capitulo 9

Edgar, que estaba leyendo. Sintió que llamaban a la puerta, ahora que se sentía mejor que en la mañana se sentía mucho mejor.

Aunque aún le dolía un poco el cuerpo, no era tanto como en la mañana. Todo porque Nina le había traído una pomada, aunque le dio vergüenza cuando Nina le explicó lo que tenía que hacer. Fue de mucha ayuda ya, que después de un tiempo de descanso pudo levantarse sin problemas.

Miro la puerta, haciendo una señal para Nina, así abrir la puerta.

Nina, que entendió la señal, abrió la puerta, no fue para ella sorpresa ver al mayordomo Pedro venir, ya que el mayordomo era el que más seguido venía, había algunos sirvientes que venían, pero era solo porque no les quedaba de otra.

Hoy, que había visto que vino el segundo esposo del marido de su amo Edgar, vio como algunos sirvientes se dieron cuenta quién era más favorecido.

¿Cómo no se iban a dar cuenta?, si el archiduque trataba muy diferente al segundo esposo, Nina no se quería imaginar que sería de su amo el tiempo que se quedará a aquel joven en la mansión.

Si hoy era el primer día que se quedaba, no quería imaginar cómo serían los demás, solo esperaba que fuera temporal.

Pedro, que había pasado a la habitación con permiso de su amo Edgar, se paró derecho. Y dijo - amo Edgar, disculpe si molesto. Pero, - miro a Edgar a los ojos, y trato de hablar lo más educadamente y suave posible- el amo Eduardo, dio la orden de que usted coma partir de hoy en su habitación. - haciendo una leve reverencia, dijo- disculpé.

Pedro se disculpó. Por su amo, aunque el no fuera su amo Eduardo, se sentía mal por el primer esposo de su amo. Sintiendo que el comportamiento del amo Edgar, desde que había venido no busco problemas ni se había mostrado arrogante.

Pensó, que había una gran diferencia entre el primer y segundo esposo de su amo Eduardo.

Edgar, que aunque. Le sorprendió levemente la noticia no fue para el gran cosa, comer en su habitación no era tan molesto.

Edgar asintió. Y dijo tranquilamente- bueno, está bien.- miro a Pedro, y siguió hablando- mañana me podrías hacer el recorrido por la mansión, hoy no me siento muy bien.

Edgar, realmente no se sentía bien, aunque pudiera caminas no era como si pudiera caminas tanto como para que le dieran el recorrido por la mansión, aunque quería conocer la mansión, ya que le había parecido muy hermosa y grande.

Tuvo que posponer el recorrido.

Pedro, que escuchó. Que el amo Edgar no se sentía bien. Pensó que fue porque estaba triste, hoy había venido el segundo esposo del amo Eduardo. Creyó, aunque el amo Edgar no muestre emoción alguna como si no le importara el amo Eduardo, solo debería estar tratando de ser fuerte.

Con eso en mente, Pedro tuvo aún más lástima por este amo suyo, que es el marido de su amo Eduardo, reflexionado que su amo Eduardo no era así cuando era joven.

Si su amo Eduardo, hubiera conocido al amo Edgar más antes, estaba seguro de que hoy la persona en el corazón de su amo Eduardo, sería otra persona que el joven Lucas.

Pedro, haciendo una leve reverencia, dijo - bueno, amo Edgar si necesita algo no dude en llamarme. - antes de cerrar la puerta dijo - mandaré la comida a su habitación cuando esté lista.- luego de eso, cerro la puerta y se fue.

Edgar, que están leyendo antes de que viniera Pedro, se dispuso a seguir con su lectura.

Nina, por su parte estaba realmente preocupada por su amo Edgar, miro que el estaba tranquilo y dijo - amo, esto es realmente injusto. No creo que el primer esposo tenga que cenar en su habitación solo porque podría incomodar al segundo esposo.

Nina, en realidad no le hacía falta pensar de más para saber la razón de tal orden, pues era más que evidente porque el amo joven Eduardo dio tal orden.

Sintiendo que su amo Edgar, siendo el primer esposo tendría que tener la libertad de decidir en donde cenar, era realmente injusto para ella.

Por su parte, Edgar no se lo tomó tan a pecho. Estaba acostumbrado a cenar en la habitación, mientras no le prohibieran salir fuera de su habitación.

Con eso, a Edgar le bastaba. Él no codiciaba la posición de primer o segundo esposo, no tampoco planeaba usar a su favor su puesto como primer esposo, ¿de qué le serviría si Eduardo favorecía a su segundo esposo?

Edgar, tenía más que en claro quien saldría perdiendo si se enfrentaba al segundo esposo.

- déjalo así, ami no me importa. Mientras no me molesten.

Dijo Edgar, ligeramente restándole importancia. Porque a él realmente no le importaba.

Nina, miro a Edgar y suspiro, su amo era demasiado tranquilo tenía miedo de que algún día la gente se aprovechara de no tranquilidad, sabía que si amo se había resignado a querer luchar por algo.

Solo suspiro y dijo - amo usted es demasiado tranquilo.

Edgar, que escuchó el comentario de Nina, sonrió levemente. Pensó, si no fuera tranquilo. Estaba seguro de que lo golpearía hasta que lo fuera.

Edgar, desde muy joven aprendió a que si se resistía y mostraba su molestia, sería peor para el. Nunca le fue bien.

Si hacía tal cosa, si madre lo golpeaba hasta que el admitiera su error.

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Lucas, que estaba en la habitación de Eduardo, los dos estaban acostados, Lucas estaba recostado sobre Eduardo.

Sus cuerpos estaban haciendo contacto con la piel del otro, lo único que los cubría era una manta.

Eduardo, beso dulcemente los labios de Lucas, mientras le acariciaba la mejilla dijo - mañana iré al palacio, me iré temprano y daré la orden de que mientras yo no esté. Tú estás a cargo.

Lucas, que estaba escuchando, en cuanto escucho lo que dijo Eduardo su corazón se emocionó, pero su rostro no lo mostró, haciendo una expresión nerviosa y algo triste, dijo bajando los ojos y hablando suavemente.- ¿estás seguro de que eso no molestará a tu primer esposo? - mientras se acurrucaba sobre el pecho de Eduardo.- no quiero que se llegue a molestar.

Eduardo, que vio que si dulce Omega. Estaba nervioso por no querer molestar a su primer esposo, envés de enojarse por qué el puesto de primer esposo le pertenecía, sintió que era muy compresivo.

Pensando que Edgar, podría tratar de intimidar a su dulce Lucas.

Tal pensamiento le hizo hervir la sangre. Juro dentro suyo que si sucedía tal cosa, se encargaría de castigar a Edgar.

Tomando las manos de Luca, Eduardo las beso con dulzura, con una mano hizo que Lucas lo mirada y deliberadamente libero feromonas para tranquilizarlo, dijo - quédate tranquilo, si sucede tal cosa. Ten por seguro que no dejaré ir tan fácilmente a ese Omega.

Lucas, que asintió tímidamente mientras tambien liberaba feromonas, para sus adentro se estaba regocijando. Mañana se encargará de aquel Omega el mismo.

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