capitulo 13

Nina, que estaba lavando. Ya están casi por terminar de lavar.

Mientras tendía la ropa en una soga para la ropa, la tendía al sol y dejaba que está se secara.

Pero su trabajo se vio interrumpido por gritos enojados y que cada vez que se oían se escuchaba más cerca, Nina que vio que un grupo de sirvientes con caras nada amistosas y que la miraban con hostilidad, sintió que algo malo están por pasar.

Cuando vio al joven, que había. Conocido hoy y que era el segundo esposo de Eduardo. Se apresuró a hacer una reverencia.- saludos, amo Lucas.- dijo Nina, aunque hacer una reverencia y llamarlo amo era un acto de demostrar su respeto, ella no sentía el más mínimo de respeto por esta persona.

Lucas, que vio la reverencia. No sé dejó engañar por tal acción. Pudo ver una pizca de desaprobación en los ojos de aquella sirvienta.

Pensó para sí mismo, que si tal sirvienta insignificante era así, de seguro el primer esposo tendría aires de creer que podía contra el.

Riendo para sí mismo, opinó. En sus sueños dejaría que aquel Omega considere tal cosa.

Mientras se acercaba a Nina. Lucas, tomo el mentón de Nina. Mirándola con odio sin tratar de ocultarlo, dijo.- hoy ha desaparecido una joya de mi esposo Eduardo, me regalo para nuestra boda. - mirando alrededor siguió hablando ahí testimonios que dicen haberte visto meterte en mi habitación sin permiso.- miro a Nina, y para dentro se burló de esta cosa que tenía delante, no podía desquitar su furia sin motivo alguno, por lo que tuvo que buscar una excusa- dime, ¿es verdad?

Nina, que miro a los ojos de Lucas, pudo ver aquel odio sin razón en los ojos de la persona que tenía adelante. Esta persona solo buscaba hacerle las cosas difíciles a su amo, Nina realmente se sentía inútil. Si era hubiera sido la madre de su amo Edgar, jamás permitiría que su amo Edgar pasara por tales situaciones.

Nina, que envés de tener miedo a Lucas, lo enfrentó con la mirada sin miedo alguno hablo tranquilamente.- yo no robe nada, estuvo desde que usted me mandó a lavar la ropa aquí. No me he movido desde ese momento, joven Lucas.

Lucas, que se burló de esta sirvienta por dentro suyo. Cuando vio que Nina no le temía, sintió que no solo al amo de esta sirvienta tenía que darle una lección. Si no que a ella también.

Lucas, haciendo le una señal con la mirada a un sirviente discretamente, el sirviente en cuanto noto la mirada.

Saliendo de entre los sirvientes, un beta de cuerpo corpulento, dijo mirada a Nina con ojos como si la estuviera jugando.- yo vi a esta sirvienta salir de la habitación de los amos, saliendo con sigilo como si no quisiera que la vieran.

Lucas, escuchando lo que decía el sirviente mientras asentía. Por dentro. Dijo tranquilamente.- dime, - miro a Nina, entrecerrando los ojos.- ¿tú fuiste quien robo mi joya?

Nina siguió mirando a los ojos a Lucas, y negó con la cabeza.

Lucas sonrió ligeramente. Y dijo - bien, entonces. ¿no te importará que revisen tu habitación, no?.

Nina tuvo un mal presentimiento. Sintiendo que todo esto podría ser una trampa. No quería que su amo Edgar saliera perjudicado, si esto era una trampa del joven Lucas. Entonces, estarían apuntando a su amo. Nina, a quien no le importaba lo que pase con ella, solo quería que su amo Edgar esté bien.

-¿y bien? - dijo Lucas, viendo que Nina estaba pérdida en sus pensamientos, sintió que está sirvienta lo estaba ignorando deliberadamente, cosa que lo enfureció más - ¿por qué no contestas?

- no importa, yo sé que no robe nada. - dijo Nina, tranquilamente. Si la llegasen a acusar era inevitable, pero solo ella recibiría el castigo, prefería ser ella que su amo Edgar. En cualquier caso, ella prefería ser la que saliera lastimada.

Lucas hizo señas con la mano a un sirviente. Cuando esté se acercó haciendo una leve reverencia, el le dijo.- ve a la habitación de la sirvienta. Revisa todo y, si llegas a encontrar la joya que es un reloj de oro con diamantes incrustados, traerlo enseguida.

Mientras Lucas, veía al sirviente alejarse. Miro a Nina. Y dijo con tranquilidad.- si llegas a ser inocente será mejor para ti. Pero, si llegaste a robar algo. Será mejor que te vayas preparando. Los castigos de la mansión del archiduque son severos. - hablando como si realmente lo sintiera dijo.- sería una lástima tener que castigarte.

Pasaron los minutos, al cabo de un tiempo. El sirviente trajo consigo una pequeña tela, doblada. Se las puso en las manos de Lucas.

Cuando Lucas, tuvo el pedazo de tela en sus manos. Sintió su corazón emocionarse, sin embargo. Su rostro no reflejo tal emoción, sino que después de ver lo que había dentro de la tela, su rostro mostró sorpresa.

Miro a Nina sorprendido, y dijo - metiste, - extendió la mano para mostrar el contenido dentro de la tela. - explica que es esto.

Nina, solo miro el pedazo de tela y dijo tranquilamente.- eso nunca robe, nunca lo he visto en mi vida.- mirando alrededor, dónde todos en este lugar la miraban como si fuera un insecto asqueroso, dijo.- estoy segura de que es alguien tratando de incriminarme.

Lucas, que hizo oídos sordos a lo que dijo Nina. Dijo fríamente a unos guardias.- sujétela.- señalando un tronco que estaba cerca. Ordeno. - atenle las mano, - miro a un sirviente de la mansión, y pregunto.- ¿cuál es el castigo para los que tratando de robar a los amos?.

Un sirviente, que estaba esperando a que preguntara se apresuró a responder, con la cabeza agacha. - los castigos para los que tratan de robar a sus amos son los latigazos, amo Lucas.

Lucas sonrió ligeramente y dijo a un guardia. - ya oíste, azótala con el látigo como castigo, a ver si así aprende a no robar.

El guardia, en cuanto recibió la orden, el acato empezó a azotar a Nina, aunque la sirvienta no le haya hecho nada a el. El amo Eduardo había dejado bien especificado que debían seguir órdenes de Lucas, aunque fuera un insulto seguro órdenes de un Omega, no se atrevía a desobedecer a su amo Eduardo.

Al sonido del primer latigazo chocar con la piel, Nina sintió como si su pelo se partiera en dos, sintiendo como si un líquido tibio se escurriera, si piel le dolía. Y ella tuvo que morderse el labio para evitar gritar.

ZAS

ZAS

ZAS

Nina, que se había mordido los labios no aguanto los azotes, sintiendo en sabor a metal y salado de sangre en su boca, Nina no pudo aguantar más.

Mientras lloraba, su rostro estaba empapado de lágrimas, mientras seguía recibiendo los azotes en su espada.

Sentía como si le estuvieran destrozando su espalda. De pronto recordó que su amo Edgar, quien tuvo que aguantar los azotes con la regla de parte de su madre.

Lloró aún más, ella no podía imaginar como pudo aguantar tanto su amo Edgar. Realmente le dolía el corazón. Aún sabiendo el dolor de los azotes. Ella aún prefirió ser ella la que sufriera en vez de su amo Edgar.

-¡¡ALTO!!

De pronto, el ambiente se volvió pesado, Nina que reconoció la voz del joven. Deseo que la tragara la tierra. Ella no quería que su amo Edgar se metiera en problema. Menos que la viera en tal situación.

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