capitulo 5

Edgar, quien se había cambiado la ropa de boda. Habían golpeado la puerta, mientras él estaba leyendo un libro, miro a Nina asintiendo para, que abriera la puerta.

Pedro, que estaba esperando en la puerta. Fue recibido por Nina, Nina haciendo una señal para que pasara, cuando Pedro paso dentro de la habitación.

- amo Edgar, la comida ya está servida. Vengo a avisarle para acompañarlo al comedor.

Edgar, mirando a Pedro. Asintió mientras se levantaba y dejaba su libre sobre la mesita de luz, - ¿cenara mi marido hoy en el comedor? - pregunto, Edgar.

No porque quisiera comer con él, sino que le sería incómodo comer junto a aquel hombre, le era nuevo el lugar y le constaría acostumbrarse.

Pero miro nerviosamente a Edgar, suspiro para sus adentro y dijo amablemente - el amo, hoy no cenará. Dijo que llegaría luego de la cena un poco tarde.- aclarándose la garganta, dijo nervioso - para consumar el matrimonio.

Claro, Edgar sabía, que para que el matrimonio sea legítimo. Debía consumar el matrimonio.

Pensó, en las palabras de hoy, que le había dicho Eduardo.

Le pareció una broma, él jamás trataría de buscar su atención, se casó con él solo porque como Omega no tenía otra opción.

Pero mientras no tenga problemas, ni tampoco Eduardo lo golpeé. Edgar pensó que eso era cien veces mejor que vivir con su madre.

Nadie estaría dispuesto a quedarse en un lugar donde lo golpean, nadie en su sano juicio o por decisión propia.

Asintiendo, Edgar siguió a Pedro, quien lo guiaba por los pasillos de la mansión, aprovechando el momento, Pedro le pregunto- amo Edgar, ¿quiere que le vaya hablando sobre la mansión y su historia de camino al comedor? - miro a Edgar ligeramente y siguió - claro. Que también mañana le contaré y le daré el recorrido en la mansión.

Edgar, pensándolo solo asintió, le pareció aburrido estar caminando por los pasillos de la mansión, sin tener que hablar. Por lo menos de camino al comedor sabría algo sobre el lugar que se supone. Es su nuevo hogar.

Pedro, feliz por qué Edgar haya aceptado. Dijo amablemente- bueno, la mansión del archiduque se construyó hace 500 años, cuando se fundó el Reino y el patriarca de aquel entonces ayudo al rey en la guerra, desde aquel entonces la familia imperial y la del archiduque son cercanos.

Edgar, que al principio había aceptado. Más tarde se arrepintió, era demasiada información para un día. Además, de que había tenido un día demasiado ocupado.

Cuando llegaron, las grandes puertas fueron abiertas por los guardias que custodiaban. Algo que Edgar, había notado era, que toda la mansión era bien custodiada. Por lo que si intentará entrar o invadirla. Sería un trabajo difícil.

Cuando entro, Edgar vio una mesa grande y larga. Llena de diferentes tipos de comidas, los sirvientes estaban en fila a un lado del comedor, mientras le hacían una reverencia.

Cuando se sentó, una sirvienta se apresuró a serviles la comida.

Edgar, estaba por negarse, pero cuando vio que lo que le habían dado no era de su desagrado. Acepto.

Su cena fue. Por así decirlo tranquila.

Se alegró de no tener que estar con su madre, quien siempre lo controlaba con la comida. Según ella, no debía descuidar su cuerpo, sino ningún alfa lo querría como esposo.

Cosa, que a él jamás le importo. Él a escondidas comía una que otra cosa, le había sorprendido que a pesar de comer varía cosas, no subiera de peso, después sé eso. Se dio cuenta de qué así era su cuerpo, no podía subir de peso.

Mirando sus manos delgadas y su muñeca, suspiro para sus adentro, era demasiado delgado.

Cuando terminó de comer, Pedro se acercó a él, para así. Guiarlo a su habitación.

Cuando llego a su habitación, Edgar fue recibido por varias sirvientas, entre ellas estaba Nina. Sacando un camisón transparente.

Edgar, miro al camisón en manos de Nina, deseando poder quemarlo en algún lugar, él no tenía la intención de seducir a Eduardo.

Edgar, cuando entro se sintió ridículo. No quería seducir a Eduardo, pero si lo recibía con este camisón todo sería malentendido por aquel hombre.

Cuando las sirvientas lo prepararon, notaron las cicatrices en su cuerpo, lo vieron. Pero no dijeron nada. Cuando las sirvientas terminaron, salieron de su habitación dejándolo solo con Nina.

Nina, que conocía más que nadie a su amo Edgar, miro nerviosamente a Edgar, y dijo - joven, no esté nervioso.

Pensó que estaba nervioso por su primera noche de bodas, aunque Nina sabía bajo que circunstancias sé casi Edgar, ella aún esperaba que él sea feliz con este matrimonio.

Edgar, que sabía. Que Nina lo había malinterpretado, solo sonrió ligeramente, dijo en voz calmada. - no estoy nervioso, Nina, - mirando a Nina, quien no le creyó, dijo admitiendo - únicamente, solamente estoy incómodo con el camisón.

Era verdad, Edgar jamás se había imaginado que usaría este tipo de ropa.

Nina, mirando a los ojos a Edgar. Vio que esté no le mentía, deseando que el esposo de su amo Edgar, lo tratase bien.

Luego, después de aclarar aquel malentendido, Nina salió de la habitación de Edgar, no antes de decirles que esté tranquilo y que todo iba a estar bien.

Edgar estuvo dos horas esperando a Eduardo, cuando esté llego, ya estaba con su camisón puesto. A diferencia de Edgar, Eduardo tenía uno que no era transparente.

Eduardo, mirándolo con disgusto dijo molesto - espero, que después de hoy no vayas a hacerte la cabeza de que tengo sentimientos por ti- dijo mirando a Edgar, mientras se empezó a sacar la ropa. Aprovechando para liberar feromonas.

Edgar, por su parte solo quería asentir, pero en cuanto sintió las feromonas de Eduardo. Su visión se volvió borrosa y su cuerpo empezó a reaccionar así logrando que él también liberará sus feromonas.

Eduardo, miro el estado en que se encontraba Edgar, alzando lo para, luego lanzarlo sobre la cama. Sin la menor consideración.

Sacándole la ropa, solo pudo ver el cuerpo de Edgar. Lleno de cicatrices, especialmente en sus piernas. Cosa que le causaba aún más disgusto. Dijo molesto - ni para esto eres agradable a la vista.

Edgar, sólo pudo escuchar y quedarse callado. El no había pedido esto, jamas deseo que lo golpearan hasta el punto en que su cuerpo tenga tantas cicatrices.

En la oscuridad de la noche, dónde solamente entraba la luz de la luna, iluminando a las dos personas que unían sus cuerpos, mientras uno movía su cuerpo sin la menor consideración.

El otro lloraba debajo de aquel cuerpo grande, únicamente deseando que pronto acabará su tormento.

Al cabo de un tiempo, Edgar, perdió el conocimiento. Eduardo dejándolo de lado, se levantó de la cama. Mirando el cuerpo que están en la cama, que estaba con cicatrices y con un líquido deslizarse entre los muslos de la persona en la cama, frunció el ceño en disgusto.

Chasqueo la lengua, saliendo de la habitación, dejando exclusivamente a Edgar.

Cuando salió, se encontró Pedro de camino a su habitación, Eduardo lo miro, y pudo ver la mirada de sorpresa de Pedro.

Pedro, sorprendido por ver a su amo fuera de la habitación de Edgar, hizo una reverencia- amo necesita algo.

Eduardo miró a Pedro, y dijo fríamente - mañana traeré a Lucas, encargaré que todo esté preparado.

Pedro, sorprendido, únicamente sintió. Viendo a su amo irse a su habitación, solamente pudo sentir un poco de lástima por el amo Edgar, el amo Eduardo traería a Lucas mañana, solo podría desear que las cosas estén lo más tranquilas posible.

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