Sander Scott
Por fin la reunión se da por terminada, se dan los agradecimientos.
Y como los lunes descansamos, Kevin nos invita a tomar algo, cosa que aceptamos. Al salir nos encontramos con Sol
—Hola rubia, ¿Ya te vas? — Le pregunta Kevin
—Si chicos, que día tan agotador, muero por un Martini muy frío —No sé, pero el tono en que ella lo dijo y la mirada que le lanza a Stefano, no deja mucho a la imaginación, además de lo nervioso que estaba.
—Martin, creo que esa indirecta, fue muy directa para ti —pronuncia Kevin. Mientras se burla de Stefano. Sol muerde su labio y no deja de mirarlo, hasta que por fin reacciona el guardameta.
—Deja tanta idiotez Kevin, que cuando vea a la francesa me las cobraré y vamos por esos martinis —invita Stefano. Llegamos al bar pedimos las bebidas, comenzamos a charlar, a contarnos algunas cosas personales de la vida, realmente la rubia, como le dice Kevin es una mujer encantadora que se acomoda muy fácil al ambiente.
—Rubia ya que estamos aquí y que tú eres la dueña del equipo, porque no nos ayudas en agilizar lo del fisioterapeuta que falta, los entrenamientos nos tienen molidos y recortándonos el tiempo de relajación no ayuda —se queja Kevin. También pensé en hablarle del asunto
—No se afanen muchachos ya estaba enterada, la contratación ya está en marcha, pero como saben no se pueden pasar los protocolos, así que en una semana estará la nueva persona —Soledad, nos da una buena noticia y al referirse a la persona, hizo una pausa y lo dice con cierta picardía, no sé qué trae Sol entre manos, pero pronto lo sabremos.
Seguimos hablando, entre risas y chistes.
Cuando Stefano y Sol, fueron a bailar, Kevin se quedó mirándolos,
—Sander te apuesto a que pronto Stefano tendrá una nueva compañera de apartamento y las farras terminaran —los observe y se ven bien, pero Stefano no es hombre de relaciones, nunca le he conocido una duradera, mucho menos que fuera a comenzar a compartir su apartamento, su lugar sagrado como lo llamaba, jamás llevaba a una de sus conquistas allí.
—Acepto, Kevin, pero ¿Cuál será la apuesta? —lo miro con picardía, esperando que salga con una de las suyas.
—El que pierda se disfrazara de ángel, en el centro de la ciudad —propone Kevin
—De acuerdo —respondo. Entrelazamos nuestros dedos meñiques y dimos por hecha la apuesta.
En eso regresan de la pista de baile Soledad y Stefano, seguimos hablando, el tema es lo de menos.
—¿Chicos quién maneja sus finanzas? ¿Si están haciendo algo con el dinero que han ganado? —nos interroga la Rubia.
—El encargado de ese tema es Trebor Scott, mi hermano. Él estudió negocios internacionales, tiene 32 años, es el hombre de los números y las finanzas, el que invierte nuestro capital y lo hace crecer —le respondo.
—Trebor es el genio de las inversiones, sus principales clientes son: Sander, Kevin, Patrick y yo. Agrega Stefano
—En mi caso, me ha asesorado en la compra de tierras fértiles para sembradíos, en distintos países del mundo —comento
—Este bar, como algunos otros de la ciudad son míos, todo lo maneja Trebor, tiene una compañía de inversiones de bajo riesgo —dice Kevin.
—He invertido en algunas acciones de la bolsa de Nueva York. —Stefano no quiso dar más detalles, tampoco lo hicimos. La rubia ciñe una sonrisa sobre sus labios
—Okey, que bien chicos o sea Mientras ustedes se dedican a su gran pasión, él cuida de su capital.— habla Sol. Todos asentimos
—Desde niño era así— respondo
Inicio Flash.
Estábamos en mi casa, es decir, en la casa de mis padres, celebrando en la piscina que habíamos recibido nuestro primer bono por asistir al Mundial Sub-17. Ya habíamos recibido algunos pagos por participaciones, pero ninguno se comparaba con ese cheque.
Aunque Stefano ya tenía un contrato como arquero suplente y estaba fichado.
—¿Chicos, vieron el último modelo que sacó Mercedes? Voy a comprarlo con lo que tengo ahorrado y con este pago puedo completarlo —dice Stefano, quien es un fanático del automovilismo.
—Stefano, tú y tus autos. Mientras tanto, yo busco mi independencia. Quiero irme de la casa de mis padres —comento.
—Yo también quiero hacerlo, Sander. ¿Qué tal si compartimos un apartamento, aunque aún falta para que cumplamos la mayoría de edad? —dice Kevin. En ese momento, vemos que se acerca Trebor.
—Muchachos, los he estado escuchando y parece que no saben qué hacer con el dinero. Si no lo invierten bien, pronto estarán en la pobreza y endeudados —dice mi hermano.
—¿De qué hablas? —pregunta Stefano.
—Esta charla debería ser de sus padres, pero como hermano mayor y amigo, se las daré. Primero, deben asegurar un contrato antes de comenzar a gastar y adquirir deudas. En ese sentido, les cuento que estoy creando mi propia empresa de inversiones. Si realmente quieren ser jugadores profesionales, necesitarán un representante que vele por sus intereses. Yo puedo ser ese representante —nos dice, arrebatándonos los cheques—. Estos bonos serán su primera inversión, que les ofrecerá dividendos.
—¿Así nada más y ya? —dice Kevin, cruzándose de brazos y mirándolo fijamente.
—Así que tu coche, Stefano, debe esperar. Ustedes dos deben asegurar primero el contrato y luego la independencia, en un lugar austero. Me parece bien si comparten un apartamento; después lo iremos viendo —indica Trebor, mientras nos señala con el dedo.
—De sus ganancias mensuales, destinarán el 30 por ciento para invertir. Los bonos o regalías que reciban aparte serán administrados en mi compañía. Los dividendos de estas inversiones podrán usarse para comprar y gastar —concluye Trebor. Nos miramos interesados, ansiosos por ganar más.
—Oye, Trebor, ¿nos podrías dejar algo para salir esta noche de fiesta? —pregunta Stefano. Trebor niega con la cabeza.
—Les puedo dar un préstamo, pero habría intereses que pagar —responde Trebor.
—¿Tomas nuestro dinero y, si nos prestas, ¿también nos cobras intereses? —le digo, molesto.
—Chicos, es un negocio. Cuando les devuelva el dinero, será mucho más. Voy a llamar a mi abogado para que redacte el contrato. Stefano, tú lo puedes firmar, pero como Sander y Kevin aún son menores, tendrán que ser sus padres quienes lo firmen —termIna de decir Trebor.
—Papá, está bien —dice Kevin.
Fin flash
Así comenzó a hacerse cargo de nuestro dinero, fue la mejor decisión. Ahora tenemos una pequeña fortuna acumulada.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 55 Episodes
Comments
Amunet♥︎
🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣♥︎
2024-03-12
5
Lowis
Yo estoy ahorrando mi dinero para después invertirlo para eso tengo que estudiar si no quiero que me estafen y perder mi dinero
2024-02-16
1
Elizabeth Villalobos
Siempre hay una primera vez, y Sol lo trae loquito, hasta sin habla lo ha dejado 🤣🤣🤣
2024-02-12
1