Capitulo IX

-De que demonios hablas imbécil ¡- gruño Jean ante la reacción del médico.

-Que de que hablo!? – grito el medico con la respiración agitada mientras seguía temblando – tu y ese maldito Omega utilizaron la supresión de feromonas en mi hijo de puta… claro …. ¡¡¡Si ese maldito es un Omega como afirmas!!!

-Michell no entiendo un carajo lo que dices… cálmate y habla claro de una maldita vez.

-Las malditas maquinas explotaron! Eso es lo que sucede.!!! ¡Explotaron! ¡¡¡Y fue debido a las feromonas de ese sujeto!!! – el medico seguía gritando fuera de control, el miedo le había provocado una sensación que nunca había experimentado – A quien demonios trajiste a mi hospital Jean Thomas?! – el medico hizo una pausa – eso no es un Omega normal… no lo es!!- con esos últimos gritos el medico comenzó a caminar hacia el laboratorio para hacer el recuento de daños.

Jean miro la puerta al final del pasillo que tenia un pequeño letrero que decia “Escaleras de emergencia” y sin esperar un segundo mas decidió ir tras el Omega.

-Hey imbécil – grito el medico a Jean – cuando encuentres a tu Omega regresa aquí porque pagaras por todos los daños de mi hospital. – sin prestar atención a las palabras del medico Jean se apresuro y corrió por las escaleras, debía alcanzar a Yun.

Mientras el Alfa decencia los cinco pisos se llevó el teléfono al odio. – Diga Señor? – la voz del Chofer Park contesto de inmediato

– Chofer Park no permita que el Secretario Yun abandone el Hospital entendido! –

-Como dice Señor?

-Que no lo dejes ir!!

-Como diga Señor Presidente.

El hombre de mediana edad decidió que no era una buena idea seguir pregutnando, desde la llegada del Joven presidente las cosas se habían tornado sospechosamente complicadas. Al ingresar al vestíbulo del Hospital quedo observando por si aparecía el Secretrario Yun, en unos segundo la figura de un hombre de cabello negro que chocaba con las personas de manera torpe y asustada llamo su atención. Era el Omega que apareció por las escaleras de emergencia.

-Secretario Yun se encuentra bien? –

El Omega sudaba estrepitosamente y presionaba su brazo izquierdo contra su cuerpo, además la sangre brotaba de su frente.

-Dios mío Yun estas bien? – dijo el beta mientras caminaba hacia él, pero el omega parecía un ciervo asustado, y se alejo instantáneamente.

-Tranquilo hijo – dijo el Chofer Park. – nada te sucederá yo te ayudare no tengas miedo. – Yun sintió como las palabras del Chofer Park le recordaban la calidez de Mayor Maison… eran las mismas palabras que el le dijo la primera vez que se vieron en ese infierno.

-Debemos hacer que te revise un médico- Yun se tensó ante la propuesta y el hombre entendió que esa no seria una opción.

-Entiendo, no te preocupes te llevare donde tú me digas, pero debes tranquilizarte. – la sonrisa del Sr. Park era cálida y tranquila, Yun asintió y susurro. – Casa… quiero ir a casa…

-Bien vamos a casa entonces. – El Chofer Park ayudo a Yun a ponerse de pie, estaba descalzo y vestía solamente un pijama se veía increíblemente joven y vulnerable, era la primera vez que él lo veía así.

Al momento que Yun estaba subiendo al vehículo ayudado por el Sr. Park un leve aroma a granos de café le inundo la nariz, un agitado y sudoroso Alfa llego a su lado.

-Secretario Yun te encuentras bien??... porque … porque saliste así? … que sucedió allí arriba??- Yun observo al hombre frente a él, se veía desaliñado y asustado pero sus ojos eran tan brillantes como siempre. Sin poder evitarlo Yun se sumió en un profundo sueño. – Secretario Yun!!! Yun!!! ¡¡¡Despierta!!! Yu… - se escuchaba a los lejos, pero el Omega no fue capaz de mantener la conciencia.

Yun podía sentir la calidez y tranquilidad en ese lugar, no recordaba haberse sentido tan cómodo alguna vez… quizás una vez hace muchos años, pero era un recuerdo casi olvidado por su subconsciente, algunas veces hasta había dudado si eso realmente habría pasado. Intento abrir los ojos y se percato que su brazo estaba inmovilizado, tenia una venda en la frente y una vía en su mano derecha. Claramente no era la habitación de un hospital, pero era un lugar amplio y ordenado…. Y el aroma a granos de café estaba impregnado en todos los lugares. Se llevo la sabana a la nariz e inhalo profundamente.

-Las sábanas están limpias no tiene de que preocuparse Secretario Yun – el omega se sobresaltó y soltó las sábanas, alzo la mirada y se encontró con el Presidente de pie junto a la puerta, llevaba un atuendo cómodo se veía mas joven de lo habitual su cabello estaba desordenado pero sus ojos tenían el mismo brillo de siempre.

-Yo… donde estoy? – pregunto el Omega intentando parecer tranquilo.

-Esta en mi casa- dijo el Alfa tranquilamente

-Que? ¿Su casa? ¿Que sucedió?

-El Chofer Park me insistió que no lo llevara a un hospital y no podía dejarlo solo en su apartamento en las condiciones que se encuentra.

Yun observo su cuerpo, era cierto… su condición no era la mejor, era obvio que tenía alguna fractura en su brazo izquierdo además de un golpe en la cabeza y por el dolor en su cuerpo, varios hematomas en sus costillas y piernas.

-Quien… quien me atendió? – pregujnto el omega.

-un medico del Hospital de mi padre. –

-Que!? El Sr. Thomas sabe…

-Tranquilo es de mi entera confianza, además soy el más interesado en que mi padre no se entere de lo sucedido o creara un alboroto innecesario.

Yun bajo la cabeza, se sintió estúpido por el rumbo que tomaban sus pensamiento, era obvio que lo único que le importaba a ese hombre era no ser descubierto y mantener su secreto.

-Le agradezco Sr. Presidente, y lamento haber sido una molestia para usted. Me retirare de inmediato para que descanse. – Yun levanto la parte superior de su cuerpo y fue en ese momento que su cuerpo resintió la caída, cuando las imágenes llegaron a su cabeza de el rodando mas de 15 peldaños hacia abajo y golpeando su cabeza en el concreto para aterrizar en su hombro – mierda – murmuro el Omega, pero aun así se puso de pie.

El Alfa camino lentamente hacia él y puso sus manos en los hombros de Yun y lo recostó en la cama, el omega se sorprendió y el color rojo subió por su rostro.

-Aun esta débil Secretario Yun, descanse un poco más por favor traeré su medicina en un momento– tras esas ultimas palabras el Alfa se retiró de la habitación con una sonrisa en el rostro.

El omega aún permanecía acostado y sentía como su corazón latía con fuerza sin parar, se vio solo en la habitación recostado en la amplia cama, el aroma a granos de café lo reconfortaba y poco a poco sus ojos se cerraron hasta quedarse dormido nuevamente ante la sensación de seguridad que ese aroma le daba.

Al pasar unas horas el Alfa ingreso nuevamente a la habitación y vio como el Omega dormía tranquilamente, tenía algunos mechones de cabello sobre sus ojos y su respiración era calmada y tranquila, Jean acaricio su rostro con suavidad y sintió el calor el punta de sus dedos, el aroma de Yun era tenue pero la dulzura era indescriptible y lentamente se acerco depositando los labios del omega con dulzura, su boca era cálida y embriagadora, quería más, lo quería todo.

Yun se removió y el Alfa se puso de pie rápidamente con el rostro enrojecido.

-Secretario Yun le traje su medicina y algo de cenar, por favor debe comer junto con las medicinas.

El Omega no entendía la ambigüedad de este hombre, a veces era dulce otras autoritario, así como fríos y despreciable, era posible que tantas personalidades convivan dentro de la misma persona.

-Señor Presidente… creo que no podre seguir con nuestro acuerdo- dijo el Omega sin previo aviso.

-De que esta hablando Secretario Yun? – el alfa sentía como su ira iba en aumento, su instinto le exigía que no dejara escapar a ese Omega, Jean apretó los puños con fuerza.

-Lo lamento Sr. Presidente, pero no puedo ayudarlo, el Dr. Michell dijo que debía cubrirlo con mis feromonas… pero yo… yo no puedo hacer eso… lo lamento, pero no continuare… pagare la multa y me iré de la empresa.

El alfa estaba furioso, no permitirá que el Omega se valla así como así, lo tenía que impedir a toda costa y con un tono tenebroso dijo.

-Secretario Yun creo que usted no está entendiendo su situación. – el Alfa aparento estar demasiado tranquilo. – creo que debería leer la copia de su contrato y si usted está dispuesto a pagar el valor de multa, yo aceptare anular el contrato.

Con esas ultimas palabras el Alfa salió de la habitación azotando la puerta.

Yun no podía dejar de pensar en las palabras del Alfa mientras transcurría el camino a su apartamento. *** que monto habrá estipulado para pagar la multa? *** pensó el Omega\, estaba consiente que había ahorrado mucho dinero en los últimos años\, incluso después de comprar su apartamento\, pero necesitaba romper el contrato\, aunque deba gastar hasta el ultimo centavo.

Al llegar a su apartamento Yun busco el documento, necesitaba leerlo de una vez y terminar con esta maldita relación laboral.

-Que demonios!!! ….

Continuara…

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Comments

Urpi

Urpi

por eso dicen nunca firmes un documento sin leerlo

2023-10-10

14

Jael Garay

Jael Garay

apuesto que lo pidió a él 🤣🤣🤣

2023-09-07

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