Mis Amigos II

Sander Scott

Inician los entrenamientos para los compromisos que se vienen serán más fuertes y aguerridos.

Para mí, los siguientes tres años marcarán la cúspide o la caída de mi carrera. La Copa European la cual no quiero que se vaya de casa, la Copa Mundo que quiero traer. Además de seguir como campeones de la liga, quizás me tilden de ambicioso por quererlo todo, pero mi padre siempre ha dicho que hay que pensar en grande.

Estoy en mi mejor nivel, pero para el siguiente mundial ya tendré 33 años, así que sé que no habrá otro. Debo ser sincero conmigo, cada vez hay nuevos jugadores con grandes talentos y habilidades.

En el equipo somos alrededor de 40 jugadores, 11 titulares, 11 suplentes y 18 reservas. Los de la reserva están haciendo sus primeros pinitos, algún día serán nuestros reemplazos.

Algo que necesitas en este deporte como en cualquier otro es saber manejar la presión. Por eso el club tiene todo un equipo de psicólogos, terapeutas y fisioterapeutas. De la misma forma en que necesitas relajar el cuerpo, debe hacerse con la mente. Semanalmente, se debe asistir a una sesión de psicología y mínimo tres veces a la semana a la sesión de fisioterapia, nuestras piernas están aseguradas en millones de dólares, pero ellas sin nuestra mente no funcionan.

Aquí sientes al máximo la presión del director, del entrenador, del público, de la prensa.

Aunque pareciera una carrera fácil no lo es, más cuando estás en el ojo del huracán y de ti depende llevar tu equipo a la victoria.

Es cierto que como jugadores individualmente tenemos talentos y habilidades, pero si no cuentas con la complicidad y aceptación del equipo, no te sirven de nada.

Mi volante, mi dupla, el compañero que me hace brillar en las canchas es Kevin, nos entendemos a las mil maravillas. A él realmente siento que le debo el haber sido el ganador del balón de oro y la bota de oro. Obviamente a todo el equipo.

El director técnico termina con las aclaraciones de cómo se jugarán las dos siguientes temporadas, ya que se vienen los compromisos internacionales. Así que llego el momento de que los novatos brillen, cuando nos releven.

— Muchachos necesito que se cambien y muevan sus traseros, tenemos quince días, para que esté en forma después de sus vacaciones — Dice el entrenador físico con su sonrisa burlesca, lo cual significa que nos va a dejar muertos.

— No olviden que el próximo sábado será la reunión general con el presidente y los socios del equipo, así que ninguno puede faltar.— Dice el director técnico mientras la mayoría termina de alistarse.

—Los espero en la cancha, tienen 10 minutos.— dice el asistente técnico.

Los entrenamientos inician con pruebas de resistencia, quieren saber cómo está nuestro estado físico.

Han tirado los entrenadores a matarnos, no han tenido clemencia. Fueron cuatro horas, donde nos exprimieron y sudamos como camellos.

—Chicos a las duchas, no olviden asignar sus turnos de psicología y fisioterapia, espero que hayan disfrutado el entrenamiento como yo — Dice el preparador físico. Nos muestra una sonrisa burlesca.

Nos dirigimos a las duchas a quitarnos el sudor y el olor que apesta.

– Vieron que hoy el entrenador físico nos dejó molidos en el primer día— dice Kevin,

— Estoy muerto, solo quiero un baño y quitarme esta sensación de estar pegachento — digo mientras mi cuerpo duele, gracias al entrenamiento exhaustivo.

— Creo que ese no es el único problema —, Kevin Dice. Tapa su nariz y hace el ademán de refrescar el aire, -perdonen que se los diga, pero huelen a zorrillo-

— Creo que olemos, cuéntate dentro de la colecta — Dice Stefano

—Ja, ja, ja — Reimos todos

Después del baño y estar listos, cada uno por medio de la aplicación asigna los horarios de psicología y fisioterapia.

Yo vuelvo y me reprogramo con Patrick es el mejor, Kevin y Stefano seguirán con el que tenían.

Stefano nos invita almorzar y realmente después de esa tortura lo necesitamos, así que aceptamos. Quedamos en vernos en el restaurante Petit Flowers.

Cada uno se fue en su auto,15 minutos después estábamos allí ordenando nuestros almuerzos.

Entre charlas triviales y risas, comenzamos a hablar del pasado.

— Cuando nos conocimos, Stefano tenía 9 años, tú 7 y yo 6 – Dice Kevin.

— Eramos unos chiquilines —tú eras un enano, al contrario de Stefano que siempre ha sido un gigante — les digo.

— Recuerdo que cuando ustedes llegaron a la escuela de fútbol yo ya llevaba tres años, y era un completo tronco, parecía que tenía dos pies izquierdos, de ahí el alias del zurdo — Nos dice Stefano.

—Ja, ja, ja — Reímos todos.

—Me debes haber descubierto tu talento — Le recuerdo.

—No lo puedo negar Sander, si tú no me hubieras pedido ser tu arquero, para practicar los lanzamientos yo hubiese abandonado el deporte — Stefano lo dice con nostalgia.

— Aún recuerdo la cara de asombro de todos, cuando tapabas todos mis tiros, tanto así que el entrenador fue por un delantero de avanzada, con mucho esfuerzo el chico logro penetrar tu arco — Ese día Stefano sí que sé lucio y se ganó su lugar en el arco.

— La verdad estaba muy frustrado ustedes llevaban menos tiempo y ya habían ganado un lugar en el equipo, mientras mis avances eran muy lentos, la cintura me mataba con cada pase que daban — Reímos, se nos vienen a la mente las imágenes de chico enorme, Stefano era realmente malo. Se enredaba con el esférico.

— Recuerdo que jugaste al lado de Sander de mediocampista, a mi lado de defensor, en realidad recorriste todas las posiciones — Le dice Kevin, a lo cual los dos asentimos.

— Ni me lo recuerdes el entrenador me tenia por las donaciones que hacía mi madre, no por mi talento de saber enredar mis pies y caer —

— Ja, ja, ja —

— Mientras Kevin era el niño prodigio, la posición que te colocaran la cogia de una. Digo

— Muy cierto Sander, todo lo que se propone lo logra, cabe anotar menos conquistar a la francesa— Responde Stefano.

— Aunque eso no es tan cierto, recuerdas que la primera vez que vio a la francesita ella tendría unos 17 años, igual que él — continuo hablando, Kevin se ha mantenido callado.

—Si lo recuerdo estábamos preparándonos para ingresar a la cancha a disputar el partido de inauguración del mundial de la sub 20, ella vino junto a su padre el gran narrador deportivo de mundiales y eventos internacionales William Moreau — dice Stefano

— Así fue de ahí mi amigo quedo impregnado, tanto así que averiguo todo de ella, supo que estudiaba comunicación social y periodismo deportivo en la universidad de Manches, así que él se inscribió, no tardo mucho con su intelecto en adelantar clases y estar en el mismo curso de ella— Digo

— Todo un acosador, hasta que la logro conquistar, eran pareja, pero el muy tonto tuvo sus 15 minutos de fama, se llenó de inseguridades, donde perdió el norte y a Mar. Stefano dice mientras despeina a Kevin, quien sea colocado nostálgico

—¡Oh si¡ recuerdo que ella cambio de país, de universidad— digo

—No me recuerden las estupideces que hice, llevo siguiéndola y pidiéndole perdón de todas las maneras posibles, pero ella es muy dura. Con todo lo que amo el fútbol si ella me pidiera que lo abandonara lo haría sin dudarlo, pero como saben no me da ni la hora.— Dice Kevin y nosotros asentimos.

—Yo no me vería dejando las canchas por una mujer, para mí un balón es mi vida, además con los compromisos que se vienen no tengo tiempo para un amorío — Digo

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