Capitulo IV

-Alfa recesivo? – la pregunta salió de la boca de Yun de manera automática, estaba familiarizado con el termino recesivo pero atribuido a los Omegas, los médicos se referencian a los Omegas recesivos como escorias, un defecto en la biológica humana, eran inservibles por si solos, asique estaban destinados a ser drogados hasta el punto del dolor para obligarlos a emitir feromonas y morir. Ese era su único propósito.

Jamás había escuchado que los Alfas podían nacer con esa condición, era imposible, los Alfas estaban destinados a la grandeza, eran una especie superior en todos sus ámbitos. – Eso… eso no es posible… no existe tal condición en los Alfas. –

Pero antes que el medico pudiera responder alguien golpeo la puerta y entro.

-Dr. Michell, el paciente acaba de despertar, se encuentra estable, pero está muy agitado, creo que es necesario que lo vea.

-Entiendo, iré enseguida. - el medico se levantó y dirigió su mirada a Yun.

-Sr. Yun por favor acompáñame.

-Que? Me disculpo Dr. Michell pero debo regresar a mi trabajo, tengo muchos pendientes por resolver.

-Es necesario que le recuerde que es el Presidente de la Compañía donde usted trabaja el paciente? – el medico sonrió con aires de suficiencia y camino hacia la salida.

-Después de usted Sr. Yun – El Omega quería tomar su cuello y presionarlo hasta no ver color en rostro, reprimió su ira y camino en silencio siguiendo al médico, definitivamente ese tipo no le agradaba para nada.

El medico ingreso a la habitación donde se encontraba el Presidente, permaneció en silencio en un costado, tenia la esperanza de que, si no pronunciaba palabra alguna seria ignorado y podría salir de ese lugar.

-Bienvenido al mundo de los vivos Jean, como te sientes? – el humor del médico era claramente sarcástico, Yun entendió en ese momento que su relación era más cercana de lo que él pensaba.

-Me duele la cabeza – se quejó el Alfa, pero antes de poder seguir hablando se percato de la presencia de Yun quien estaba en la esquina de la habitación.

-Que hace el aquí? – la mirada de Jean se fijo en el Omega.

-El Sr Yun está aquí para corroborar su teoría.

-Mi qué? – la voz de Yun retumbó en la habitación, sintió miedo de saber que diría el médico, ya estaba claro que no era una persona normal.

-A que te refieres? – la voz del Alfa era siniestra, sabia perfectamente los alcances que tenía la imaginación de su amigo, y no quería terminar en un experimento al puro estilo de una novela de “Hannibal” o peor – explícate, Michell, ahora! – el Alfa pronuncio las palabras una por una para hacer énfasis en que no toleraría ninguna insensatez por parte del médico.

-Bueno, bueno no es necesario que lo digas así, el Sr. Yun solo está aquí para demostrar que tu fuiste capaz de sentir sus feromonas, así como él dice haber sentido las tuyas. - Jean sintió que su dolor de cabeza aumentaba\, pero antes de poder refutar la idea se dio cuenta de lo que había escuchado. – Espera… ¿Qué quieres decir? ¿Mis feromonas? ¿El Sr Yun está diciendo que sintió mis feromonas?

-Muy bien, me parece que ya tengo tu atención y veo que estas comenzando a entender a que me refiero. – el medico mantenía una actitud calmada pese a los gritos y la mirada asesina de Jean, era algo a lo que estaba acostumbrado.

Mientras intentaba procesar la información no se explicaba porque termino en esta situación, pero debía aceptar que tenía curiosidad por lo que decía el Omega. - *** Debo mantener la calma\, Jean no luscas como que lo necesitas *** -

-Entonces Secretario Yun, es verdad lo que dice el Dr. Michell, usted sintió feromonas que provenían de mí?

Yun sintió las miradas de ambos Alfas sobre él, por un momento se sintió pequeño, odiaba los Alfas y siempre había evitado situaciones como esta, pese a ser mucho mas alto que cualquier omega o más fuerte, eso nunca cambio el hecho de que era mirado como alguien inferior.

-Y Señor Yun? Estamos esperando – el tono del Presidente se había tornado en una exigencia, Yun se sintió furioso, porque el Sr. Thomas había decidió retirarse y dejar a este imbécil en su lugar, el nunca utilizo ese tono con él. Pero el semblante de Yun era inexpresivo como siempre, había practicado toda su vida para esconder sus sentimientos.

El Omega suspiro, no estaba dispuesto a involucrarse en este asunto, asique saldría de allí. Aunque eso signifique renunciar a la compañía, además era peligroso quedarse cerca de ese hombre, ya había experimentado lo que una pequeña cantidad de feromonas causaban en él y no quería imaginar que sucedería si estaban demasiado tiempo en la misma habitación.

-Señor Presidente, si necesita algo referente a la compañía le pido que me informe, de lo contrario me retiro, veo que se encuentra mejor. – con esas palabras Yun se giró y salió de la habitación, al momento que cerro la puerta sus piernas comenzaron a temblar, sintió que colapsaría en cualquier momento. Pero debía salir antes que alguno de los Alfa lo arrastrara allí de nuevo.

Yun envío un corto mensaje a Tae diciéndole que no se sentía bien debido al incidente de la mañana y se fue a casa, necesitaba pensar sobre lo que había sucedido, estaba agotado.

Ignoro todas las llamadas de Tae, no quería hablar con nadie, ni siquiera sabía que haría mañana, solo tenía claro que no quería volver a ver a Jean Thomas nunca más. Había sobrevivido al infierno para tener vida que tenía ahora y no estaba dispuesto a perderlo por una Alfa.

-En que momento todo se fue al carajo – se recostó en el sofá y miro el techo, hasta que se quedo dormido.

*************************

Ambos Alfas se miraron sin entender que había sucedido, el Secretario Yun huyo antes que ambos pudieran decirle algo.

-Entiendes la importancia de la presencia del Sr. Yun en esto verdad?

Jean le dio una mirada asesina al medico a su lado. – Sera mejor que me cuentes todo lo que ese Omega dijo. –

-Estas seguro que es un Omega? No parece uno…. Es intimidante.

-Ni que lo digas. – dijo Jean mientras se frotaba la mandíbula que había sido golpeada por el Omega en la mañana.

El medico lo miro y rio. – pfffff me estado intentando decir que ese tipo fue quien te dejo así? ¿Esa fue la razón que perdieras la conciencia?

-Cierra la maldita boca… los golpes y el desmayo…. Fueron situaciones diferentes. – Jean no sabia como explicar que había terminado en dos situaciones complicadas y con la misma persona.

-A que te refieres? ¿Cómo que situaciones diferente? – le medico levanto una ceja sin entender a que se refería con sus palabras.

-Así es… al llegar a la compañía… creo que resbalo por mi culpa y se lastimo, luego me enteré de que era el Secretario de mi Padre… cuando me dirigía hacia acá para mi cita médica fue donde sentí ese aroma y cuando lo seguí, me encontré con el nuevamente en el baño…. Y yo… yo perdí la razón por un momento … y creo… creo al parecer lo bese.

**-Tu qué!? – ** el medico abrió los ojos ante las palabras de Jean, él sabía que su amigo nunca había tenido interés por nadie, mucho menos a alguien a quien había visto solo una vez.

-No exageres…. Lo hice sin darme cuenta. – en ese momento los recuerdos comenzaron a invadir a Jean, el aroma suave y embriagador, recordaba la tranquilidad que sintió al ser cubierto por ese aroma, era tan cálido, no quería que esa sensación se terminara jamás, quería ser envuelto en esas feromonas una y otra vez, perder la cordura y hacerlo suyo una y otra vez.

-Hey! ¿Regresa a la tierra, necesito que me digas que sucedió exactamente, de verdad sentiste las feromonas de ese sujeto?

Jean pensó unos segundo antes de responder y miro al médico. – Si…. sentí las feromonas de él…. primero fue cálido y suave, el calor se apodero de mi cuerpo, mis sentidos se nublaron, y lo único que quería era estar sobre él… pero luego sentí como presionaban cada centímetro de cuerpo, al punto que me faltaba el aire, era doloroso, mi cabeza iba a explotar, todo el deseo se volvió miedo, esas feromonas me intimidaban al punto de querer morir.

El medico estaba procesando las palabras de Jean, algo era verdad, ese Omega no era como ningún otro y su aura era tan intimidante como las de un Alfa. – Estas seguro que es un Omega? No se veía como uno. –

-Que quieres decir? – Jean no entendía porque su amigo preguntaba eso, las feromonas de Yun eran claramente las de un Omega. Pero aún no entendía como ese hombre serio e inexpresivo podría emitir unas feromonas tan delicadas y suaves.

-Quiero decir que no percibí ningún aroma en él, era como tener un beta cualquiera frente a mí, además no reacciono a mis feromonas. – Michell encogió los hombros con desinterés.

-Que hiciste que!? – Jean sintió una rabia que nunca en su vida había experimentado, quería golpear la cabeza del medico contra la pared. – Te atreviste a poner tus asquerosas feromonas en el!? ¿¡Quién diablos eres tú para hacer eso!? ¿¡Que derechos tienes!? Él es…. – Jean no pudo seguir hablando, se dio cuenta del rumbo que estaban tomando sus pensamientos y se arrepintió.

- Él es qué? No sabía que ese Omega eran tan importante para ti…. Interesante. – se burló Michell.

-Cierra tu maldita boca, no es lo que piensas. – Jean se puso nervioso, el tampoco entendía porque había reaccionado así, que tenía ese Omega que lo hacía reaccionar así.

El medico aun estaba de pie a frente a la cama y miraba a Jean una sonrisa burlona en su rostro. – Quita esa maldita sonrisa o te la quitare a golpes… - amenazo Jean – mejor explícame que sucedió con mi cuerpo, porque me desmaye y si es verdad lo que dijo ese sujeto… yo…. ¿Yo fui capaz de emitir feromonas?

-Aún no lo sé…- se encogió de hombros el médico - te realizamos varias pruebas cuando llegaste, estamos a la espera de los resultados. Te recomiendo que descanses un poco mas ya que tu cuerpo aun esta muy débil, cuando tenga los resultados volveré.

El Dr. Michell salió de la habitación y una risa misteriosa se formo en su rostro.

-Creo que esto va a ser muy divertido – murmuro para si mismo.

****************

Yun despertó debido al frio, tenía un leve dolor de cabeza, se puso de pie y entro al baño, se lavo la cara para despejarse, apoyo las manos en el lavabo y se miró en el espejo. Acerco lentamente su mano a sus labios y recordó el calor y el aliento del Presidente Jean, era la primera vez que alguien lo besaba, se sintió tan indefenso ante él, pero inexplicablemente a la vez sentía que en esos brazos nada malo le podría pasar.

-Yun estás loco. – le hablo al reflejo en el espejo.

No supo cuántas horas habían pasado, no sabía que hacer, no quería dejar este lugar, había pasado por muchas cosas para poder tener esta tranquilidad, aquí había formado una vida y tenía amigos, nunca pensó que llegaría a tener esto. Una vez llego a creer que no merecía nada, era solo una herramienta sin valor.

Lo único que deseaba era vivir en tranquilo, había logrado esconderse por cinco años, pero aun tenia miedo de que lo encontraran y ser devuelto a ese lugar, se había asegurado de no dejar rastros, vivía una vida modesta y tranquila, no causaba problemas, no salía a fiestas. Ahora tenia un nombre no quería renunciar a lo único propio que había tenido en la vida.

Yun entro al baño, pensó que una ducha podría calmarlo, se quito la ropa, y una a una las cicatrices de su cuerpo fueron apareciendo ante sus ojos, hasta detenerse en su costado izquierdo donde se podía leer #Ω231, odiaba ese tatuaje, durante nueve años su nombre fue “Omega 231”, era un maldito número, ni siquiera una persona. Sabia que alguna vez tuvo un nombre, pero nunca pudo recordarlo.

Un fuerte ruido saco a Yun de sus pensamiento, no entendía que pasaba, mientras el miedo se apoderaba de su cuerpo un nuevo golpe en la puerta lo hizo reaccionar, el Omega sin dudarlo se agacho y saco una Glock 45 que tenía escondida bajo el mueble, como si fuera una extensión de su cuerpo reviso la carga y saco el seguro de la semiautomática de 9mm ajustando el silenciador.

Lentamente avanzo hacia la puerta, llego a la cocina y presiono el botón que abría la cerradura de la entrada, Yun podía sentir el latido de su corazón en los oídos, tranquilizo su respiración como era costumbre, nunca había fallado un tiro pero no sabía cuántos hombres habrían enviado por él, la última vez eran cerca de cuarenta Alfas.

Yun vio la sombra que cruzaba la puerta, estaba de espaldas a la pared con todos sus sentidos alertas.

-Hay alguien en casa? – al momento que escucho la voz los sentidos de Yun se agudizaron y su instinto de supervivencia movió su cuerpo por si mismo, rodo por el suelo e inmovilizo al intruso, en menos de cinco segundos el hombre cayo pesadamente al suelo y Yun le apunto con su arma en el cuello.

-Quien demonios te envío. – susurro Yun, su voz era la de un cazador que había atrapado su presa.

Continuara….

Más populares

Comments

Marcela V

Marcela V

Ese doctor me cae rebien jjjajaj, ojalá este presente en más capitulos de la historia /Smile/

2024-01-29

9

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play