Capitulo III

Yun no entendía a que se refería el Alfa frente a sus ojos, pero no podía evitar esos ojos dorados que lo miraban con una intensidad abrumadora. El Omega dio dos pasos hacia atrás y miro de reojo la puerta del baño, si lograba derribar al hombre frente a él podría correr hacia la puerta y salir de allí.

Mientras el Alfa seguía mirando a Yun, no entendía porque el olor de ese hombre lo estaba volviendo loco, el calor de su cuerpo iba en aumento, nunca había experimentado tal calor en su vida, sentía que su mente se nublaba y solo existía el olor de ese Omega. – Porque tu olor es así? ¿¡Qué diablos intentas hacer!? – el grito del Alfa era desesperado, el sentimiento era desconocido y la desesperación comenzó a invadir sus sentidos, era confuso, por un momento solo quiso arrojarse sobre el Omega y hacerlo suyo, se imaginó recorriendo su cuerpo, besando cada centímetro de él, quería quitarle la ropa y sentir ese lugar húmedo y caliente, entrar en el sin parar una y otra vez.

Yun pudo leer claramente las intenciones del Alfa en su mirada, la cual a cada segundo se hacía más intensa, que tenía ese hombre que lo hacia perder la fuerza de su cuerpo y perder la cabeza, como podía dejarse dominar por sus feromonas, era algo que nunca había experimentado antes, por un momento sintió que algo en su cuerpo se humedecía, los fluidos amenazaban por bajar peligrosamente por sus muslos, algo en el comenzó a arder al punto del dolor, quería sentir al Alfa frente a sus ojos en lo mas profundo de su ser hasta volverlo un desastre.

El Alfa siguió avanzando peligrosamente, el aroma le exigía que avanzara hacia el hombre frente a él, aun no perdía por completo la conciencia, algo en él le decía que no estaba bien, pero su cuerpo no se detenía, comenzó a alzar la mano para acariciar la mejilla de Yun, su cara estaba enrojecida, como era posible que ese hombre alto y fuerte pudiera tener una expresión tan linda, quería verlo llorar bajo su cuerpo y que implorar por más.

El Omega luchaba contra los deseos de su cuerpo, su mente aún tenía control sobre sí mismo, no debía permitir que su instinto fuera más fuerte, jamás dejaría que algo tan primitivo lo controlara, vio como lentamente el Alfa alzaba la mano y acaricio su mejilla, el aroma de las feromonas lo golpeo como una tren, fue tan intenso que sintió que moriría, su ropa interior estaba empapada, la ropa le quemaba el cuerpo. El hormigueo al sentir el contacto de ese hombre lo hizo querer más y acuno su rostro en la palma de la mano del Alfa, su mano era enorme. El Alfa abrió los ojos, se sorprendió ante la reacción de Yun, se veía tan indefenso como un gatito, no pudo resistir más y sin pensarlo lo beso, el calor de sus labios fue como sumergirse en la explosión de un volcán, era abrazador e intenso, pero quería más.

El Omega aún estaba embriagado por olor de las feromonas, por un momento perdió la conciencia de sí mismo, pero algo en el reaccionó, su mente seguía siendo más fuerte que sus instintos y recordó la frase que escucho el día que escapo del infierno, *** “Los Omegas son animales\, siempre se dejan llevar por su maldito instinto\, son asquerosos”***

-Yo nunca seré como ellos – susurro sobre los labios del Alfa. Yun sintió como todo el calor de su cuerpo se transformo en rabia, todo la lujuria que lo había cegado hace menos de un segundo se esfumo por completo, todo a su alrededor se volvió rojo, la rabia de Yun inconscientemente comenzó a cubrir al Alfa quien no entendía que sucedía, era como si algo invisible ejerciera presión sobre él, comenzó a temblar y sintió como su cuerpo de desestabilizaba, apoyo una rodilla en el suelo, su respiración se torno agitada, el oxigeno entraba con dificultad.

-Q…que… demo… que intentas… hacer? – las palabras salían de su boca con dificultad, como era posible que las feromonas que hace un momento eran cálidas y suaves, ahora ejercieran esa presión sobre él.

-No me toques…. No pongas tus feromonas sobre mi… yo no soy como ellos – Yun pronuncio las palabras una por una, y sus ojos irradiaban rabia pura, apretó los puños y sus nudillos se volvieron blanco, la sangre no circulaba debido a la fuerza que estaba ejerciendo.

-Ba…. Ba... basta! …. N.…no …. Respirar – el Alfa no podía hablar debido a la presión que sentía, no se explicaba quién era este Omega, ¿acaso los Omegas eran así? Pero antes de siquiera poder seguir hablando cayó al suelo inconsciente.

Yun vio como el Alfa, se desplomo frente a el en el suelo del baño, y por un segundo recorrió el cuerpo inerte frente a él, las piernas largas, el torso ancho, cabello gris, su piel perfecta como el terciopelo y los ojos grises que brillaban como la luna.

-Pre...presidente Jean – murmuro el Omega levantando la mano para tocar al hombre en el suelo, no se movía, pero podía ver como su pecho subía y bajaba lentamente con dificultad, allí entendió que se había desmayado.

La cabeza de Yun funcionaba a toda velocidad, aun no procesaba todo lo que había ocurrido y no entendía como había sido capaz de controlar su cuerpo, pero todo el calor que había sentido se había esfumado, como si su cuerpo lo hubiera absorbido. -Debo … debo salir de aquí – pensó en salir corriendo de ese lugar y no regresar, pero escucho como el Alfa soltaba un quejido, dudo por un segundo, pero algo en él no le permitió abandonarlo. Después de todo era el hijo del Presidente…. Peor aun… ahora él era el Presidente.

-Señor Presidente, me oye? – Yun humedeció un pañuelo que llevaba en el bolsillo y lo presiono contra la frente de Jean. – Señor Presidente me escucha? Reaccione por favor - Yun comenzó a sentir desesperación, que haría si alguien entra por la puerta y ve al Presidente en el suelo, este era su fin, no sabría cómo explicar lo que sucedió.

-Señor Presidente, iré por ayuda, por favor reaccione – Yun se puso de pie para pedir ayuda, pero la voz del Alfa lo detuvo de golpe. – No! … mi Padre … mi padre no debe enterarse – Yun no entendía a que se refería, porque este hombre mencionaba a su Padre.

-Presidente Jean, debemos ir a un Hospital, debo ir por ayuda.

Jean intento ponerse de pie, pero su cuerpo no le respondía, su mano se apreso en la muñeca del Omega. – Por… por favor… mi Padre no… el no debe … saber. –

-Mierda! – maldijo Yun, no sabía que hacer, abrió la puerta del baño para ver si había alguien en el pasillo, miro al hombre en el suelo y suspiro. – Me arrepentiré de esto. – dijo con resignación y cargo al Alfa en su espalda para salir de allí.

Para fortuna de Yun había llegado la hora de almuerzo en la Compañía asique esperaba no encontrar a nadie porque no sabia como explicar esta situación, ni siquiera el entendía porque estaba haciendo esto. Llego al ascensor, la espera para abrir las puertas fue eterna, decidió utilizar el código del presidente para evitar que el ascensor parara en algún otro piso, necesitaba llegar al estacionamiento sin ser visto.

Al llegar al estacionamiento bajo al hombre de su espalda y respiro para tomar valor y reviso sus bolsillos en busca de alguna llave. – Por favor, ¡Dios, que este hombre haya llegado en auto o juro que lo abandonaré en este lugar a que muera! - para fortuna de Yun encontró las llaves en el bolsillo del pantalón\, pero en su desesperación su mano toco algo que no debía. Soltó un chillido y miro al Alfa \, dio gracias a todos los dioses del universo que haya estado desmayado.

Yun subió al Alfa en el asiento del acompañante y puso el motor en marcha para salir de allí, debía llevarlo a un Hospital, pero si no quería que el Sr. Thomas se entere debería ser uno que no pertenezca a la compañía.

-Presidente Jean, por favor reaccione. – esas palabras eran más una súplica que nada, el hombre a su lado sudaba frio y había comenzado a temblar, el Hospital de la compañía estaba muy cerca pero no podía llevarlo allí, el siguiente estaba a 35 minutos y no sabia que tan grabe era el estado del hombre. Siguió conduciendo a toda prisa.

Luego de 10 minutos que le parecieron una eternidad, el Alfa comenzó a balbucear. – Mi…Michell. -

-Que? ¿A quién se refiere? Michel? ¿Quién es él?

-Doctor…. Michell

-Un médico? ¿Él es su médico? – Yun sintió un escalofrío en su espalda – Esta enfermo!? – grito con desesperación. – Usted esta enfermo? ¿Como… me comunico con él? ¿Dónde está el Dr. Michell? ¡Presidente por favor necesito que me diga como contactar a esa persona!

-Te…teléfono. – con esa ultima palabras Jean señalo el teléfono en su mano. A toda prisa Yun tomo el teléfono del Alfa y busco entre los contactos y sin dudas presiono el nombre Dr.Michell.

Luego de dos pitidos escucho la voz al otro lado. – Hey! ¿idiota, que quieres ahora? - era más joven de lo que esperaba\, Yun se apresuro a responder.

-Sr. Michell? ¿Es usted el Dr. Michell?

-Bueno? ¿Quién habla? ¿Jean eres tú?

-Soy … soy Yun… el Secretario del Presidente Jean…. El… el se desmayo y no despierta…. Necesito ayuda.

-Que!? ¿¡Que sucedió!? ¿Dónde están?

-No lo sé!... estamos en el auto del Presidente lo llevo al Hospital… no se que hacer! Esta temblando y suda mucho.

- ¿Debes traerlo al Hospital Central de Ishio\, sabes dónde queda?

-Si, estaré allí en 10 minutos.

Yun presiono el acelerados, sabia a que Hospital se refería, paso varios semáforos en rojo, y llego antes de lo previsto aparco frente al Hospital sin importarle si estaba permitido y salto del asiento, antes de poder ingresar vio como un hombre alto y rubio salía a recibirlo junto a un equipo de enfermeras y médicos.

-Qué demonios sucedió!? – grito el medico mirando a Yun, el Omega no sabia que decir. Aun no entendía como era que había terminado en esta situación.

-Yo… yo … no lo sé! El estaba emitiendo feromonas y luego….

-Que!? – el medico miro fijamente a Yun, no entendía a que se refería con que estaba emitiendo feromonas. – dijiste feromonas? ¡Eso no es posible! –

Yun miro al medico sin entender a que se refería con que no era posible, él las había sentido claramente en el baño de la compañía y no una sino dos veces, y claramente era el Presidente Jean quien las emitía.

Los médicos bajaron a Jean del automóvil y lo llevaron rápidamente al interior del Hospital. Yun quería salir corriendo de allí pero antes de siquiera poder intentarlo fue arrastrado por el medico hacia adentro.

-Tu vienes conmigo, necesito que respondas algunas preguntas.

-Que? Yo … no … no puedo… debo… debo regresar…

Pese a los gritos de Yun el medico parecía no escucharlo.

******************

Yun estaba sentado en el despacho del médico, intentaba parecer tranquilo, no le agradaban los médico, y este mucho menos, claramente era Alfa. Yun tuvo miedo por unos minutos, pero cuando se dio cuenta que las feromonas del medico no le afectaron en absoluto, solo todo el aire que había mantenido en sus pulmones contuvo la respiración por miedo a reaccionar igual que antes, pero el aroma era tan tenue que podía ignorarlo sin más.

-Bien Sr. Yun, necesito que me detalle exactamente que sucedió.

Yun dudo por unos segundos, pero entendió que la única manera de salir rápidamente de allí era contándole al medico lo sucedido. El Omega suspiro y comenzó a hablar.

-Yo …. Yo estaba en el baño…. – hizo una pausa, era vergonzoso mencionar que había comenzado su ciclo de celo estando en la compañía. – y comenzó mi ciclo de celo… - pero antes de poder continuar, el medico lo interrumpió.

-Celo? ¿Tú eres un Omega? No pareces uno en absoluto.

El Omega fulmino al médico con la mirada, sintió ganas de poner su pie encima de esa estúpida sonrisa suya. El médico percibió el aura asesina de Yun y se aclaro la garganta.

-Yo … yo me disculpo…. Por favor continúe.

-Cuando intente salir del baño, el Presidente entro… luego de eso comenzó a emitir feromonas sobre mi… - Yun omitió deliberadamente la parte del beso, no le agradaba el medico y que sea un maldito Alfa hacia que le desagradara aún más, Yun siguió hablando molesto – pero comentó algo sobre que no podía respirar, que mis feromonas lo …

-Espera un momento… - el medico nuevamente interrumpió a Yun\, el Omega soltó un bufido con la boca en señal de hastío. – estas diciendo que Jean estaba emitiendo feromonas y que sintió las tuyas? Eso no es posible

Yun no lograba entender lo que decía el médico, él claramente había sentido las feromonas del Presidente. Sin querer seguir en ese lugar Yun miro fijamente al médico y le pregunto sin rodeos.

-A que se refiere con que eso es imposible? Yo claramente sentí las feromonas del Presidente antes que cayera desmayado.

-Lo que quiero decir Sr. Yun, es que es imposible porque Jean no ha emitido feromonas en toda su vida.

Yun abrió los ojos en señal de sorpresa, como era eso posible, el aroma a granos de Café que había liberado el Presidente aun podía sentirse levemente en su cuerpo. Pero antes que pudiera preguntar el medico hablo nuevamente.

-De hecho, Jean tampoco puede sentir las feromonas Omega…. El es… un Alfa recesivo….

Continuara….

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Comments

Doris amparo Villada arteaga

Doris amparo Villada arteaga

recontra pobre al no sentir nada de los demas alfas y su predestinado le salio al revez

2024-05-28

1

Ludo

Ludo

pobre Yun

2024-05-25

1

La Loca

La Loca

Por qué huyes? es poco responsable de tu parte eso 😐

2024-05-17

1

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