Capitulo XIV (Se unió el cap. 14 y 15 para poder subirlo)

Sin darse cuenta el Alfa estuvo liberando feromonas poco a poco durante toda la velada, lo cual hizo que el Omega reaccionara y sin poder evitarlo su ciclo de celo exploto frente a él.

Yun no entendía porque había comenzado su ciclo de calor, se aseguro de tomar 3 inhibidores para evitar que esto sucediera, respiraba agitado, su rostro estaba rojo, la temperatura de su cuerpo aumentaba mas y mas  todo su  y ya no podía controlar sus feromonas. La ropa estaba comenzando a sofocarlo, y algo en el centro de su cuerpo iba a explotar, estaba tan húmedo que en pocos minutos los fluidos iban a traspasar la ropa.

El aroma a granos de café poco a poco se hacia mas intenso pero lejos de estar asustado como aquella vez, quería más de ese aroma, quería ser cubierto por esas feromonas y que el ese Alfa entrara en su cuerpo una y otra vez hasta hacerlo un lio.

Yun levanto la cabeza lentamente y miro al Alfa frente a el y se dio cuenta que podía rechazarlo e irse, aun no entendía totalmente como funcionaban sus feromonas, pero sabía que inexplicablemente al contrario de otros omegas, él tenía control sobre su cuerpo. En ese momento entendió que su cuerpo no rechazaba al Alfa porque el realmente lo deseaba.

Sin querer pensar más, Yun rodeo al Alfa con sus brazos y lo beso, Jean no dudo ni por un segundo y le respondió el beso, el aroma dulce se mezclo con los granos de café mientras las manos del Alfa recorrían el cuerpo de Yun sin dejar espacios en blanco.

*********************************************************

Habían pasado unas horas cuando Yun abrió los ojos, intento sentarse cuando sintió una punzada en su espalda, todo su cuerpo dolía, miro al Alfa durmiendo a su lado, parecía un niño con el cabello desordenado, sus largas pestañas que adornaban sus perfectos ojos, -cómo es posible que sea el mismo hombre salvaje y pervertido de anoche – se sonrojo ante sus pensamientos, se quedó observando como dormía por varios minutos. Miro el reloj en su muñeca faltaban unas horas para el amanecer, pero debía irse de allí antes que Jean despertara.

Yun se vistió en silencio tomo sus cosas, le dio un leve besos en los labios al Alfa que aun dormía, acomodo un mechos que le cubría la frente y se fue, la tristeza lo invadió y dos lagrimas rodaron por sus mejillas – Adiós – susurro y cerro la puerta de la habitación.

Yun caminaba apresuradamente por el vestíbulo del Hotel, salió sin decir una palabra y se subió a un taxi rápidamente, agradeció internamente que el Conductor del Presidente se hubiera retirado.

Le dio su dirección al taxista y observo el paisaje en silencio el tiempo que duro el viaje. Al llegar a su destino se bajó y subió la escalera a toda prisa, sabía que tenía poco tiempo antes que el Alfa se diera cuenta que no estaba y debía aprovechar su ventaja.

Entro a su apartamento y abrió la puerta del armario, rebusco rápidamente y saco una mochila militar, y varias cajas que tenia escondidas al fondo del estrecho espacio. Sin perder tiempo abrió una de las cajas que estaba llena de dinero en efectivo, lo tomo todo y lo guardo al fondo de la mochila, guardo varias mudas de ropa y algunas armas luego la cerro.

Se saco la ropa que tenia y busco algo mas cómodo, el aroma del Alfa aún se sentía en su cuerpo, le dolió el pecho al recordar al hombre durmiendo en la gran cama, acerco la camisa a su nariz y aspiro el aroma profundamente, sacudió su cabeza y se vistió rápidamente con un pantalón cargo una camiseta y una sudadera negra, miro nuevamente la camisa y sin poder evitarlo la guardo junto a las demás cosas que llevaba.

Cargo la mochila en su hombro y camino hacia la puerta, tomo su teléfono que estaba en la encimera y quito el chip rompiéndolo, quería evitar las llamadas de Jean. Luego abrió la puerta, y volvió la cabeza para mirar por ultima vez el lugar que había sido su hogar por mas de 3 años y con una gran pena cerró la puerta tras él. Se encargaría luego de contactar con la administración del edificio para cancelar los gastos comunes por varios meses y así no tener inconvenientes, quizás luego de unos meses podría volver a ese lugar que por primera vez había podido llamar su hogar.

Se sintió desesperado como hacía muchos años no se sentía, no tener un lugar donde ir, le hacia recordar el tiempo que vago por las calles con hambre y frio, escapando de pervertidos y violadores en cada esquina.

Decidió ir a un Hotel mientras pensaba cuál sería su siguiente destino.

Llego a un pequeño hotel de bajo presupuesto en una zona que nadie lo buscaría, pago la habitación por 3 noches en efectivo y dio un nombre falso para no dejar evidencia. Sin mayor ceremonia recibió las llaves y subió la polvorosa escalera.

Entro a la habitación, era oscura y mal oliente, frunció el ceño y sintió frustración, había pensado que nunca más tendría que volver a pasar por esto, pero no se arrepentía de lo que había hecho con Jean – Si tan solo todo fuera más sencillo – se lamento el Omega.

Alguna vez hace muchos años había soñado con una vida normal, estudiar una carrera y conseguir un trabajo sencillo en alguna compañía, quizás conocer a alguien normal y formar una familia, pero habían varias obstáculos en su sueños, en primer lugar, el nunca sería una persona normal, era solo una maldita rata de laboratorio sin valor, además quien estaría dispuesto a enamorarse de una omega defectuoso e incompleto como él.

El único Alfa por quien había sentido algo, solo lo necesitaba para completar su tratamiento, y no estaba dispuesto a permitir que experimenten con el nuevamente, había decido ser libre sin importar que.

-Enterrare estos sentimiento inútiles y comenzare mi vida nuevamente – se dijo a si mismo el Omega.

Decidió que descansaría unos días y luego buscaría algún empleo, aun sentía dolor en su hombro, pero era tolerable, ya había renunciado a la compañía asique no tenía nada de qué preocuparse además le había enviado toda la información necesaria a Tae quien podía desempeñar el papel de Secretaria para el Presidente.

****

Jean despertó y rebusco a la derecha de la cama sin éxito, se sentó y recorrió la habitación con la mirada, no había señales del Omega, sonrío al sentir el aroma de ambos aun mezclado en el ambiente.

-Yun? ¿Estás en el baño? – pregunto el Alfa mientras se ponía de pie, se puso la ropa interior que estaba en el suelo y se removió el cabello despeinado, estaba tan feliz que no podía evitar reír como un estúpido al recodar la noche anterior, como Yun había tomado la iniciativa de besarlo y como su rostro inexpresivo se sonrojaba y contraía solo para él.

El Alfa camino hacia el baño y abrió la puerta, pero no había nadie, en ese momento su corazón comenzó a latir rápidamente, busco por toda la habitación, pero no había nadie, ni siquiera estaban sus cosas, la ropa botada desordenadamente en el suelo también había desaparecido y en ese momento Jean entendió todo…. El Omega se había ido.

Tomo su teléfono, intentaba mantener la calma, quizás estaba avergonzado por eso se había ido primero, pero una punzada en su interior le decía que algo no estaba bien.

-El numero que intenta contactar no se encuentra disponible – marco una y otra vez, pero la respuesta fue la misma.

-Carajo! – maldijo el Alfa mientras se vestía a toda prisa y volvía a marcar su teléfono.

-Diga Sr. Presidente?

-Prepare el vehículo ahora mismo, bajare en 5 minutos. – luego de eso el Alfa colgó sin decir más.

Termino de vestirse a toda prisa, y salió de la habitación, golpeo los botones del ascensor con impaciencia y se subió apenas las puertas abrieron. Llego al vestíbulo y se dirigió a recepción.

- El hombre que venía conmigo a qué hora salió?

-Disculpe Sr. Thomas? Se refriere a su Secretario?

-Si Carajo! Mi Secretario! ¡¿A qué hora salió?! – la paciencia de Jean se había esfumado ante el tartamudeo de la mujer.

-El…. El se retiro hace un par de horas – la joven de cabello rubio temblaba ante la furia del Alfa, su aura era oscura y siniestra que pensó que en cualquier momento saltaría y le arrancaría el brazo.

-Dijo algo?

-Como? … a… a que se refiere Sr.?

-Que si dijo algo cuando se fue? – Jean mastico cada palabra intentado controlar su ira.

-No…. No … me temo que no dijo nada … solo se retiró. – el alfa golpeo la cubierta de la recepción con su mano y se giro hacia la salida.

Las mujeres en la recepción quedaron paralizadas del miedo, el Alfa era aterrador y respiraron aliviadas cuando lo vieron salir por la puerta.

El todo terreno negro ya se encontraba parqueado frente al Hotel. – Buenos días Sr. Presidente – alcanzo a decir el conductor mientras habría la puerta del pasajero.

-Llévame a la casa del Secretario Yun – ordeno el Alfa mientras se subía al automóvil.

El conductor prefirió no preguntar ya conocía el carácter del Joven y sabía que estaba muy enojado en ese momento, el conductor se subió al vehículo y lo puso en marcha a toda velocidad.

El viaje de 25 minutos le pareció eterno a Jean quien seguía marcando el numero del Omega una y otra vez.

-Hemos llegado Sr. Presidente. – antes que el conductor pudiera terminar la frase el Alfa ya había bajado del vehículo y cruzado la entrada del edificio, subió los escalones de dos en dos y en cuestión de minutos estaba frente a la puerta donde vivía el Secretario Yun.

Presiono el timbre de puerta una y otra vez sin parar, luego comenzó a golpear con desesperación – Secretario Yun!!!! Yun!!! ¡¡¡Abre la puerta por favor!!! – el Alfa seguía llamando a la puerta mientras gritaba el nombre del Omega, pero no tuvo respuesta.

Ante el fuerte ruido la anciana de la vez anterior salió al pasillo para ver que sucedía.

-Que sucede? – pregunto la mujer que se movía lentamente.

Jean la miro y recordó quien era asique se acercó rápidamente – Por favor dígame si sabe algo de la persona que vive en este apartamento – la desesperación en el rostro del Alfa era palpable. La anciana se compadeció de él, conocía a Yun desde que llego a vivir al edificio y nunca había visto a ninguna persona tan preocupada por él, ella sabía que era un joven solitario y amable por eso quería lo mejor para el y el hombre frente a él, demostraba con su desesperación cuanto le importaba.

-Si quieres puedes esperarlo adentro, tengo una copia de la llave que me deja Yuni para ver sus plantas cuando sale de viaje – sonrío la anciana – espérame aquí. – dicho esto entro a su apartamento y Salió luego de unos minutos con una tarjeta en su mano y se la entrego a Jean.

El Alfa recibió la tarjeta y tomo la mano de la anciana dándole las gracias como nunca lo había hecho con nadie.

Jean deslizo la tarjeta en la cerradura y entro al apartamento, al instante el aroma dulce del Omega inundo su nariz, pero el lugar estaba vacío y se sentía frio sin la presencia de Yun, el Alfa camino lentamente por el lugar para buscar rastro del Omega y fue cuando se percató del desorden en la habitación, cruzo la puerta y vio ropa botada en el suelo y la puerta del armario semiabierta, cuando reviso en el interior vio que faltaba mucha ropa y habían varias cajas vacías en el suelo, en ese momento corrió al baño y revolvió los cajoneras, todo estaba vacío.

Jean camino torpemente y quedo de pie en la sala de estar, su corazón comenzó a latir con desesperación y cayo de rodillas al suelo, su peor miedo se había vuelto realidad, había encontrado a alguien a quien atesorar, pero Yun se había ido sin decir nada.

Continuara…

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Comments

Ale

Ale

Como que pasaron unas horas /Frown/
Yo quería leer como paso

2024-05-20

2

Mary Vega

Mary Vega

Que decepción de capítulo, era un momento especial para tener una hermosa descripción de su entrega😣
aun así la historia es buena aunque haya perdido un poco el encanto 😴pero espero tanto su entrega, así que mejor a dormir!

2023-12-31

4

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