la gente hablara de Lucas, no quería hacer sentir mal o culpable a Lucas.

Él más que nadie sabía que, entre los primeros esposos o esposas omegas eran muy temperamentales y que no les gustaban los segundos u otros esposos.

Aunque no lo demostrarán en la superficie, en las reuniones en las que los omegas asistían, eran diferentes. Pues en aquellas reuniones solos los omegas asistían.

Pedro, solo se limitó a asentir con la mirada, mientras veía a Eduardo salir de la habitación, para así dejarlo solo con Edgar.

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Ya habían pasado 3 días, desde que Edgar no despertaba. Pedro por su parte llamo al médico de la mansión, el cual le dijo que el cuerpo de Edgar estaba muy débil.

Por lo visto, Edgar había sido maltratado desde hace años. Pedro por su parte solo se limitó a qué le atendieran lo mejor posible.

Aunque, sintiera lástima por Edgar, pues había salido de un lugar donde lo maltrataban, únicamente para estar en otro lugar al cual lo tratarán igual o peor.

El médico solo, pudo suspirar por su parte ya había dicho lo que tenía que decir. Al ver el estado de aquel Omega, únicamente puedo suspirar. Era muy común ver casos como ese o peor.

Los omegas eran maltratados y únicamente están en la sociedad como una incubadora, por así decir. Los alfas los usan primordialmente para satisfacer sus deseos o para que tengan a sus hijos.

El cómo médico lo había visto muy seguido.

Edgar, el cual estuvo inconsciente fue recuperando su conciencia, sintiendo si cuerpo pesado y adolorido. No tenía fuerzas para moverse.

Solo alcanzó a abrir los ojos, solo para ver a un hombre. El cual parecía estar revisándolo, trato de hablar. Pero su voz no salía. Más bien, por más que tratase de hablar, no podía.

El médico al ver qué Edgar, al fin había despertado. Y estaba tratado de hablar, se apresuró a presentar sé- buenos días, mi nombre es Damián, soy el médico de la mansión. Espero y no se haya incomodado. - esperaba no hacer sentir incómodo a Edgar, pues tenía que tratar las heridas de Edgar, y lo tuvo que hacer cuando estaba inconsciente, le sonrió a Edgar y prosiguió - no se esfuerce en hablar, o moverse acaba de despertar, si cuerpo aún no se recupera, tiene que estar en reposo para poder recuperarse pronto.

Edgar, por su parte solo se quedó mirando al médico, el cual solo sonreía, Edgar, únicamente quería preguntar por Nina, aún no sabía su estado.

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